Leire Bilbao: (Innobasque): “Ofrecemos un abanico de ayudas a la I+D+i que es un referente en Europa”
“Desde la pandemia, la inversión en innovación está siendo superior a la prevista”, comenta la directora general. Destaca también “la evolución en ingeniería, arquitectura y servicios”
La evolución tecnológica sigue imparable y Leire Bilbao analiza desde Innobasque los avances que incorpora Euskadi, con un capítulo especial para la inteligencia artificial (IA).
El 4 de noviembre, la IA será la protagonista de la nueva edición del Global Innovation Day. ¿El tejido empresarial vasco se está adaptando a un ritmo adecuado a esta tecnología?
Ha dado importantes pasos gracias a la fuerte inversión en innovación y a la colaboración con los centros tecnológicos. El porcentaje de empresas vascas que en 2023 utilizaron alguna tecnología basada en IA fue del 9,3%, superior al 8% de la media europea. Es evidente que tiene un enorme potencial para transformar cualquier sector. El desarrollo tecnológico de aplicaciones concretas de IA en sectores estratégicos como la industria, el transporte o la energía jugará un papel fundamental en Euskadi. Su combinación con tecnologías donde ya gozamos de un alto nivel de especialización, como las de fabricación o las vinculadas a redes eléctricas y a energías renovables, también será clave.
Y llegan otras disrupciones, como la computación cuántica y la biotecnología. ¿Hay base en Euskadi para aprovecharlas?
Indudablemente. Es una de las regiones con mayor nivel educativo, que presenta, además, un abanico de ayudas a la I+D+i y a la innovación destacable. Con el apoyo de un ecosistema de agentes científicos, tecnológicos, de innovación y empresas con capacidades en tecnologías de referencia en Europa, todo ello en estrecha colaboración publico-privada.
¿Seguirán creciendo en 2025 las inversiones en innovación?
Desde la pandemia, el nivel de crecimiento de la inversión en I+D+i está siendo sólido y superior a lo esperado. Además, dicho incremento está liderado por las empresas, con un fuerte apoyo del sector público. La transición digital y la climática están siendo los principales vectores de cambio, impulsando el desarrollo de nuevas estrategias en sectores claves de la economía vasca como la industria, la energía o el transporte. Un escenario que moviliza grandes volúmenes de inversión en I+D+i.
El envejecimiento de la población europea y el aumento de la mundial impulsan la investigación para buscar soluciones
¿Qué sectores son punteros en la apuesta por la innovación?
Todos han aumentado su presupuesto en los últimos años. Destaca la evolución del sector servicios, concretamente ingeniería, arquitectura y el segmento de proyectos profesionales y técnicos. Por volumen de empresas innovadoras, hay que referirse a la energía (73,5% del total), además de productos informáticos, electrónicos, material y equipo eléctrico (69,9%). Y los sectores financiero y de seguros con un 66,5%.
¿Qué retos afronta la innovación?
Por ejemplo y por un lado, el envejecimiento de la sociedad europea. Por otro, el aumento de la población mundial en un planeta con recursos limitados. Europa afronta retos para sus sistemas de salud, de pensiones y de cuidados a largo plazo. Así que se buscan soluciones en áreas como la salud digital, la biotecnología y las soluciones de IA. En relación con los recursos del planeta, se aceleran los esfuerzos en el desarrollo de tecnologías que favorezcan la sostenibilidad o la economía circular. Por ejemplo, soluciones basadas en IA y big data para optimizar el uso de recursos en la agricultura, el transporte y la gestión del agua.
La energía también aglutina muchas iniciativas.
Euskadi está apoyando de una manera constante la movilidad sostenible y las energías renovables como motores de innovación. Con importantes inversiones en infraestructuras para vehículos eléctricos, fomento del transporte público ecológico y promoción de soluciones de movilidad compartida, entre otras. Son esfuerzos que reducen las emisiones de carbono e impulsan la creación de nuevos empleos. Y Euskadi también está trabajando en relación con el hidrógeno verde, una solución prometedora para descarbonizar industrias y sectores de difícil electrificación como el transporte pesado y la industria química.
La escalada en la producción de H2 verde dependerá de la reducción de los costes de producción, de los avances tecnológicos y del establecimiento de infraestructuras de distribución y almacenamiento. Y en Euskadi hay iniciativas como el Corredor Vasco del Hidrógeno que están sentando las bases para crear una cadena de valor completa.
La inteligencia artificial y el ‘big data’ consiguen optimizar la agricultura, el transporte y la gestión del agua
¿Cómo va la implantación de la industria 5.0?
Está en una fase emergente pero prometedora. Al enfocarse en la colaboración entre humanos y máquinas, Euskadi, con su tradición industrial y su compromiso con la innovación, ha estado invirtiendo en tecnologías avanzadas y en la transformación digital de sus sectores productivos, sentando así las bases para adoptar las prácticas de la industria 5.0.
El desafío será garantizar que la fuerza laboral se adapte rápidamente a estos cambios, a través de la formación y la reconversión profesional.
¿Hay déficit de talento?
Aunque Euskadi cuenta con talento altamente cualificado, es evidente que para hacer frente a los retos futuros es necesario seguir fomentando la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Porque según los últimos análisis, por ejemplo uno de Confebask, el número de estudiantes de estas carreras no cubre la demanda de las empresas y la falta de personal cualificado puede afectar de manera importante la evolución de la industria vasca. Hay que atraer talento con incentivos laborales y programas de becas y prácticas. Y retenerlo con oportunidades de desarrollo profesional y políticas de trabajo flexible. Además de ampliar el reclutamiento a nivel global, facilitando los trámites de visado.
¿Cómo conseguir que Europa sea líder tecnológico?
La UE tiene un enfoque regulatorio riguroso para proteger los derechos de la ciudadanía. Hay que encontrar un equilibrio entre una regulación protectora y un entorno que fomente la innovación.