La millonaria guerra de los hoteles con Booking: 3.000 millones en daños

Los hoteles españoles calculan el perjuicio que les ocasionó las cláusulas de paridad que la plataforma les aplicó para perfilar sus demandas

Imagen de archivo de una terraza de un hotel.Ayre Hotel Rosellón

El sector hotelero está echando números para perfilar las demandas contra Booking por las cláusulas de paridad que imperaron durante dos decenios. La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictada el pasado septiembre ha abierto la puerta a que los dueños de los establecimientos reclamen una indemnización a la plataforma por impedirles, hasta el pasado mes de julio, comercializar sus habitaciones a través de sus páginas web u otros canales de venta alternativos a unos precios inferiores a los ofertados en el gigante de reservas online. Desde entonces, los hoteles, a través de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y la Asociación Española de Directores de Hoteles (AEDH), o de manera individual, han contactado con despachos de abogados para conocer cuáles son sus posibilidades de éxito si acuden a los tribunales. Fuentes del sector señalan que, aunque la compensación debe ser individualizada y depende de varios factores, los primeros cálculos estiman que el daño mínimo general asciende a 3.000 millones de euros.

La facturación de cada alojamiento, el tiempo que utilizaron los servicios de Booking para promocionar sus habitaciones y los costes de los mismos (comisiones y gastos por la comercialización) son los factores que los hoteles están teniendo en cuenta a la hora de cuantificar el daño sufrido por las cláusulas de paridad de precios, que estuvieron vigentes, al menos, entre 2004 y el 30 de junio 2024 —cuando se dejó de aplicar la limitación de tarifas, después de que Bruselas le otorgara la condición de gatekeeper (guardián) bajo la nueva normativa de mercados digitales—, de manera amplia (restricción de precios en otros canales donde se oferta el hotel) o estrecha (en los canales propios del hotel), según han explicado las fuentes conocedoras de los primeros estudios económicos.

De acuerdo a las cifras que ha facilitado anualmente la consultora DBK en su estudio sobre establecimientos hoteleros, durante dicho periodo el sector hotelero español facturó cerca de 243.000 millones de euros. Gran parte de este monto tiene su origen en la venta de habitaciones en agencias de viaje online (OTAS por sus siglas en inglés). Según las cifras con las que cuentan los expertos que están calculando el eventual daño de las cláusulas de paridad, de 2019 a julio de 2024, el 60% de los ingresos del sector habría venido de las reservas realizadas en plataformas de viajes.

Así lo destaca también el último informe Hotel Booking Trends, uno de los estudios de referencia de la industria turística elaborado por la plataforma hotelera SiteMinder. Por estos servicios de intermediación, Booking —que controla el 25% de las ventas en España y más de dos tercios de las agencias de viajes online— cobró de media un 15% de comisión, de acuerdo a la resolución que dictó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el pasado 29 de julio, por la que impuso una histórica multa a la plataforma de 413 millones de euros por abuso de posición de dominio, al menos, entre 2019 hasta la fecha de la sanción.

Para calcular la reclamación, los hoteles están analizando diversas metodologías para concretar el porcentaje de daño, que podrían oscilar desde una tasa del 1,5% de las comisiones y gastos abonados a la plataforma de reservas, que sería el perjuicio observado en Francia, tras comparar la situación antes y después de que entrara en vigor la Ley Macron en agosto de 2015 —que prohibió las cláusulas de paridad—, hasta el 35% y 50% que barajan los estudios preliminares que han elaborado los hoteles alemanes que mantienen una batalla legal contra Booking por este asunto. Si se opta por el porcentaje más conservador, el daño mínimo en todo el sector sería de más de 2.890 millones de euros. En cualquier caso, las fuentes consultadas precisan que esta cifra es provisional, ya que dependerá de cuántos hoteles quieran demandar y de sus circunstancias particulares. Asimismo, apuntan que otra de las cuestiones a dilucidar es el periodo a reclamar, ya que algunos de los establecimientos estarían afectados por las cláusulas de paridad amplias que Booking aplicó hasta 2015 y que, posiblemente, estén ya prescritas.

Booking cuestiona las demandas

Fuentes de Booking rechazan que su política de precios haya causado un perjuicio a los hoteles y aseguran que durante años “han trabajado juntos de forma positiva y fructífera para beneficio mutuo de todos los interesados implicados”. La batalla legal comenzó en Alemania, después de que la justicia alemana declarara las cláusulas de paridad ilegales, siguiendo el criterio que la Autoridad Federal de Defensa de la Competencia marcó en 2015. Un conjunto de hoteles decidió pleitear contra Booking por estos hechos y reclamar el sobrecoste causado por dicha limitación de precios. No obstante, durante un proceso de negociación, la plataforma de venta de establecimientos vacacionales acudió a los tribunales de Países Bajos (donde tiene su sede fiscal) para pedir el reconocimiento de las cláusulas. Esta estrategia, conocida como demanda Torpedo, es la que ha originado el pronunciamiento de la máxima instancia judicial europea, después de que el Tribunal de Primera Instancia de Ámsterdam elevara una cuestión prejudicial para resolver sus dudas sobre si las restricciones eran necesarias y competitivas.

El TJUE señaló que el servicio de las OTAS permite, por un lado, a los consumidores tener acceso a un gran número de ofertas y compararlas de manera simple y rápida; y, por otro lado, permite a los proveedores adquirir una mayor visibilidad. Sin embargo, rechazó que Booking demostrara que dichas cláusulas sobre las tarifas sean “objetivamente necesarias” y proporcionadas y apuntó que provocan un riesgo de expulsión de pequeñas plataformas, así como las nuevas que se incorporan al mercado.

Esta sentencia ha supuesto un fuerte impulso para los hoteleros españoles que tienen en mente demandar a la compañía holandesa. La Asociación Española de Directores de Hoteles (AEDH) ha fichado a Eskariam para defender los intereses de los empresarios del sector. Juan Álvarez, responsable de Negocio y Operaciones, explica que la “cuantificación del daño derivado de la aplicación de las cláusulas de paridad es clave”. Para ello, ha reforzado su equipo legal con la consultora económica Compass Lexecon y la boutique legal Rēgula. Según ha señalado, sus primeros análisis sobre la conducta de Booking demuestran que el “impacto va más allá de la comisión abonada” por la comercialización de las habitaciones. “Analizamos los efectos reales de mercado cuando estas cláusulas no se aplican, lo que genera impactos, tanto positivos como negativos, en los distintos canales de venta de los hoteles”, explica. Por su parte, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que representa a 16.000 empresas, ha contratado los servicios de CCS Abogados, que también conoce el asunto tras colaborar con el despacho alemán SGP Schneider Geiwitz, que ha impulsado la reclamación en Alemania.

Ambos despachos, especialistas en reclamaciones colectivas, han estado presentes en grandes litigios, como el cártel de camiones, en el caso del primer del bufete; o en el cártel de la leche, en relación al segundo despacho, y ultiman la estrategia legal para enfrentarse a Booking. Los argumentos se basarán en el fallo europeo y, para darle más fuerza, se apoyaran en la resolución de la CNMC del pasado julio, que, pese a que se centra en un abuso de posición de dominio, hizo referencia a la conducta de la plataforma con sus cláusulas de paridad de precios para mantener su liderazgo entre las agencias online. Booking presentó ante la Audiencia Nacional un recurso contra la sanción del órgano que preside Cani Fernández y solicitó la medida cautelar de suspender la ejecución de la multa hasta que se resuelva el fondo del asunto.

En opinión de Booking, las demandas no son viables y acusan a los despachos que están asesorando a los hoteleros de estar “malinterpretando y tergiversando las decisiones tomadas por organismos y autoridades por razones espurias”. Según indican fuentes de la compañía, el TJUE no se pronuncia sobre la validez de las cláusulas de paridad, sino que se limita a valorar si dichas limitaciones “pueden ser consideradas como una restricción accesoria conforme al Derecho de la Competencia”. Por tanto, rechaza que la sentencia de la máxima instancia judicial europea dé luz verde a las demandas por daños, “ni mucho menos las respalda”.

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