Las claves: Irán es la pieza que le queda a EE UU para controlar todo Oriente Próximo
Por ahora, parece que el efecto sobre el petróleo está contenido
Estados Unidos está aplicando de forma radical su habitual política del poli malo, poli bueno en política exterior. Poco después de que Donald Trump mostrara su disposición a un acuerdo nuclear con Irán, uno de esos acuerdos “bonitos” que tanto le gustan, Israel ha atacado con dureza las infraestructuras energéticas del país persa, con cuidado, eso sí, de no dañar la cadena de suministro de petróleo. EE UU y su filial en Oriente Próximo llevan un par de años cambiando drásticamente el tablero geoestratégico, en el que la caída del régimen de Al Asad en Siria no fue una pieza menor. Los inversores están pendientes de cómo puede afectar todo ello al precio del petróleo, y por ende a la economía en general. Por ahora, parece que el efecto está contenido. El régimen iraní está en una situación muy débil, tras los ataques de Israel a Hezbolá y Hamás, organizaciones en la órbita de Teherán; y está por ver hasta qué punto puede jugar con las exportaciones de petróleo o con el programa nuclear para defender su posición para defender su posición. EE UU ya tiene buenas relaciones con el resto de los países de la zona, e Irán es la última pieza.
A Luca de Meo no le gustan los retos sencillos: del automóvil al lujo
El fichaje estrella de la temporada en el mercado de CEO, el de Luca de Meo por Kering tras salir de Renault, parece una claramente mala noticia para la automovilística, donde el directivo había demostrado su pericia y conocimiento del sector, colocando a la firma en una posición destaca en plena reconversión verde. En cambio, no es tan evidente que sea la mejor opción para Kering, puesto que no tiene experiencia en el lujo. La apuesta es que alguien que viene de fuera actuará con mayor distancia emocional. La industria en general está perdiendo fuelle, ante la caída del consumo en China. A Luca de Meo no le gustan los sectores fáciles.
El ingente reto de Telefónica es conseguir que el trato al cliente no genere depresión
Pedro Serrahima logró que los clientes de Pepephone disfrutaran de un trato al cliente excepcional, sin tener que aguantar llamadas para contratar nuevos servicios, por ejemplo. Ahora, como responsable del asunto en Telefónica, promete que sus usuarios tendrán una atención telefónica eficaz, y que no sentirán que les están haciendo perder el tiempo, mareándoles de un departamento a otro y con una musiquita absurda de fondo. Es un reto ingente, desde luego: las empresas en general, en particular cuando el cliente pretende desvincularse, ponen un montón de dificultades que desalientan al más pintado. El consumidor suele elegir por el precio, porque la atención suele ser pésima en todos los casos. Si Telefónica cambia el guion, será un factor a tener en cuenta al seleccionar.
La frase del día
Una de las cuestiones que trataré con el presidente Trump durante la reunión [del G7] es el paquete de defensa que Ucrania está dispuesta a comprar
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania
Los juegos de mesa, generadores de dopamina para desengancharse del móvil
Los juegos de mesa son una alternativa asequible al entretenimiento de internet: permiten jugar con otras personas y permiten también los piques y fastidiar a los demás, como los videojuegos online o las redes sociales. Cada vez son algo menos minoritario, y son transversales en edad y sexo. Mucha gente está saturada de las pantallas, pero no sabe muy bien cómo desengancharse de la dopamina que generan, y este tipo de ocio es una forma suficientemente estimulante como para conseguirlo. Además, permiten fortalecer los lazos dentro de la familia (más allá del consabido parchís), con los amigos, o conocer gente nueva. Eso sí, nada impide que haya quien se lo tome tan en serio que acabe enfadándose de verdad, como ocurre en internet.
