La banca privada del Santander acelera en inversión inmobiliaria y adquiere el centro comercial sevillano AireSur
Los clientes de la división Sprea del banco, junto a la gestora Rívoli, ultiman la adquisición del activo por 80 millones y se convierte en la cuarta compra conjunta


La alianza entre la gestora inmobiliaria Rivoli y el Santander se consolida. Ambos socios van a adquirir conjuntamente su cuarto activo, en este caso el centro comercial sevillano AireSur por más de 80 millones de euros, confirman dos fuentes conocedoras del proceso de venta. Se trata, de nuevo, una operación en el que la mayor parte del capital procede de los clientes de altos patrimonios asesorados por Santander Private Banking Advisory (Sprea).
El fondo estadounidense CBRE Investment Management (CBRE IM) inició un proceso de venta en abril de AireSur, en una operación encargada como intermediarios a la consultoras CBRE y Savills. Este activo es uno de los grandes centros de Andalucía. Ubicado en el municipio de Castillejo de la Cuesta, a las afueras de la capital andaluza, fue durante más de una década el mayor de este tipo de complejos de la provincia hasta que se inauguró en septiembre de 2019 su competidor Lagoh ―promovido por la inmobiliaria Lar España―.
El centro comercial fue abierto en 2004 y CBRE IM lo adquirió en 2015 a Grupo Lar por 75 millones. Dispone de una extensión de 140.000 metros cuadrados y 42.000 de superficie bruta alquilable. El activo de Castillejo cuenta con un Mercadona como supermercado ancla, además de 74 tiendas, entre las que se encuentran Ikea, Zara, H&M, Bershka, Pull & Bear, Mango o Women’secret. Además, dispone de 2.750 plazas de aparcamiento.
Dentro de esta actividad de adquisiciones inmobiliarias, el banco se asoció con la gestora española de activos Rivoli, que con dinero mayoritariamente de esos clientes de banca privada del Santander han realizado hasta ahora tres operaciones de compra en el sector de los centros comerciales. Así, en 2024, esta alianza cerró la adquisición de Moraleja Green en el municipio madrileño de Alcobendas por 65 millones de euros. En febrero de 2025 cerró la segunda transacción, concretamente al hacerse con el 50% en venta del icónico Madrid Xanadú por alrededor de 200 millones. Y, por último, este verano se hacía con Ballonti, complejo ubicado en Portugalete (Vizcaya), por 128 millones.
Para este último centro del País Vasco, Rivoli decidió convertir la empresa propietaria de ese activo en una socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario), tal como avanzó este diario hace un mes, a la que denominó Rivoli Ballonti Retail y que cotizará en Portfolio Stock Exchange.
La entidad presidida por Ana Botín cuenta con la división Santander Private Banking Advisory (Sprea), que asesora a altos patrimonios sobre diversas inversiones, entre ellas el inmobiliario. Desde el banco no realizan comentarios. Otras entidades financieras como Bankinter han utilizado este tipo de vehículos para estructurar las inversiones de sus clientes de altos patrimonios. El banco presidido por María Dolores Dancausa ha levantado más de 2.300 millones de sus grandes clientes para invertirlos en ladrillo a través de varias empresas que ha constituido específicamente. Así han surgido socimis como Montepino (inmuebles logísticos), Atom (hoteles), Ores (centros comerciales) o Palatino (viviendas en alquiler).
El vendedor
CBRE IM es uno de los grandes inversores inmobiliarios en el mundo. En España, igualmente se ha convertido en uno de los players fundamentales del mercado, con relevantes transacciones y creación de carteras en distintos sectores como la vivienda en alquiler (por ejemplo a través del vehículo Nestar), logística, residencias de estudiantes (fue copropietario de Resa), oficinas y centros comerciales.
Entre este último tipo de activos comerciales, el fondo de Nueva York ha sido propietario de H2O en Rivas Vaciamadrid, Parc Central en Tarragona, Moraleja Green en Alcobendas, ABC Serrano de Madrid, Parque Principado en Asturias, Alcalá Magna en Alcalá de Henares, Ribera del Xuquer en Carcaixent (Valencia) y Gran Vía de Vigo, entre otros. Además, mantuvo una alianza con la firma portuguesa Sonae Sierra con la que controló activos como Gran Casa en Zaragoza, Max Center de Barakaldo y Valle Real en Santander.
La operación de adquisición de AireSur, que se prevé cerrar antes de final de año, es solo la última en una actividad de compraventa de centros comerciales muy activa en estos pasados años. Entre las operaciones en marcha, la familia Balkany ha contratado a BNP Paribas y Morgan Stanley con el objetivo de vender nueve activos, entre ellos La Vaguada, Gran Vía 2 o Plaza Norte 2, en lo que puede convertirse en una de las mayores operaciones inmobiliarias de 2025 y de los últimos años. La saga familiar podría embolsarse alrededor de 1.600 millones en la transacción, como avanzó este diario el pasado mes.
En la actualidad, los activos comerciales vuelven a tener interés para los grandes inversores en España, después de que se hayan ido superando las dudas que llegaban del modelo estadounidense de este tipo de centros por la alta densidad en aquel mercado. Otra operación en marcha es la compra de Abadía en Toledo, el mayor parque comercial de Castilla-La Mancha, por parte del fondo neerlandés Redevco por 105 millones.
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