La Rioja, una tierra de champiñones, pimientos e innovación alimentaria
En Logroño se localiza la sede de Food+i, un ‘cluster’ que opera en el valle del Ebro. Cuenta con un ecosistema de socios tecnológicos que impulsan la competitividad


Cuando se piensa en La Rioja, el vino es siempre el primer referente. Pero esta comunidad autónoma cuenta con una rica y diversa industria agroalimentaria que va mucho más allá de la vid, y que ha adoptado la innovación y la sostenibilidad como ejes estratégicos. Desde las riberas del Ebro hasta los valles de Nájera, los productores riojanos están reinventando la manera de producir y transformar alimentos, de la mano de iniciativas como el cluster Food+i, una organización empresarial privada que impulsa la mejora competitiva del sector en la región.
Con sede en Logroño, Food+i reúne a más de 120 socios –al menos el 80% de ellos pymes y el 68% de La Rioja– que en conjunto generan más de 6.200 millones de euros en facturación y 15.260 empleos directos repartidos por todo el valle del Ebro. No es casual: la región, que también abarca zonas de Navarra, Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Aragón y Cataluña, es una de las cuencas agrícolas más fértiles del continente europeo.
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Según datos del cluster, a lo largo y ancho del valle del Ebro se concentra el 25% de las empresas del sector agroalimentario español, que representan el 36% de la facturación nacional –unos 45.369 millones– y el 33% del empleo total de esta industria, con más de 143.000 empleados. “Es una herramienta para anticipar oportunidades en un entorno colaborativo”, explica Juan Viejo, CEO de Food+i.
La organización no se limita solo a las compañías, sino que vertebra todo un ecosistema de socios tecnológicos, incluidas entidades como el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), así como las principales plataformas empresariales vinculadas a la digitalización, la innovación y la bioeconomía a nivel europeo. “Ofrece a las empresas una plataforma para innovar, compartir conocimiento y ganar competitividad en un entorno cada vez más global y exigente”, afirma Viejo.
Una de las compañías que forma parte del cluster es The Real Green Food Co., propietaria de la marca The Real ChampiON. Desde sus tres cultivos en Autol, los más grandes de España, produce y comercializa más de 14 millones de kilos de champiñón fresco al año, lo que representa el 75% de toda la producción en La Rioja. La empresa, que forma parte del grupo matriz Gvtarra–con unas ventas de 85 millones y 850 empleos en todo el país–, apuesta por la agricultura local y de kilómetro cero.
Aunque la fama de la región se debe principalmente al vino, la comunidad es líder nacional en la producción de champiñones y setas cultivadas, con 70.000 toneladas anuales y más de 2.500 puestos directos, cifras del Ejecutivo autonómico. Sin embargo, la sequía y las perturbaciones del mercado llevaron al Gobierno riojano a conceder ayudas en 2024 para paliar las pérdidas y garantizar la viabilidad de la producción. Por ello, la existencia de hubs como Food+i se vuelve cada vez más relevante. “El cultivo es un proceso técnico y exigente. La clave está en una alta calidad y una integración completa y permanente de la cadena de valor”, señala Eduardo López, CEO de The Real Green Food Co. Y añade: “Formar parte de esta entidad nos permite conectar con centros tecnológicos y proyectos europeos que impulsan nuestra innovación”.
Industria cárnica
En Calahorra, la familia Calatayud lleva más de 50 años transformando el sector avícola riojano. Lo que nació como una pequeña pollería fundada por José Calatayud es hoy Calatayud Cárnicas Avícolas, una empresa con renombre nacional. “Si nos hubiéramos quedado haciendo lo mismo que hace 40 años, la compañía no existiría”, afirma Ángel Losantos Calatayud, director comercial y presidente de Food+i.
Con el apoyo del Centro Tecnológico Agroalimentario de La Rioja y del cluster, la firma ha desarrollado productos como la gama Chef Ideas (platos de ave listos para servir, sin conservantes ni colorantes), reconocidos con el Premio a la Innovación 2014 y el Premio a la Versatilidad del Salón de Gourmets. “Pertenecer a Food+i nos permite acceder a nuevos proyectos e información muy valiosa para la empresa. Nos abre la puerta a la innovación y a compartir conocimiento”, concluye.
Otra joya gastronómica
- Denominación. Otro de los productos estrella de la región es el pimiento riojano, protegido bajo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Pimiento Riojano, reconocida oficialmente en 2008. Se produce sobre todo en los valles de Rioja Baja, Media y Alta. Actualmente, bajo el sello de la IGP están inscritas seis empresas elaboradoras que cultivan unas 25 hectáreas. Se comercializan en fresco o en conserva –en tarros de 350 y 700 gramos–, siempre con su etiqueta numerada IGP Pimiento Riojano, explican desde la denominación.
- Artesanal. “Lo cultivamos y lo hacemos todo nosotros mismos”, detalla Jesús Martínez, presidente de IGP Pimiento Riojano y responsable de Conservas Marnal, empresa familiar que elabora esta verdura asada al modo tradicional. Y añade: “Mantenemos el mismo sistema de producción que hace décadas, todo es manual, artesanal. El pimiento riojano tiene un sabor único, suave, que acompaña cualquier plato, desde una ensalada hasta unos huevos rotos”.
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