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El Gobierno acelera la inversión en Defensa: 6.500 millones en 49 contratos desde junio

La Estrategia Industrial del Ministerio se marca como objetivo llegar a los 21.000 millones en gasto en material y armamento para 2029 y cumplir así con el compromiso de la OTAN del 2% del PIB

Gasto en defensa OTAN
Belén Trincado Aznar
Álex Medina R.

El pasado 7 de junio, la inversión en Defensa del Gobierno cambió de la primera a la quinta marcha con la diana puesta en alcanzar un gasto equivalente al 2% del Producto Interior Bruto antes de terminar la década, tal y como se ha comprometido ante la OTAN. Ese día, el Boletín Oficial del Ministerio que dirige Margarita Robles publicó la resolución que, con fecha del 25 de mayo y firma de la secretaria de Estado del ramo, aprobaba las directrices de la Estrategia Industrial de Defensa 2023. Unos pocos días después, y con España a la espera de las elecciones generales del 23 de julio, los Consejos de Ministros comenzaron una inusual actividad en cuanto a dar luz verde a contratos de Defensa: hasta 49 acuerdos distintos que suman más de 6.500 millones de euros entre mediados de junio y este 10 de octubre pasado.

La cifra contrasta con los apenas cuatro contratos por poco más de 1.000 millones (aunque uno solo de ellos, del 25 de abril, por valor de 820 millones para la compra de ocho helicópteros multipropósito MH-60R) que se validaron entre enero y junio. Esa cifra de todo un semestre, por ejemplo, fue superada en la reunión del pasado martes, cuando en cinco acuerdos computaron 1.164 millones de euros, de los que 576 millones corresponden al contrato para el suministro del sistema lanzacohetes de alta movilidad y otros tres para pagar distintos tipos de munición.

Todas estas cifras no incluyen las continuas modificaciones a lo largo de este año de los límites de gasto en la decena de proyectos que conforman los planes especiales de armamento, una serie de inversiones plurianuales que, en muchos casos, se difiere el pago hasta en diez o doce anualidades y que sufragan las adquisiciones más importantes y estratégicas.

Sumados este medio centenar de acuerdos ordinarios entre julio y octubre, el Ministerio de Defensa se acerca a toda velocidad a cumplir con la primera de sus metas volantes inversoras de aquí a 2029: terminar 2023 con un gasto en nuevos equipamientos y material armamentístico de 7.117 millones de euros. Aviones, carros de combate, helicópteros, sistemas de armas o de comunicaciones o refuerzos específicos a los grandes programas de armamento. En lo que va de 2023, ningún flanco del Ministerio se ha quedado sin su refuerzo en forma de inversión.

Lo establece la Estrategia Industrial de Defensa, un documento que marca, ejercicio a ejercicio, el esfuerzo al que tendrá que entregarse el Ejecutivo en la próxima legislatura y media (si duran los años correspondientes) para pasar del gasto actual en torno al 1,26% del PIB al 2% final. Según el documento oficial del Ministerio, el capítulo VI (el de inversiones) del Ministerio de Defensa en sus presupuestos para 2029 debe ascender a 21.922 millones de euros, tres veces más que este año y unas cinco veces más que lo que se destinó en las cuentas de 2021, cuando el volumen no llegó ni a los 4.000 millones.

“Los cambios que el escenario global de seguridad ha experimentado nos han recordado que el desarrollo y bienestar de la sociedad dependen de que el Estado garantice un adecuado nivel de seguridad. El presupuesto de Defensa en 2023 se ha incrementado un 26%, abriendo un nuevo ciclo inversor que marca un escenario presupuestario estable y transparente”, explica la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce en la introducción a la Estrategia.

Pero el ciclo comenzó en cuanto España (y el mundo) se recuperó de la pandemia y antes de que estallase la guerra en Ucrania. De los 9.437 millones de euros que sumó el Ministerio de Defensa como presupuesto en 2019 (y tras un ligero recorte de 200 millones en 2020) se ha pasado para 2023 a una cifra total de 14.758 millones de euros, un 56% más en el global de la legislatura de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.

Aun así, España todavía se encuentra a algo menos de mitad de camino hasta la frontera del 2% de gasto en relación al PIB. Según la última actualización de finales de septiembre de la OTAN, el esfuerzo nacional en torno al 1,26% es el tercero más bajo entre los 30 países de la organización.

Entretanto, 11 estados logran ya sobrepasar la cifra, si bien el conflicto en Ucrania ha abierto más de una caja fuerte nacional en los últimos años: en 2014, sólo Estados Unidos, Grecia y Reino Unido cumplían. El caso más llamativo es Polonia, que ha duplicado su inversión en defensa y ahora destina casi el 4% de su PIB a reforzarse. La sombra rusa manda, ya que los tres países bálticos también han alcanzado el objetivo en los últimos años.

Como España no se encuentra en esa encrucijada (al menos en lo geográfico), la Estrategia Industrial de Defensa se concibe también como una oportunidad de desarrollar y estimular un sector en auge como es el militar. Por ello, se vincula el gasto a los empleos y la riqueza que se genera, estableciendo incluso tres corredores empresariales (norte, sur y centro-mediterráneo, con 167, 124 y 394 sedes de empresas ya identificadas, respectivamente) y aspirando a un cuarto que coincida con la ruta de la plata.

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Sobre la firma

Álex Medina R.
Jefe de sección de Empresas y Sectores. En prensa económica desde el cambio de siglo, ha trabajado en periódicos locales y provinciales así como en nacionales salmón y páginas web. También tiene experiencia en diferentes gabinetes de comunicación públicos y privados.

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