Air Europa cierra la entrada de Turkish con un 26% y adelanta la devolución del rescate de 475 millones a la SEPI
La inversión de 300 millones valora el total de la aerolínea en 1.175 millones. IAG mantendrá el 20% del capital

Punto final a uno de los episodios corporativos más intensos que se recuerda en el sector aéreo español. Air Europa ha culminado el pacto anunciado en agosto con Turkish Airlines, por el que la aerolínea turca tomará el 26% del capital de la española a cambio de 300 millones. La operación valora a la compañía de Globalia en 1.175 millones, 175 millones por encima de lo que IAG acordó pagar por el 100% de Air Europa justo antes de la pandemia, en una transacción que acabó en vía muerta tras buscarse la integración de Iberia y Air Europa en el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde ambas seguirán compitiendo.
Turkish Airlines va a ser segundo accionista de Air Europa, por detrás de la familia Hidalgo, que controlará la empresa con el 54% a través de Globalia. El acomodo de la otomana se lleva a cabo a través de un préstamo canjeable que se intercambiará por la citada participación cercana al 26%. IAG, por su parte, conservará su paquete actual del 20% mediante la compra de acciones a Globalia. El consejero delegado del conglomerado de aerolíneas, Luis Gallego, adelantó el mes pasado a este periódico que defendería su posición con una inversión de unos 55 millones.
La transacción, según Air Europa, supone un hito al reunir en el mismo capital a tres actores importantes del sector aéreo: IAG, Turkish y la propia Air Europa, segunda aerolínea española de red tras Iberia. Globalia se ha apresurado a subrayar que el capital español se mantendrá al frente de la compañía, con lo que se garantizan las conexiones aéreas entre España y Latinoamérica. Se trata de música afinada para los oídos del Gobierno. Otra clave es la del destino de los fondos captados: cancelar de forma anticipada la financiación pública por 475 millones que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) concedió a Air Europa para soportar el azote de la pandemia. La empresa, a la que se le estaban atragantando los intereses, utiliza para la amortización recursos propios y los 300 millones pagados por su nuevo accionista.
Para el Ejecutivo resulta vital, tanto en el plano político como en el económico, recuperar el que fue el mayor salvavidas en la pandemia a una compañía estratégica. El Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) desplegó ayudas 2.681 millones entre 28 empresas hasta el verano de 2022, y tiene 1.844 millones por cobrar de 21 de ellas hasta noviembre de 2026 (en algunos casos los vencimientos se extienden hasta 2029), por lo que la financiación a Air Europa suponía el 25,7% del saldo vivo de los rescates. Este apoyo, auditado y con fuertes garantías aportadas por Globalia, ha llegado a poner contra las cuerdas al Gobierno al coincidir su concesión con la relación profesional mantenida entre Javier Hidalgo (entonces CEO de Globalia) y Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez. También por la intervención en las negociaciones del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y del comisionista Víctor de Aldama, investigados por la trama de las mascarillas. La familia Hidalgo siempre ha rechazado haber recibido trato de favor.
La entrada de Turkish Airlines, participada en un 49,12% por el Estado turco, está teniendo también un discreto tránsito por la senda administrativa, precisando el visto bueno del Ejecutivo, a través de la Junta de Inversiones Extranjeras (Jinvex), al tratarse de la toma de más de un 10% en una empresa considerada estratégica. El Consejo de Ministros vetó en agosto del año pasado la oferta pública de adquisición (opa) del consorcio húngaro Ganz Mavag sobre Talgo por motivos de seguridad nacional. En este caso, Turkish no ha sonado a amenaza al no poder aspirar a más del 50% del capital de una aerolínea comunitaria en virtud de la normativa de propiedad y control, que blinda la mayoría del capital en manos de inversores de la UE.
Punto de apoyo
Con Air Europa fuera de los grandes grupos europeos de aerolíneas, la irrupción amistosa de un jugador como Turkish en su capital servirá para asegurar el acceso de la empresa que preside Juan José Hidalgo a nuevos aviones. Air Europa, con 57 aparatos (28 de fuselaje estrecho y 29 para el largo radio), pasó dificultades para amarrar sus arrendamientos durante la crisis sanitaria y aún le cuesta desarrollar su flota ante la escasez de oferta en el mercado. Ahora espera la llegada de 18 B737 MAX y negocia órdenes para seguir creciendo en la larga distancia. Tener detrás a Turkish ayudará.
Otra palanca que pretende activar la firma de Globalia es la del mantenimiento de aviones, maximizando el uso de su hangar de Madrid-Barajas, abierto en enero de 2024. Turkish se dispone a traspasar conocimiento en esta área de negocio y tendrá en su participada una plataforma en el Mediterráneo occidental para atender a su flota.
La compradora ha explicado en las últimas semanas que estar en Air Europa, aunque sea con un paquete minoritario, fortalecerá su posición en la industria y servirá para crear un puente entre América Latina y España con Turquía. La turca ha estado asesorada en este proceso por BNP y Pérez-Llorca, mientras que Air Europa ha contado con el consejo de PJT Partners y Latham&Watkins.
La consumación de la venta del paquete a Turkish Airways pone fin a años de intentos fallidos para colocar capital de la aerolínea española. Iberia fue una de las más interesadas por comprar y lanzó una primera ofensiva sobre la aerolínea de Globalia en octubre de 2019. Fue como reacción a conversaciones avanzadas por parte del holding de los Hidalgo para vender a Air France, uno de los principales rivales de IAG y de la propia Iberia por el tráfico entre Europa y América.
Un año después, llegó la pandemia y el referido rescate público de Air Europa. Aquel primer asalto de Iberia fue congelado en 2021 ante las fuertes reticencias de la Comisión Europea. En 2023, IAG volvió a intentar hacerse con el 80% del capital que no controlaba (como primer paso se hizo con un 10% por 100 millones), pero abandonó su propuesta en 2024, y de nuevo ante la exigencia por parte de la dirección general de Competencia de la UE de fuertes concesiones de rutas y posiciones en aeropuertos (slots) a los rivales.
Tras el paso atrás de IAG, fueron varios los interesados en entrar en Air Europa, entre ellos la alemana Lufthansa y Air France-KLM. Todas se retiraron de las conversaciones tras no llegar a acuerdos con la familia Hidalgo, ni en el precio ni en el porcentaje de capital. La familia fundadora siempre quiso quedarse el control y más del 50% del capital, quizás a la espera de una revalorización de la compañía, de la mano del buen momento que atraviesa el sector aéreo, para futuras desinversiones. Tras los dos abandonos, el camino quedó libre para Turkish Airlines.
Las negociaciones con la que es una de las mayores compañías aéreas del mundo comenzaron antes del verano, bajo la supervisión de Javier Hidalgo, hijo del fundador. Tras la aceptación de una oferta vinculante lanzada por Turkish, se ha completado la estructuración de la operación, que supondrá una inyección inmediata de fondos mientras llegan las aprobaciones regulatorias y de competencia. Lo principal es comprobar que este movimiento no entra en colisión con el reglamento 2022/2560 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las subvenciones extranjeras que distorsionan el mercado interior.
Casi 100 millones en intereses
Air Europa reintegra ahora los préstamos ordinario y participativo con la SEPI, así como los intereses devengados. A lo largo de este periodo, la compañía ha abonado al Estado cerca de 70.000 euros diarios en concepto de intereses, lo que supone un total de más de 97,2 millones. Para la SEPI es un 20% adicional sobre el capital prestado.
“Tras liquidar, el pasado mes de mayo, los 141 millones de euros con sus respectivos intereses del préstamo bancario, recibido en mayo de 2020, con participación y aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Air Europa cierra ahora una importante etapa en el proceso de desapalancamiento financiero abordado en los últimos años, confirmando el acierto en la estrategia de gestión”, ha destacado la empresa.
Los 475 millones en dinero público fueron esenciales no sólo para garantizar la recuperación completa de la actividad tras la pandemia, sino también “para generar un retorno muy positivo en la actividad económica nacional”, se subraya en Air Europa, que logró salvar sus 4.000 puestos de trabajo y crear otros 600 nuevos.
