Oficina lujosa en el centro, ‘call center’ en el extrarradio: desmantelada una red de falsos brókeres que montaban chiringuitos financieros
Detenidos 22 integrantes de una organización que actuaba en el territorio nacional desde 2020
Confiar en las personas equivocadas puede salir muy caro. En el mundo de la inversión, todavía más. La Policía Nacional, junto con funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, ha detenido este jueves en Madrid a 22 integrantes de una banda criminal dedicada a las estafas económicas mediante el método del chiringuito financiero. En la jerga, así es como se le llama a la práctica de crear firmas de inversión fraudulentas al margen de toda supervisión y legalidad que, disfrazadas de un halo de seriedad y verosimilitud, tienen por única función sacar todo el dinero posible a las víctimas. Haciéndolas creer que estaban invirtiendo en productos financieros, los estafadores disfrazaban de pérdidas lo que en realidad era un robo en toda regla, puesto que el dinero no llegaba a ningún producto financiero. En su lugar, recalaba en un entramado de cuentas bancarias que tenía como últimos beneficiarios a los integrantes de la organización.
La organización desmantelada por la denominada “Operación Pocho” llevaba operando desde al menos 2020, según el comunicado hecho público por la Agencia Tributaria. La red tenía operaciones en varias ciudades de España, pero según han detallado a CincoDías fuentes cercanas a la operación, su principal base estaba en una oficina lujosa situada en una localización privilegiada de Madrid. Además, en el extrarradio de la capital, disponían de un call center desde el que captaban a las víctimas a base de llamadas. Ganándose poco a poco su confianza y prometiendo altas rentabilidades, los estafadores captaron, según el comunicado, a 30 personas que perdieron en conjunto 1,5 millones de euros a manos de los delincuentes. Las fuentes consultadas elevan el potencial de afectados a, como mínimo, el doble y al mismo tiempo añaden que el dinero estafado sería superior a esos 1,5 millones de euros. Aunque la táctica del chiringuito es de sobra conocida por las autoridades y lleva años produciéndose, los estafadores perseveran en utilizar este método.
Debido a que los trabajos de instrucción siguen en marcha, las fuentes consultadas no han podido compartir los nombres o marcas bajo los que operaba esta red, pero sí han confirmado a este periódico que, efectivamente, usaban varios nombres distintos. Como es habitual en este tipo de redes criminales, las páginas web empleaban términos relacionados con los mercados financieros y anglicismos para dar una imagen de importancia.
Los detenidos pertenecían a dos grupos interrelacionados y estructurados de forma piramidal con un cabecilla en común, que es uno de los detenidos, según ha informado la Agencia Tributaria. La red operaba fundamentalmente en España, aunque contaba con miembros en el extranjero que proporcionaban la estructura informática. La investigación comenzó en marzo de 2022, tras la denuncia de una víctima que habría sido estafada al contratar un servicio financiero en internet, por el que invirtió 55.000 euros y que perdió tras una serie de operaciones.
Entre los afectados habría gente de toda edad y clase social. Las fuentes consultadas por este periódico apuntan a que hay casos de personas mayores que han perdido sus ahorros de toda la vida. Estas fuentes instan a que toda persona afectada por una estafa acuda a la policía y presente denuncia. Entre los cargos que se pueden imputar a los detenidos están los de organización criminal, estafa y blanqueo de capitales. Ahora, la instrucción pasará a fase judicial. Desde la CNMV no han querido hacer comentarios.
Red de cuentas bancarias y pisos por valor de más de cinco millones de euros
Una vez que las víctimas transferían el dinero a las cuentas bancarias, los supuestos brókeres aparentaban realizar inversiones financieras de compraventa, aunque en realidad los fondos estaban siendo transferidos a cuentas en el extranjero. En ellas, el jefe de la organización blanqueaba los beneficios mediante sociedades interpuestas con las que adquiría inmuebles cuya valoración supera los cinco millones de euros.
Para captar a las víctimas, uno de los grupos de la trama se encargaba de contactar con los potenciales clientes mediante un call center y convencerles ofreciendo grandes beneficios. El segundo grupo se encargaba de contactar posteriormente con ellos para cerrar las operaciones.
Se han llevado a cabo seis registros en domicilios y oficinas en los que se han intervenido más de 30 terminales telefónicos, ordenadores, dispositivos de almacenamiento informático y documentación referente a la actividad financiera. Además, en uno de los domicilios registrados se incautó un kilo de sustancia estupefaciente y diverso material para su venta.
Tras la detención, se ha procedido al bloqueo de cuentas bancarias por importe de más de un millón y medio de euros, así como al embargo de los 13 inmuebles. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones ni nuevos perjudicados.
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