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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Una fuerza laboral imprescindible

La Seguridad Social supera por primera vez los tres millones de trabajadores extranjeros y ya suponen el 14,1% de los cotizantes

Trabajadores de origen centroafricano en una finca de la empresa Torre Molins, en Huesca, recogiendo nectarinas.
CINCO DÍAS

El Gobierno trabaja en una regularización masiva de inmigrantes, pero antes de que Esta se produzca, el mercado laboral ya ha hablado por la vía de los hechos. Desde hace años los trabajadores extranjeros multiplican por dos y por tres el dinamismo del empleo entre los nacionales. El número de afiliados a la Seguridad Social procedentes de fuera de España ha superado por primera vez los tres millones de cotizantes al sistema, con lo que ya son el 14% de los trabajadores de la economía regular.

Según estas cifras de afiliación a la Seguridad Social, los extranjeros han ocupado cuatro de cada diez empleos creados en los tres últimos años tras la aprobación de la última reforma laboral y en la etapa de recuperación tras la pandemia. Y, según un reciente informe del Banco Central Europeo, el empleo foráneo habría supuesto en torno al 80% del crecimiento registrado en España durante el último lustro. Es más, este mismo documento asegura que la aportación de los extranjeros ha sido tan decisiva en España o en Alemania que, sin ellos, el crecimiento de sus economías habría sido cero o habría incluso sufrido una prolongada recesión en el caso de la locomotora alemana.

Esto con la mirada puesta en el retrovisor, pero, si se mira hacia adelante, el fuerte envejecimiento de la población española hace aún más imprescindible la creciente fuerza laboral que representan los extranjeros. Las previsiones demográficas del Instituto Nacional de Estadística (INE) prevén que para dentro de tres décadas España cuente con casi 15 millones de pensionistas (ahora hay 10), 18 millones de nacionales en edad de trabajar y 12 millones de extranjeros activos. Según alertó ya el Banco de España en su informe anual de 2024, la relación entre afiliados y pensionistas se haría insostenible. Pero, para mantener el actual ratio del 26% entre activos y pasivos, la población inmigrante trabajadora tendría que alcanzar a mediados de siglo casi los 37 millones y habría más trabajadores extranjeros que españoles. si bien el mercado debería crear cerca de 800.000 empleos netos al año solo para absorber estas entradas de inmigrantes.

Esta situación es cuanto menos poco viable, por lo que todo apunta a que la tensión del mercado laboral será creciente en los próximos años y esto podría comprometer el crecimiento. Por ello, las políticas de atracción de la fuerza laboral extranjera, cuanto más formada mejor, serán claves en las próximas décadas, y deberán ganar peso en los programas electorales como palanca para, como mínimo, mantener en positivo el crecimiento de la riqueza del país.

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