Los bancos centrales aumentan sus críticas a las criptomonedas: “Un sistema autorreferencial” sin futuro
El Banco de Pagos Internacionales resalta los riesgos de estafas y robos, mientras que el sector destaca que las transacciones ilícitas con activos digitales cae un 65% en el primer semestre del año
Resurrección. Tras un 2022 para el olvido, el primer semestre de este año ha sido un año de recuperación para las criptomonedas, con activos como el bitcoin que recuperan el 80% de su cotización en los primeros seis meses del año. Sin embargo, frente al espaldarazo del mercado, las nubes negras vienen ahora de las autoridades, preocupadas por evitar un nuevo ‘caso FTX’. Al cerco que los reguladores estadounidense están trazando sobre las principales compañías del sector, se suman las críticas al ecosistema por parte del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), que tilda al sector de “sistema autorreferencial”.
La organización internacional, conocida como “el banco de los bancos centrales”, destaca en un informe publicado esta semana que los activos digitales no financian ninguna actividad económica real. “Los criptoactivos no han logrado por el momento poner a trabajar la innovación al servicio de la sociedad. El mundo cripto continúa siendo autorreferencial y no financia ninguna actividad económica real”, apunta directamente el BIS.
Los criptoactivos no financian ninguna actividad económica real y pueden exacerbar las “vulnerabilidades” del sistema financiero, según concluye el informe ‘El ecosistema cripto’. En enero de este año, el BIS ya había hecho público un informe en el que llamaba a “aislar a las criptomonedas del comercio”.
La autoridad, con sede en Basilea, asegura que aunque los criptoactivos han replicado “en su mayor parte” los servicios ofrecidos por el sistema financiero tradicional, estos “exacerban vulnerabilidades conocidas” del mismo y pondrían en jaque, por ejemplo, la “soberanía monetaria” en caso de que las grandes tecnológicas emitieran ‘stablecoins’ (divisas digitales ligadas a una moneda fiduciaria como el euro o el dólar). Además, el BIS apunta que crisis como la caída de FTX demuestran que no solo se replican patrones de la banca tradicional, sino que esto está agravado por la falta de controles internos y la normativa laxa en el sector.
Estafas ¿a la baja?
En el centro de las críticas del BIS destacan los riesgos de fragmentación y congestión debido a las cadenas de bloques, o blockchain, que están en el núcleo de la operatoria cripto. El problema, apunta el regulador, es que esto ha generado un aumento en las estafas de alto nivel, donde destacan “vulnerabilidades” de seguridad derivadas de la debilidad en la gobernanza de la red. A la vez, destacan los riesgos de que los inversores sean estafados o timados por nuevos proyectos sin sustentos.
Sin embargo, los temores de la autoridad parecen ir en contra del análisis del sector, que destaca la caída sostenida en los niveles de estafa. Nuevos datos de la agencia Chainalysis destacan que “los esfuerzos de los sectores público y privado están dando sus frutos”. En ese sentido, se destaca que las transacciones ilícitas utilizando criptoactivos cayó en 2023 un 65% en comparación al primer semestre del año pasado.
Hasta junio, los estafadores de criptomonedas se han llevado casi 3.300 millones de dólares menos en 2023 que en 2022, con un techo de poco más 1.000 millones de dólares en el año, afirma el estudio semestral de esta firma. Los analistas destacan que esta baja pronunciada es aún más relevante en un contexto de revalorización de los principales activos. Hasta ahora, el alza de los precios se traducía en mayores estafas y casos de fraude por el aumento en el interés por parte de los inversores y, explican desde la compañía, el FOMO (siglas en inglés de fear of missing out, o miedo de quedarse fuera).
“El sistema financiero existente no está funcionando para la mayoría de las personas (1.400 millones de personas siguen sin bancarizarse en todo el mundo)”, apunta Kim Grauer, directora de investigación de Chainalysis, a CincoDías, contrarrestando los comentarios de los bancos centrales. “Independientemente de los delitos, que se pueden cometer tanto en el sector cripto como en el financiero, debemos abogar por un mejor ecosistema financiero y más seguro sin limitar la innovación”, comenta para defender el valor añadido del sector.
Sin embargo, el descenso de este año es posiblemente más notable porque se produce en un momento en el que los precios de los criptoactivos están subiendo. Por lo general, los movimientos positivos de los precios se traducen en mayores ingresos por estafas, probablemente porque el aumento de la exuberancia del mercado y el FOMO hacen que las víctimas sean más susceptibles a las estafas de los estafadores.
De hecho, Chainalysis destaca en su estudio semestral que el ransomware —un tipo de ataque informático que encripta los datos para solicitar un rescate a cambio de liberarlos — es la única forma de delincuencia que aumenta en 2023. En el año, este tipo de extorsión alcanza los 449 millones de dólares.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días