Leire Bilbao: “Euskadi aumentará el presupuesto de apoyo a la innovación un 6% cada año y hasta 2030”
La nueva estrategia científica tiene como uno de sus pilares la tecnología cuántica. Apuesta por los sectores que transformarán la economía

La innovación es clave tanto para el desarrollo económico como para la consolidación de la sociedad del bienestar. Dos escenarios que van unidos y de los que la directora general de Innobasque, Leire Bilbao, desgrana su evolución a futuro.
Pregunta. Euskadi es una región de alta innovación. La UE la sitúa en la posición 81 entre 241. ¿Puede seguir avanzando?
Respuesta. Y la Comisión Europea reconoce a Euskadi como un polo de excelencia. Un reconocimiento que confirma la solidez de un modelo sostenido en el tiempo y que se verá reforzado por nuevas apuestas estratégicas y por el compromiso de subir un 6% anual el presupuesto en innovación hasta 2030. Con un impulso a proyectos transformadores en sectores de mayor intensidad tecnológica, recogidos en el nuevo Plan de Industria, y el desarrollo de una nueva estrategia de especialización científica que incorpora ámbitos emergentes con alto potencial, como las tecnologías cuánticas.
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P. La inversión en innovación sobre el PIB vasco es del 2,16%. ¿Aumentará?
R. La comparación con el 2,2% de la Unión Europea demuestra la madurez del sistema vasco de ciencia, tecnología e innovación. Pero existe margen para seguir avanzando. El objetivo no es solo aumentar el volumen de inversión, sino orientar de forma más estratégica ese esfuerzo hacia ámbitos con mayor capacidad de impacto económico y social. Serán fundamentales tanto el refuerzo a la cooperación entre empresas y centros tecnológicos, como la atracción de talento e inversión internacional.
P. ¿La UE propicia las alianzas tecnológicas transnacionales?
R. Desempeña un papel decisivo en la promoción de la cooperación transnacional en materia de innovación. Programas como Horizon Europe o los Partnerships europeos están concebidos para impulsar alianzas entre empresas, centros tecnológicos y universidades de distintos países para abordar retos comunes. Euskadi está bien posicionada en este contexto. Con estos programas ha conseguido un retorno de más de 300 millones en sus dos primeros años. No obstante, si Europa quiere avanzar y competir en el ámbito científico y tecnológico con potencias como Estados Unidos o China, estas alianzas deberán basarse en criterios estratégicos y de excelencia, y no únicamente en la necesidad de mantener equilibrios territoriales entre regiones.
P. La electrificación de la economía, ¿impulsará las inversiones en la industria?
R. Es una gran oportunidad para impulsar la inversión tecnológica, especialmente en Euskadi, que cuenta con un sector industrial muy desarrollado en torno a la cadena de valor del sector eléctrico, además con un referente global como Iberdrola. Este proceso está generando nuevas oportunidades en ámbitos como las redes de distribución, los fabricantes de bienes de equipo o los operadores energéticos. Ahora bien, hay que considerar la otra cara de la moneda. La electrificación del transporte, en particular del sector de la automoción, está teniendo un impacto complejo en Europa, donde se están reconfigurando cadenas de suministro y modelos industriales. Euskadi, como importante proveedor del sector, debe anticipar los cambios y aprovechar su capacidad tecnológica para adaptarse y seguir siendo competitiva.
P. ¿Cómo luchar contra los bulos desde la ciencia?
R. Frente a la negación del cambio climático o las críticas infundadas a las vacunas, la ciencia contrasta ideas con hechos, las pone a prueba y solo acepta lo que resiste la evidencia. Hay que acercar la cultura científica a todo el mundo. Con más conocimiento, más pensamiento crítico y menos posibilidades de ser engañados. Innobasque ha entrado en la alianza Jakindari [erudito, en euskera] que busca reforzar la presencia de la ciencia en el espacio público.
P. Ante las nubes negras, Trump, la competencia asiática..., ¿cómo responde la industria?
R. Ha demostrado históricamente una gran capacidad de adaptación a contextos internacionales complejos. Ahora, con tensiones comerciales, competencia global y ralentización de economías como la alemana, la clave está en apostar por el valor añadido.
P. ¿Se está adaptando bien Euskadi a la digitalización?
R. Está por encima de la media europea en 24 de 29 indicadores, de acuerdo con el informe DESI 2024. Pero hay áreas que hay que seguir fortaleciendo, como la transformación digital de las empresas, especialmente de las pymes, con la adopción de tecnologías más avanzadas (analítica, inteligencia artificial, nube, etc.) y de competencias digitales especializadas.
P. ¿Y a retos como la IA y la tecnología cuántica?
R. Son apuestas decisivas de futuro. Si no inviertes, corres el riesgo de quedarte atrás en la carrera tecnológica global. Hemos dado pasos muy relevantes en estos ámbitos, como la colaboración con IBM para la reciente instalación del IBM Quantum System Two en San Sebastián. Reforzará la capacidad investigadora y posicionará a Euskadi como nodo cuántico de referencia en Europa.
P. ¿Hay que incentivar más la inversión tecnológica?
R. Sí. La fiscalidad es clave para estimular la inversión local y para atraer proyectos internacionales. Euskadi cuenta con una autonomía normativa que le permite diseñar instrumentos propios y adaptarlos a las necesidades de su tejido económico.

