Valencia, primera ciudad española en probar la jornada laboral de cuatro días
El ayuntamiento impulsa un proyecto piloto para medir el impacto en la economía y en la productividad, movilidad y ocio
Valencia será la primera ciudad española en probar la jornada laboral de cuatro días. A partir de próximo lunes, 10 de abril, el ayuntamiento pondrá en marcha un proyecto piloto para comprobar el impacto de la aplicación y las consecuencias en la productividad, en el ocio, la movilidad, la economía y la salud de las personas de trabajar 32 horas semanales. La experiencia se suma a otras parecidas llevadas a cabo en varios países, entre ellos Lituania, Reino Unido, Nueva Zelanda, Alemania, Suecia, Islandia, Portugal o Japón.
La fecha elegida para iniciar el experimento coincide con tres lunes festivos consecutivos y por el traslado de una festividad de enero a este mes. Así, las semanas del 10 de abril (Lunes de Pascua), 17 de abril (San Vicente Ferrer), 24 de abril (por el 22 de enero, San Vicente Mártir) y 1 de mayo (Día del Trabajo) serán solo de cuatro días laborales, coincidiendo estas semanas con tres
La propuesta ha partido de un proceso de diálogo con los sectores implicados: sindicatos, empresas, entidades vecinales, instituciones y otros agentes sociales; si bien el consistorio que hacer la prueba y estudiar “qué pasa” con datos cuantitativos y objetivos. Para ello, el centro de innovación Las Naves del Ayuntamiento evaluará los resultados para disponer de las conclusiones de esta prueba a partir del 20 de julio.
El alcalde, Joan Ribó, ha señalado que Valencia es referente europeo en innovación y esta es una experiencia innovadora. “Queremos una ciudad amable, saludable, que cuide de las personas. Queremos que las personas trabajen para vivir, no que vivan para trabajar”, dijo el pasado 24 de marzo durante el lanzamiento de una campaña informativa sobre la jornada laboral de cuatro días.
Estudio de tres grandes ámbitos
A partir del programa piloto, se estudiarán tres grandes ámbitos: la salud y el bienestar social, la emergencia climática y la economía. En concreto se analizarán cuestiones como los usos del tiempo, la conciliación de la vida laboral, la sensación de bienestar, el descanso, el impacto de la medida sobre los gases de efecto invernadero, la calidad del aire, el silencio, el consumo energético, el tráfico, la red pública de transporte, el turismo de interior, la hostelería, el comercio y las compras en comercios y tiendas, entre otras cuestiones.
Según el alcalde, la pandemia generó la posibilidad de trabajar a distancia, ayudados por los avances tecnológicos, y trajo un cambio de concepción en la manera de trabajar, distinta a la presencialidad.
La lucha contra el cambio climático ha introducido otro factor para intentar reducir las emisiones contaminantes con un menor número de desplazamientos diarios que también favorece ese cambio de cultura hacia otras formas de trabajar.
“Soy optimista y ahora nos toca dar un paso más”, como se ha hecho con la peatonalización de espacios en el centro de la ciudad, donde se ha demostrado que la reducción en el tráfico de vehículos no merma las ventas de los comercios, según el alcalde.
Ayudas para la reducción de jornada
Para “estimular” la reducción de la jornada, en la Comunidad Valenciana la Consejería de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo ofreció ayudas a las empresas para su aplicación, sin que afectara a los salarios del personal.
Para 2022 ofreció ayudas de más de 9.000 euros a las empresas por cada trabajador que se sumara a la jornada de 32 horas, siempre con un acuerdo previo con la representación legal del empleado y un plan de mejora de la productividad.
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