Seat celebra sus 75 años con una paga extra a sus trabajadores y en plena batalla con la competencia china
El fabricante español saca pecho por su aniversario en el primer acto tras la salida de Wayne Griffiths, y en un salón del automóvil de Barcelona marcado por la presencia de marcas chinas

75 años, 77 modelos de coche, y más de 21 millones de vehículos fabricados. Todo esto es Seat, pero, a juzgar por los recuerdos que trabajadores y asistentes han expresado en el salón Automobile de Barcelona, no es nada comparado con la huella emocional que ha dejado en muchas familias. El fabricante de coches español ha cumplido este viernes 75 años y para celebrarlo no solo ha instalado una exposición con todos los modelos que ha sacado en su historia —desde el Seat 1400 a los últimos modelos de Cupra—, sino que la compañía ha aprobado una paga extraordinaria de 575 euros netos para cada uno de los 14.000 empleados de la empresa. El aniversario, no obstante, llega en un momento de gran incertidumbre: porque todavía no se conoce el sucesor definitivo de Wayne Griffiths, quien dejó la presidencia hace más de un mes, y porque los aranceles y la competencia china, muy visible en el salón, están afectando las cuentas del histórico fabricante.
“Nuestra vinculación con España es total, fuimos la única compañía que diseña, desarrolla y produce en España, y en 75 años hemos producido más de 21 millones de coches, 19 millones en España”, ha destacado Markus Haupt, quien tras la salida de Griffiths asumió el puesto de consejero delegado interino. Los grandes símbolos de la primera etapa fueron el Seat 600 y el Seat 800 (del que se vendieron 800.000 unidades, un auténtico éxito en la España del franquismo), y los de la etapa más reciente son los modelos eléctricos de la marca Cupra. “En solo siete años hemos lanzado siete modelos. Una marca desafiante que está creciendo exponencialmente. El futuro es eléctrico, no tenemos ninguna duda”, ha señalado Haupt, quien ha destacado que el centro de I+D de Seat también está de aniversario, cumple 50 años.
No obstante, en el proceso de electrificación hay muchas incógnitas: con un mercado todavía por consolidarse (los coches totalmente eléctricos solo representaron el año pasado el 5% de las ventas en España, muy lejos de la implementación en otros países europeos), y con una infraestructura de recarga eléctrica que no termina de desplegarse, los fabricantes lo tienen difícil para hacer llegar sus coches eléctricos a los clientes. Tanto es así que la Comisión Europea ha retrasado las medidas para luchar contra las emisiones hasta 2027, para dar tiempo a los fabricantes a afianzar su propuesta de vehículos eléctricos. Así, los coches de combustión siguen teniendo una oportunidad, y ahí Seat, que no cuenta con ningún modelo 100% eléctrico, tiene una baza para sobrevivir en un futuro que de otra manera solo pasaría por Cupra. “Tenemos mucho que decir en el futuro, que es eléctrico. Gracias a las dos marcas, Seat y Cupra, ofrecemos lo mejor de los dos mundos: Seat con combustión eficiente y con vehículos enchufables, y Cupra con su gama eleéctrica”, ha dicho Haupt.
La dificultad añadida es la competencia que viene de China. Los coches eléctricos chinos han conseguido ofrecer productos de una calidad no muy inferior a los europeos, pero con un precio mucho menor, lo que pone en un aprieto las perspectivas de crecimiento de las marcas europeas. Para tratar de proteger a los fabricantes europeos de lo que consideran que es una competencia desleal por parte de China (acusada de subsidiar los vehículos para que inunden el mercado occidental), la Comisión Europea aprobó unos aranceles que, en el caso de Seat, han sido contraproducentes: el modelo Cupra Tavascan se diseña aquí pero se fabrica en China, con lo que tiene que pagar una tarifa extra para venderse en Europa. Esto, junto con la competencia de los coches baratos de China, ha impactado en las cuentas de Seat, que en 2024 obtuvo unos resultados algo superiores que el año anterior pero con una rentabilidad estancada. En el primer trimestre de este año, el beneficio operativo ya se desplomó un 97%.

El salón Automobile es comparativamente mucho más pequeño que otros salones del automóvil de Europa, y aunque en los últimos años las grandes marcas alemanas por ejemplo ya han dejado de asistir, sí que muestra en qué momento está el sector. Y esto pasa por las empresas chinas: desde Omoda y Jaecoo, las dos marcas con las que el grupo Chery está tratando de hacerse un hueco desde la fábrica de la Zona Franca de Barcelona, hasta MG, la marca del fabricante chino Saic, que tiene uno de los espacios expositivos más grandes del salón. “Nuestra gran baza es la relación entre equipamiento y precio. Nuestro último modelo es un 15% más barato que la competencia, pero ofrece tanta garantía o más. Esto es importante, porque la primera decisión de compra del cliente español se basa en el precio, pero no solo”, explica José Antonio Galve, responsable de relaciones públicas de MG en España. En 2024 vendieron 34.000 vehículos en España. Es aproximadamente la mitad de lo que Seat vendió el año pasado, pero MG el mes pasado ya se situó en tercera posición de marca más vendida, por detrás de Toyota y Dacia. “El mercado español es el que mejor percepción tiene de los coches chinos de toda Europa”, pronostica Galve.
Hay varios aspectos que explican la irrupción de los coches chinos en el mercado. Entre las principales razones, se encuentran precios más asequibles, una tecnología avanzada, mejora en la calidad de los coches y una gran variedad de gama de productos en distintos segmentos, según Xavier Ferré, socio responsable del sector de automoción y transporte de la consultora EY España. “Se espera que progresivamente lleguen más marcas y más modelos desde China a nuestro mercado, aunque se han implementado ciertas medidas proteccionistas a través de aranceles a estas marcas, los coches chinos siguen creciendo, aunque a un ritmo menor”, asegura Ferré.
En Seat creen que sus coches tienen mucho recorrido en el futuro, pero de momento en el salón la nostalgia ganaba la partida. Varios de los visitantes que acudieron especialmente al despliegue de la marca abrían los ojos al reconocer uno de los modelos que condujeron hace diez, 20 o 30 años. “Acelerábamos los 400 metros en 9 segundos, eso era una bestialidad”, comenta un aficionado ante uno de los coches de competencia que la marca empezó a desarrollar conforme el país despegaba económicamente y las ventas crecían. “Hay muchos coches importantes para la marca, aquí están el primer coche eléctrico que guio la maratón de Barcelona en los juegos olímpicos de 1992, el Seat 600 que puso al país sobre ruedas, el Ibiza o los coches de competencia”, explica Isidre López, responsable de los coches históricos de Seat. “Ver el futuro con optimismo es muy importante para nosotros”, asevera.

En los discursos para felicitar el aniversario del fabricante, casi todos quienes han intervenido han relatado una historia personal vinculada con Seat. Haupt, de familia alemana pero nacido en Brasil, llegó a España de joven y sus padres compraron un Seat Fura. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, quien ha agradecido la implicación de la compañía y el hecho de que Cupra esté eligiendo barrios de la ciudad para poner el nombre de sus nuevos modelos (Born, Raval), también tenía una historia personal: “Mi primer coche fue un Seat 127 de cuarta mano y de color verde, el segundo fue un Seat Ibiza, y ahora tengo una moto eléctrica Seat Mo”, ha dicho (aunque Seat el negocio de la micromovilidad el año pasado por falta de rentabilidad).
El ministro de Industria, Jordi Hereu, también ha destacado a la compañía como un motor industrial de España, incluida ahora la etapa de electrificación, y ha tenido un recuerdo para su Seat Ibiza, que terminó quemado en un atentado en el puerto de Barcelona en 1994. Hereu ha participado en el encuentro con la patronal de fabricantes Anfac, donde ha explicado que el Gobierno invertirá otros 1.250 millones de euros a través del Perte del coche eléctrico. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, no ha explicado ninguna anécdota personal con un Seat pero ha afirmado que la transformación de la industria hacia la electrificación cuenta con el apoyo de las administraciones y que “saldrá bien”.