Blackstone cobró dividendos de Cirsa por 243 millones antes de la salida a Bolsa
Directivos y algunos empleados poseerán acciones por valor de 91 millones de euros tras el debut en el parqué


Blackstone, todavía propietario del 100% de la compañía de juego Cirsa, ha aprobado en los últimos meses el cobro de dos dividendos por 242,6 millones en los meses previos a la salida a Bolsa, que prevé ejecutar el próximo miércoles 9 de julio.
El primero de ellos lo aprobó a la conclusión del ejercicio 2024, por un montante de 230,9 millones, como refleja el folleto de la operación, entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se trata del mayor aplicado desde que se hizo con el control de la firma española en 2018.
En concreto, se trató de un dividendo por la vía de la devolución de la prima de emisión. Desde Cirsa se detalla que el importe entregado a su accionista ha ido a parar a la amortización de parte de una emisión de bonos lanzada en enero de 2024 por una de las varias sociedades luxemburguesas a través de la que Blackstone controla la compañía. En concreto, los fondos han ido a cancelar un tramo que incluía un pago en especie o PIK, según se explica desde el grupo de juego.
A esa cantidad hay que sumar un dividendo adicional de 11,65 millones de euros entregado en el primer trimestre de este año, de nuevo, a través de la distribución de la prima de emisión.
Desde que Blackstone adquirió el 100% del capital de Cirsa en 2018, la entrega de dividendos por parte de esta siempre ha sido mediante la misma fórmula. Incluidos los dos de los últimos meses, la compañía de juego ha devuelto 480 millones de euros a su accionista a través de la distribución de la prima de emisión,
Con la entrada de nuevos inversores que llegarán con la salida a Bolsa, Cirsa sí se ha comprometido a una retribución estable a sus futuros accionistas. “Es la intención de la compañía repartir dividendos en efectivo en el futuro de forma prudente”, dice el folleto. La compañía de juego se compromete a pagar en 2026 su primera retribución, con cargo a los resultados de 2025, por la cantidad equivalente al 35% del beneficio neto ajustado.
Inversiones en la alta dirección
Algunos de esos inversores serán directivos, actuales y antiguos, así como determinados empleados del grupo, que recibirán algo más de seis millones de títulos, que a los 15 euros en los que Cirsa empezará a cotizar, están valorados en 91 millones de euros.
En realidad, no recibirán nuevas acciones, sino que se trata de una conversión de los títulos que estos ejecutivos tenían en LHMC Topco, la sociedad última del holding en el que Blackstone estructuró la empresa. Como parte de la operación de salida a Bolsa, dichas acciones se cancelarán y pasarán a la sociedad LHMC Midco. Esta sacará a cotización el próximo miércoles 53,3 millones de euros en acciones ya existentes, y esos fondos los utilizará para pagar los gastos tributarios y administrativos vinculados a esa transformación de acciones.
Dichos títulos equivaldrán al 3,6% de las acciones de Cirsa. Un 1,3% los tendrá el presidente ejecutivo, Joaquín Agut, valorados en 34 millones de euros; y un 0,7% estarán en manos del consejero delegado, Antonio Hostench, con un valor de 16,7 millones en el de Hostench.
La CNMV aprobó y publicó ayer el folleto de emisión de la salida a Bolsa de Cirsa, la segunda del año tras la protagonizada por HBX. El grupo de juego se valora en 2.520 millones de euros, sobre la base de un precio de 15 euros por acción.
La operación se divide en dos. Por un lado, la ejecución de una oferta de suscripción de 26,6 millones de nuevas acciones, con las que aspira a conseguir unos 400 millones de euros brutos, lo que 375 millones netos, que Cirsa utilizará en su mayor parte para amortizar deuda, que a cierre de mayo era de 2.312 millones de euros. Este tramo lo abordará Cirsa Enterprises SA. La segunda parte es la mencionada emisión de acciones existentes por 53,3 millones para cubrir los gastos de los altos directivos.
Blackstone pasará a ostentar el 78,4% del capital, con un free float del 18%, sin tener en cuenta la opción de sobreasignación. Esta, encomendada a Morgan Stanley, contempla la adquisición de 4,5 millones de acciones adicionales, lo que elevaría el tamaño máximo de la oferta a 521 millones de euros, cantidad que equivaldría al 20,6% del valor del capital resultante.
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