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El sector exportador pide recuperar incentivos fiscales y una rebaja de cotizaciones para no perder competitividad

La organización que defiende los intereses de los exportadores españoles considera necesario volver a la exención del 100% de los dividendos y plusvalías generadas en el exterior

CINCO DÍAS
Puerto de Algeciras exportaciones
Descarga de contenedores en el Puerto de Algeciras.JUNTA DE ANDALUCÍA

El Club de Exportadores e Inversores ha elaborado un documento que analiza la situación actual y los retos del sector exterior de la economía española, y formula una serie de recomendaciones y propuestas para su avance y mejora.

Según el documento, la internacionalización no es hoy por hoy una verdadera política de Estado en España. El presupuesto de ICEX, que se redujo muy sustancialmente tras la crisis financiera apenas ha crecido desde entonces; hay notables dificultades para que los departamentos e instituciones públicas que se dedican a promover la internacionalización aumenten sus recursos.

La productividad en la economía española está estancada desde hace años y el World Competitiveness Index destaca el deterioro del “government efficiency” de España, que ha pasado del puesto 38 en 2018 al 50 en 2022. Considera que para volver a ganar competitividad, es necesario reducir la carga administrativa y burocrática fiscal de las empresas exportadoras, aumentar la seguridad jurídica, y que las actuaciones de inspección se hagan acordes con la letra y el espíritu de la Ley.

Medidas fiscales

El Club de Exportadores subraya que “la política fiscal supuso en el pasado un muy importante estímulo para la internacionalización de las empresas españolas, y hoy día esa misma política está desincentivando la actividad internacional”.

El documento señala que es necesario recuperar los incentivos fiscales que han desaparecido, y que muchos competidores mantienen. Conviene asimismo estudiar la conveniencia de reducir las cotizaciones sociales, que suponen aumentos de costes, y sustituirlas por pequeños aumentos de IVA, que no deterioran la competitividad empresarial.

En este ámbito fiscal, la organización que defiende los intereses de los exportadores españoles considera necesario volver a la exención del 100% de los dividendos y plusvalías generadas en el exterior, así como reintroducir la deducibilidad de la renta negativa procedente de establecimientos permanentes en el extranjero en el propio periodo impositivo, para equipararse a los socios comunitarios, o que se admitan fiscalmente en España facturas de gastos que son legalmente emitidas desde otros países (aunque no cumplan con todos los requisitos formales españoles).

En el ámbito financiero, según el Club, “los instrumentos de apoyo financiero españoles son muy parecidos a los de nuestros competidores, pero con menos presupuesto y agilidad y más trabas para ser utilizados en muchas economías emergentes”. Es cierto que se han producido avances en temas como nuevas pólizas de seguro, o la reintroducción de subvenciones para que países en vías de desarrollo hagan estudios de viabilidad, pero es preciso avanzar más.

Así propone usar el concepto “made by Spain” en lugar del tradicional “made in Spain” para determinar que operaciones de empresas españolas se financian y su importe. Aumentar significativamente los techos de cobertura por país y operación, dejando más autonomía a Cesce para aprobar operaciones por cuenta del estado, en países donde otros países competidores tienen cobertura.

El documento hecho público hoy, que ha sido elaborado por los expertos del Comité de Reflexión sobre Internacionalización del Club, comienza por exponer las debilidades de la exportación española, como es el hecho de que está concentrada en muy pocas empresas: los exportadores regulares son 57.000, pero las 1.000 mayores exportadoras aglutinan el 67% del total, porcentaje que se ha mantenido así desde hace un cuarto de siglo. Además, subraya el Club, “solamente el 6,8% de la exportación española corresponde a productos de tecnología elevada, frente al 17,7% de la UE”.

El tercer problema es que la distribución geográfica de la exportación está excesivamente concentrada en los países europeos, que absorben el 73% de las ventas españolas al exterior El documento presentado sostiene que “diversos estudios demuestran que las empresas medianas tienen mucha más propensión a exportar que las pequeñas. Si el tamaño de las pymes españolas fuera igual al de las alemanas, la exportación española aumentaría al menos un 24%”.

Por ello considera preciso promover el aumento de tamaño medio de la pyme española, favoreciendo fiscal y financieramente fusiones y adquisiciones que supongan un incremento de su tamaño, así como elevar los umbrales de declaración trimestral de impuestos (por ejemplo, de 6 a 20 millones) y de creación de comités de empresa.

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