El Banco de España afirma que el ahorro acumulado no impulsará el consumo en lo que queda de año

El 80% de los recursos adicionales embalsados hasta el cierre de 2022 se han destinado a vivienda, pago de deudas, depósitos y fondos de inversión

Sede del Banco de España, en Madrid.PABLO MONGE

El ahorro embalsado durante la pandemia ha sido uno de los factores que han explicado el buen comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el último año, según el consenso de los expertos. Pese a la invasión de Ucrania, el endurecimiento de los tipos de interés o la carestía energética, la economía española seguía revisando al alza. El Banco de España estima que, solo en depósitos bancarios, los españoles aún conservan 50.000 millones de euros en ahorro extraordinario. Sin embargo, la institución afirma que “no cabe esperar que esta bolsa de ahorro proporcione un impulso muy significativo al consumo en los próximos trimestres”. El supervisor augura que, debido al aumento de los tipos de interés que la encarece, gran parte de esos recursos adicionales se destinarán al pago de deuda.

El Banco de España ha publicado este lunes un informe que indica que el aporte que dio esa balsa al consumo de bienes y servicios fue mínimo. De hecho, la institución estima que casi todos los recursos adicionales se han destinado a fondos de inversión, depósitos bancarios, la compra de vivienda y el pago de deudas hipotecarias.

En concreto, el 80% del exceso de ahorro extraordinario generado entre principios de 2020 y finales de 2022 se destinó a la adquisición de activos financieros (fundamentalmente en fondos de inversión por valor de un 6% de la renta bruta disponible y en depósitos en un 6,2%) y, sobre todo a partir de 2021, a formación bruta de capital (lo que incluye la compra y rehabilitación de vivienda) y al pago de los préstamos hipotecarios, estima el informe.

Más riqueza, aunque desigualmente repartida

A partir de 2021, la incertidumbre pandémica se fue diluyendo, lo que movilizó parte de los ahorros que se habían destinado a los activos más líquidos (por ejemplo, a los depósitos del banco) hacia la inversión en vivienda. En aquella época los tipos de interés se encontraban en mínimos históricos, los hogares comenzaban a recuperar la renta perdida tras la pandemia y, según destaca el Banco de España, el confinamiento hizo palpable un cambio de preferencias habitacionales. Estos factores han impulsado la compraventa de vivienda, que aumentó un 14,7% en 2022 hasta rozar las 650.000 operaciones, su mayor cifra en 15 años.

Esta mejora en el ritmo de adquisición de vivienda ha aumentado la riqueza neta de los españoles. La institución indica que el incremento sería de en torno al 8,5% por la revalorización que han tenido las casas, que han aumentado su precio en torno a un 14% entre finales de 2019 y el cierre de 2022.

En torno a un 70% de la riqueza bruta de los hogares son activos inmobiliarios, por lo que las variaciones en sus precios afectan de forma significativa al valor del patrimonio neto de los hogares. No obstante, la distribución del ahorro extra que ha permitido aumentar los activos inmobiliarios se ha conformado de manera desigual.

En este sentido, casi el 75% de los recursos adicionales generados entre 2020 y 2022 se encuentra en manos de las rentas más elevadas, según las estimaciones del Programa de Estabilidad del Gobierno.

Las rentas más bajas, por el contrario, fueron las más afectadas por los confinamientos, ya que las actividades laborales que son más habituales entre estos grupos de renta son las más dependientes de la movilidad, como la hostelería. La institución indica que en 2020 el 20% de los hogares con menor rentas apenas pudieron aglutinar ahorro extraordinario y no sería hasta 2021 que estas rentas pudieron acumular ahorro, por la recuperación de sus ingresos.

La balsa de la pandemia

Formación. Durante la fase más aguda del confinamiento el consumo cayó por encima del 12%, más de lo que descendió la renta. Este aguante estaba, en parte, sostenido por las ayudas públicas, según analizó en febrero la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.

Merced a esa brecha, el flujo del ahorro llenó las carteras españolas hasta situar la tasa en un promedio del 15,6% sobre la renta bruta disponible entre 2020 y 2021, frente a una media del 6,7% antes de la pandemia. 

100.000 millones. El Banco de España estima que a finales de 2022 el ahorro extraordinario se redujo hasta el 14% de la renta bruta disponible (unos 100.000 millones de euros), desde el 16% de finales de 2020. 

Inflación. La institución indica que el aumento del IPC ha erosionado en más de un 10% el poder de compra de los fondos adicionales.

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