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Fin a la congelación de precios en los aeropuertos: la CNMC permite subir un 6,44% las tarifas de Aena para 2026

La compañía pública saca adelante su propuesta, ante la oposición de las aerolíneas, lo que supondrá ingresos extra por 224 millones

Javier F. Magariño

Las tarifas de Aena para el próximo ejercicio van a tener prácticamente el incremento pretendido por el gestor aeroportuario. La CNMC ha otorgado un alza del 6,44% frente al 6,62% requerido por Aena, lo que en definitiva rompe con los diez años en que la pública ha tenido la aspiración máxima de congelar los precios que cobra a las aerolíneas por operar en la red de aeropuertos. Aena ha señalado ante la CNMV que el incremento frente a las tarifas de 2025 se traduce en 67 céntimos por viajero, incluidos “43 céntimos por cantidades no percibidas en 2024″.

Las tarifas se cargan a los viajeros, son recaudadas por las compañías aéreas con la venta de billetes, y soportan los costes operativos (bajo criterios de eficiencia) e inversiones de Aena por la actividad aeronáutica o regulada. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Iata y Ryanair interpusieron conflicto frente a las pretensiones de Aena, requiriendo una mayor contención en los precios. En un ejercicio en que se esperan 334 millones de pasajeros, el alza que Aena saca adelante se traduce en unos 224 millones de euros en ingresos adicionales.

Entre 2015 y 2025 ha imperado una restricción legal, en virtud de la Ley 18/2014, que limitaba el aumento de las tarifas al referido 0%. Ese corsé impuesto en tiempos de la popular Ana Pastor en el Ministerio de Fomento ha decaído y tampoco va a determinar la senda tarifaria del próximo quinquenio regulado, 2027-2031, para el que Aena prevé una inversión de 10.000 millones en la actividad aeronáutica. La montaña de proyectos de ampliación de terminales y pistas supone multiplicar casi por cinco el actual nivel de inversión anual, fijado en 450 millones. El pasado día 13, en la votación en el Congreso de las enmiendas al Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, el Gobierno y sus socios de investidura tumbaron la propuesta del PP de que se impusiera a Aena un nuevo periodo transitorio con congelación tarifaria.

Aena cobra un importe a las aerolíneas (distinto en cada aeropuerto en función de sus características) por la utilización de pistas, terminales, pasarelas, puntos de estacionamiento de aviones, servicios de seguridad en los controles de viajeros, etcétera. Con una subida media del 6,44%, el Ingreso Máximo por Pasajero Ajustado (IMAAJ) aplicable por Aena ascenderá a 11,02 euros de media por pasajero, desde los 10,35 euros que se cobra en este 2025 tras la congelación que impuso el supervisor (Aena propuso sin éxito un incremento del 0,54%). La operadora de Barajas y El Prat pretendía un IMAAJ de 11,03 euros para 2026, con lo que se ha dejado apenas un céntimo sobre su planteamiento inicial.

Desde el pasado verano se daba por descontado que habría mínima variación sobre los cálculos tarifarios de Aena a la vista de que la CNMC ya había revisado un componente crítico que puede hacer oscilar las tasas, el conocido como índice P. Este recoge los precios de servicios que escapan de la gestión directa de Aena, pero que impactan de lleno en su actividad, como son los salarios del personal público, los costes del control aéreo, de la energía eléctrica o los impuestos. Aena había aplicado correctamente las evoluciones de esos costes, recogidas de tablas oficiales, y su traslación a las tarifas que comenzarán a aplicarse el 1 de marzo de 2026.

El índice P recoge una corrección al alza del 1,1%, el mismo que propuso Aena. Otro 0,44% responde a la mejora en los estándares de calidad del servicio (parámetro B de la tarifa), que supervisó la Agencia de Seguridad Aérea (Aesa) y que ha aceptado la CNMC.

La norma obliga a Aena a correr con el riesgo derivado de las previsiones de tráfico y con desviaciones de costes, salvo excepciones previstas en la ley. Para 2026 se le ha permitido incluir en las tarifas aeroportuarias la recuperación de costes derivados del Covid-19 y de los que tuvo por su colaboración con el control fronterizo, lo que suma 0,013 euros por viajero en favor de Aena. También ha pesado en el alza la recuperación de ingresos previstos y no materializados en 2025.

Corrección en el tráfico

Sobre la habitual disputa entre la pública y las aerolíneas por el tráfico esperado en los aeropuertos, el gestor aeroportuario llegó al periodo de consultas de las tarifas de 2026 con una previsión de subida del 1,4%, lo que situaba la actividad esperada en 323 millones de pasajeros el próximo año. Las compañías, por su parte, han sostenido que la evolución será del 5,6%, subiendo a 334 millones de pasajeros. El volumen de tráfico previsto es esencial para la fijación de precios, y la CNMC se ha quedado con los 334 millones basándose en cálculos de Eurocontrol.

El impacto de este ajuste en las tarifas para 2026 es apenas de un 0,2%, pero desde ALA se estima muy relevante ante la proximidad del tercer quinquenio regulado. El tráfico de 2026 sirve de base a las proyecciones de precios del periodo 2027-2031. “Desde ALA seguimos insistiendo en que los niveles de tráfico actuales y el nivel de eficiencia alcanzado por Aena debería permitir una senda tarifaria de nuevas bajadas durante el Dora III sin renunciar a las inversiones ya anunciadas”, ha señalado el colectivo de aerolíneas.

La CNMC remarca esta mañana que la congelación tarifaria durante los periodos regulatorios de 2017 a 2021 y de 2022 a 2025, ha conseguido la estabilidad de los precios en los aeropuertos. Con ello se cumplió el doble objetivo de alimentar el tráfico aéreo y el turismo tras el paso de la crisis financiera, y dotar de un horizonte estable a las aerolíneas una vez que entró el capital privado en Aena con la salida a Bolsa en febrero de 2015.

Solo en 2023 se produjo un importante salto tarifario, del 4,09% y que acabó judicializado, motivado esencialmente por el efecto de la inflación en los costes energéticos. Entonces el índice P tuvo una subida del 3,5% aprobada por el Gobierno.

Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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