Aena llama a las aerolíneas chinas a multiplicar por seis su tráfico en Barajas y El Prat
El plan prevé 1,5 millones de viajeros en 2026 y persigue un objetivo de cinco millones, desde los 878.000 del año pasado


China vuelve a estar en el radar de Aena como mercado con fuerte margen de crecimiento para los dos principales aeropuertos de la red española, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. El operador ha trazado un plan que debería llevarle a alcanzar 1,5 millones de viajeros hacia o desde el mercado chino en 2026. La cifra duplica la obtenida antes de la pandemia, en 2019, y está un 71% por encima de los 878.000 pasajeros contabilizados entre las dos infraestructuras el año pasado. Por Barajas pasaron 628.000 viajeros con destino u origen en China o Hong Kong (+116% frente al dato de 2023), y por El Prat lo hicieron 250.000 (+352%).
A más largo plazo, la compañía que lidera Maurici Lucena observa un potencial de cinco millones de viajeros al año, para lo que mantiene estrechos contactos con aerolíneas chinas en busca de atraer una mayor atención por España como destino turístico y de negocios. También como punto de conexión con Latinoamérica. De hecho, de los citados cinco millones, cuatro llegarían a España como destino final o para enlazar con el sur de Europa y con el norte de África, mientras que un millón de viajeros deberían hacerlo para continuar su viaje hacia Latinoamérica.

Air China es la compañía con mayor presencia tanto en el aeropuerto madrileño como en el catalán, haciendo también doblete Cathay Pacific, y destacando la oferta en Barajas de China Eastern, así como de Shenzhen Airlines en Barcelona (ver gráfico).
Aena cuenta con incentivos para estimular las conexiones con el mercado asiático y ha buscado apoyo institucional en China a nuevas rutas desde ese país. En los contactos ofrece Barajas como hub con capacidad disponible y adaptado al cliente asiático. El aeropuerto de Madrid tiene un 31% de cuota de mercado en el corredor Europa-Latinoamérica, con 33 destinos y 42 frecuencias diarias, y se ofrece como punto intermedio en las rutas de Pekín a Río de Janeiro, Asunción o Buenos Aires, donde tiene ventaja como trayecto más corto. A Barajas le toca competir con Los Ángeles o el JFK de Nueva York como hubs preferentes por distancia de vuelo entre Pekín y destinos del área oeste de Latinoamérica, como Lima, La Paz o Santiago de Chile.
En cuanto a Barcelona, Aena promueve el destino como referente internacional del turismo y puerta de entrada a Europa, siendo El Prat el aeropuerto mejor conectado con el resto del continente, tras el de Ámsterdam (27 conexiones del holandés por las 25 que opera El Prat y también Barajas).
Con su renovada estrategia de atracción del interés de China, Aena se ha impuesto tomar la iniciativa en la interlocución con aerolíneas de ese país; impulsar el referido corredor China-Latinoamérica pasando por España, y seguir acercando sus aeropuertos a los gustos del pasajero asiático. Un informe de Frontier Economics apunta que el incremento de la conectividad aérea directa tiene impacto inmediato en los intercambios comerciales, con un incremento del 0,7% por cada punto porcentual en que aumentan los vuelos. De ahí el interés del Gobierno en que Aena tienda nuevos puentes hacia el gigante económico chino.
Expectativas
El tráfico entre España y China era de 137.000 viajeros en 2015, cuando comenzó a tratarse como un mercado clave que se relacionaba con aeropuertos europeos como los de Fráncfort y París, pero muy poco con los españoles. El tráfico dio un salto de casi el 500% hasta 2019 (796.000 viajeros entre España y China) y busca ahora un impulso desde el cierre total de fronteras que impuso la pandemia. La conectividad entre ambos países se midió en 347.000 pasajeros en 2023, más que duplicándose en 2024 con los citados 878.000 viajeros.
En lo que se refiere a las compañías chinas, Air China destaca entre el ramillete de referencias. Vuela entre Pekín y los aeropuertos de Madrid y Barcelona, y la expectativa de Aena está puesta en que Air China logre un código compartido amplio que respalde un incremento de su operativa en Barajas. Está previsto que su filial Shenzhen Airlines, que ya viaja entre Shenzhen y Barcelona, se haga cargo de la ruta Madrid-Shenzhen en 2027, con un vuelo diario, cuando concluya el permiso en manos de su rival Hainan (tiene dos frecuencias semanales en esa ruta).
La propia Air China se encarga de enlazar El Prat con Shanghái, ruta en la que ha puesto un 4% más de asientos este verano, por el 56% que crece en la Pekín-Madrid.
China Eastern ha trasladado a Aena planes de crecimiento en Barajas, de forma directa o a través de acuerdos con terceros, con interés en saltar a Latinoamérica. También ha solicitado permisos para operar en El Prat, lo que depende del órgano chino de Aviación Civil. De momento, China Eastern vuela entre Madrid y las ciudades de Shanghái y Wenzhou.
Hainan ofrece dos vuelos por semana entre Madrid y Chongqing, ruta que prevé potenciar tras la firma de un acuerdo de código compartido con Air Europa. Y su filial Beijing Airlines enlaza el aeropuerto madrileño con Hangzhou, con planes de lanzar un vuelo diario.
Southern Airlines está presente en El Prat, con la ruta Barcelona-Shenzhen. Esta compañía ultima los permisos para estrenar este verano la Madrid-Cantón, donde prevé un vuelo diario.
Cathay Pacific, por último, opera en los dos grandes aeropuertos españoles desde Hong Kong. Su programación de asientos para la presente temporada de verano ha crecido un 36% hacia Madrid, respecto a la del verano del año pasado, y lo ha hecho un 86% en lo que se refiere a El Prat.
Además de estas referencias ya asentadas en España, Sichuan Airlines estrenó a finales de abril sus vuelos entre Madrid y Chengdu (cuatro frecuencias semanales), y Juneyao Airlines analiza una ruta entre Málaga y Shanghai.
Del lado español, Iberia tuvo un vuelo directo entre Madrid y Shanghai, en su vuelta a Asia de 2016 (también abrió la ruta a Tokio), y ahora enlaza con el destino asiático principalmente desde Londres, a través de British Airways. Aena confía en que afloren nuevos acuerdos entre referencias chinas y las dos grandes aerolíneas de red asentadas en Barajas, Iberia y Air Europa, como incentivo a la creación de nuevas rutas.
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