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Los grandes patrimonios apuestan por más renta fija, diversificación y crecimiento selectivo

El escenario de expansión moderada devuelve protagonismo a la preservación de capital, sin renunciar a oportunidades en renta variable, alternativos y temáticas de largo plazo

Los patrimonios más abultados afrontan el actual entorno de mercado con una visión más equilibrada entre prudencia y oportunidad , y la gestión patrimonial vuelve a poner el acento en la diversificación, la calidad de los activos y la construcción de carteras capaces de generar rentas sin asumir riesgos excesivos.

Según César Villacampa, jefe de negocio de banca privada de Ibercaja, los grandes patrimonios manejan un escenario de crecimiento moderado, con Estados Unidos mostrando mayor fortaleza que Europa y con una inflación más controlada y tipos de interés tendentes a estabilizarse en Europa y con posibles recortes suaves en Estados Unidos. “El riesgo geopolítico se asume ya como un factor estructural, lo que impulsa una gestión más selectiva y diversificada”, añade.

En ese sentido, cree, al igual que otros portavoces de banca privada consultados, que el entorno de tipos ha devuelto a la renta fija un papel central en este tipo de carteras, “permitiendo obtener rentabilidades razonables sin asumir riesgos excesivos, mientras que la renta variable se aborda de forma más selectiva hacia sectores con capacidad de crecimiento estructural, evitando concentraciones excesivas”.

En BBVA creen que la normalización de los tipos ha devuelto a la renta fija un papel estructural

Tras un periodo prolongado en el que los tipos de interés fueron excepcionalmente bajos y el crecimiento del patrimonio dependía casi exclusivamente de asumir riesgo en activos de crecimiento, “hoy el punto de partida es distinto”, admite Belén García-Moya, directora de asesoramiento y altos patrimonios de BBVA Banca Privada en España. En el entorno actual, “la preservación de capital ha recuperado centralidad y la normalización de los tipos ha devuelto a la renta fija y a las estrategias de baja volatilidad un papel estructural en las carteras. Al mismo tiempo, la generación de rentas ha ganado peso de forma clara”.

En su opinión, hoy es posible construir flujos recurrentes razonables sin necesidad de asumir riesgos excesivos, ya sea a través de renta fija de calidad, crédito selectivo o activos reales bien estructurados. “Esto es especialmente relevante para patrimonios consolidados, donde el objetivo no es maximizar rentabilidad a corto plazo, sino dar estabilidad al balance y reducir la dependencia de la evolución diaria de los mercados”.

“Nuestra cultura siempre es la de la preservación de capital cuando intuimos riesgos relevantes, pero en un escenario en el que las compañías crecen a doble dígito y los tipos de interés tienen mayor probabilidad de ir a la baja que al alza, creemos que se debe priorizar el crecimiento a largo plazo, cuya tendencia siempre es alcista”, aclara José Manuel Villamor, director del departamento de Wealth Management de A&G.

Según Abante, el fondo de inversión es el mejor vehículo para todos, también para los grandes inversores

Diego Abaitua, director de wealth y banca privada de Renta 4 Banco, considera que es difícil hacer una lectura general del perfil inversor de los grandes patrimonios. “Cada cliente tiene sus propios objetivos de inversión y, por esa razón, lo más importante es escuchar las preferencias y necesidades del cliente. Nos gusta decir que somos antes gestores de inversores que gestores de inversiones”, aclara. En cualquier caso, el responsable de Renta 4 opina que la preservación de capital sigue siendo un pilar fundamental, especialmente en entornos de incertidumbre y que “la gestión activa y personalizada permite adaptar el riesgo y aprovechar oportunidades sin perder de vista la protección del patrimonio”.

Por su parte, el director general de Urquijo Gestión, Jaime Hoyos, detalla que la estrategia actual de la entidad con este tipo de patrimonios combina preservación de capital con crecimiento a largo plazo, según los objetivos de cada cliente. “Observamos un interés creciente por activos alternativos y temáticos, como inteligencia artificial o transición energética, que aportan diversificación”, enumera. En cuanto al nivel de riesgo, indica que ha aumentado en los últimos meses en perfiles sofisticados, “aunque para perfiles con mayor aversión al riesgo, se mantienen posiciones en renta fija y monetarios para equilibrar la volatilidad de la cartera”.

“La diversificación y, sobre todo, la inversión en activos con fundamentales sólidos son las bases sobre la que partir”, considera Carmelo Lázaro, director comercial y de grandes patrimonios de Tressis. Si los clientes cuentan con el plazo adecuado, “recomendamos tener en cuenta activos teóricamente de más riesgo, como la renta variable y las inversiones alternativas”.

Nuevos rumbos para los ‘family offices’ nacionales y globales

Planificación sucesoria. Con más de tres billones de dólares en activos bajo gestión a escala global, los family offices –estructuras creadas por las familias más acaudaladas para gestionar su patrimonio– se consolidan como actores clave en los mercados financieros y en la arquitectura de grandes patrimonios. Según el estudio Descubriendo al family office español, elaborado por OpenWealth, el multifamily office del grupo CaixaBank, y finReg360, firma especializada en regulación, consultoría y fiscalidad financiera, el 35% de ellas deberá enfrentarse a un cambio generacional en los próximos diez años, lo que hace necesario avanzar en una planificación sucesoria adecuada para asegurar la continuidad y el éxito a largo plazo de estas entidades.


Nueva etapa. Los family offices de ultrarricos están incrementando sus inversiones en mercados privados o activos inmobiliarios ante el auge de la incertidumbre, según se desprende de la edición de 2025 del Barómetro Familiar que elabora Julius Baer. Ahí se identifican tres grandes ejes en esta nueva etapa de la gestión patrimonial: la construcción del legado familiar, la búsqueda de estabilidad política y financiera, y el auge de los mercados privados como vía para diversificar e incrementar la rentabilidad.


Sostenibilidad. En cuanto al último UBS Family Office Quarterly, se destaca que la actitud hacia la sostenibilidad y la inversión de impacto está cambiando, pasando de enfocarse en limitar el riesgo a aprovechar las oportunidades. Casi la mitad (46%) de las oficinas internacionales flobales que tienen en cuenta la sostenibilidad en sus inversiones y negocios considera que esta ofrece oportunidades atractivas, cifra ligeramente superior al 42% de la encuesta del año pasado. En cambio, solo un tercio (33%) la considera esencial para gestionar adecuadamente los riesgos financieros y no financieros, lo que supone un fuerte descenso con respecto al 47%.

El buen comportamiento del mercado bursátil en los últimos años y el hecho de que las fases bajistas más recientes hayan sido de corta duración “también ha llevado a los inversores a no reducir el nivel de riesgo de sus carteras y tolerar con más paciencia y sangre fría esos episodios de volatilidad. Tuvimos un ejemplo con la rápida recuperación poscovid en 2020 y hemos tenido otro en 2025 con el anuncio de aranceles de Donald Trump en el Liberation Day, que fue corregido apenas cinco días después por el anuncio de una tregua comercial y un período de negociación que dio lugar a un notable rally de todos los activos de riesgo”, resalta Jesús Amador, responsable de asesoramiento independiente de banca patrimonial de Bankinter.

También José de Alarcón, director comercial de Andbank España, ve una evolución de los clientes a la hora de asignar riesgos en sus carteras. Históricamente, era común que predominara un estilo más conservador o más agresivo en la cartera en función del perfil inversor, pero últimamente “clientes e industria hemos ido de la mano para asignar preservación de capital a las inversiones a corto plazo, cubrir con seguros los eventos impredecibles y asumir más riesgo con renta variable e inversión en activos privados en la parte del patrimonio destinada a la jubilación o a la transferencia generacional del ahorro”.

En cuanto a los vehículos para invertir, en general, no se ven útiles los planes de pensiones. Pero respecto a los fondos de inversión, el consenso sobre su conveniencia es claro. “Siguen siendo instrumentos clave en la gestión de grandes patrimonios gracias a la amplitud del mercado de fondos, que permite adaptarse fácilmente a las preferencias y perfiles de riesgo de los clientes, la profesionalidad en su gestión, la capacidad de diversificación y la eficiencia fiscal en los traspasos”, resume Diego Abaitua, director de wealth y banca privada de Renta 4 Banco.

“Pensamos que el fondo de inversión es el mejor vehículo para todo el mundo, también para los grandes inversores. Y, además, si hablamos del fondo de fondos nos parece que aúna ventajas operativas, ventajas fiscales, ventajas de costes, ventajas de profesionalización de los equipos de gestión”, afirma Marta Campello, socia y gestora de Abante. Eso sí, “hay que buscar buenos fondos de inversión y buenos equipos de gestión”, concluye.

Quita el sueño la inestabilidad en la regulación fiscal española

La estabilidad de la regulación en materia fiscal preocupa, y mucho, a las grandes fortunas españolas. Máxime si se tiene en cuenta que en los últimos años hemos asistido a cambios legislativos como la modificación de la fiscalidad de las sicavs, la creación del impuesto a las grandes fortunas y se han planteado cambios como la modificación del régimen fiscal de las socimis. “Sobre este tipo de vehículos de canalización de las inversiones recomendamos siempre que los inversores conozcan su régimen tributario y que la fiscalidad no sea la principal razón para su constitución”, apunta José de Alarcón, director comercial de Andbank España.


No es para menos, ya que, según recuerda Belén García-Moya, directora de asesoramiento y altos patrimonios de BBVA Banca Privada en España, podrían producirse modificaciones en la tributación por el impuesto sobre sucesiones y donaciones, especialmente en aquellas comunidades autónomas en las que el impuesto se encuentra actualmente bonificado. “Estas modificaciones podrían venir por dos vías: en la normativa autonómica que regula las bonificaciones y cambios a nivel estatal que pudieran implicar una armonización en la tributación entre las diferentes comunidades autónomas”.


Lo cierto es que la parte impositiva afecta a los rendimientos finales de las inversiones y a las decisiones patrimoniales, “no solo a través del IRPF, donde hemos visto subidas, sino que también tienen impacto en este tipo de decisiones el impuesto de solidaridad de las grandes fortunas o el impuesto de sucesiones”, menciona Marta Campello, socia y gestora de Abante. En su opinión, “este tipo de debates sobre si hay que poner o recuperar impuestos no hace ningún favor a nadie, porque a la gente lo que le gusta tener es una cierta seguridad jurídica”.


“La sensibilidad a los cambios normativos es muy grande. Los grandes patrimonios (como cualquiera) buscan anticiparse y adaptar sus estructuras para ser más eficientes fiscalmente y proteger el patrimonio familiar que tanto trabajo cuesta generar. Eso sí, buscan hacerlo desde el más escrupuloso respeto al ordenamiento jurídico vigente”, remarca Diego Abaitua, director de wealth y banca privada de Renta 4 Banco.


En definitiva, observa José Manuel Villamor, director del departamento de Wealth Management de A&G, no contar con un escenario estable en el que puedan planificar los próximos años y la falta de un criterio común dentro del país, “provoca cierto interés por buscar entornos más estables o predecibles”. A eso se suma que desde el punto de vista normativo, “un mercado cada vez más regulado podría acabar encareciendo el producto”.


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