La compañía polaca ofrece al Gobierno capacidad de producción inmediata para Talgo

El fondo estatal polaco busca apoyos mientras los ejecutivos central y vasco mantienen su apuesta por Sidenor como accionista industrial del fabricante de trenes

Una bandera con el logotipo de Talgo ondea en la fábrica madrileña de Las Matas junto a las de la Comunidad de Madrid, la Unión Europea y España.Violeta Santos Moura (REUTERS)

El pretendiente polaco de Talgo, el fondo estatal de desarrollo PFR, está jugando una baza industrial clave para decantar el interés de la compañía y del Gobierno español por su propuesta de adquisición. Su fabricante Pesa, líder del sector ferroviario en Polonia, tiene espacio disponible en sus plantas para aliviar el problema de capacidad de producción de Talgo.

Fuentes cercanas a los contactos de PFR con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y con el fabricante español explican que el inversor estatal polaco ha ofrecido al menos uno de los dos puntos de producción de Pesa en Polonia, la fábrica de Bydgoszcz, para que Talgo pueda sacar adelante trabajo ante el déficit de planta en Rivabellosa (Álava) y Las Matas (Madrid). Pesa tiene un total de 4.000 empleados entre ese enclave y la fábrica de Minsk Mazowiecki, en las que se trabaja en dos turnos diarios. La ampliación a un tercero, que ya ha sido propuesta, haría posible atender la carga que llegara desde España.

PFR ha trasladado que esas fábricas están equipadas con la tecnología que precisa Talgo para acelerar su producción, desde la robotización y soldadura láser hasta sistemas de control comparables a los de instalaciones avanzadas de otros países europeos. La compañía que preside Carlos de Palacio tiene contratos por 4.000 millones en cartera y acumula retrasos en las entregas.

La de Bydgoszcz es la fábrica prevista, dentro del acuerdo firmado entre Talgo y Pesa el pasado mes de septiembre, para la producción y montaje del modelo español de alta velocidad Avril si el Gobierno polaco elige esta opción para equipar las líneas de alta velocidad en proyecto. Pesa tiene centenares de trenes circulando en Europa y África tras haber entregado unas 2.000 unidades en los últimos 20 años. Su material funciona en ciudades como Varsovia, Cracovia, Kiev, Tallín y Sofía, siendo adquirido por compañías como DB Railways, Trenitalia, PKP Intercity o Ceskie Drahy.

Con esta carta de presentación, y el rápido desarrollo de Pesa en tecnologías de propulsión eléctrica (plataforma Elf 3.0 y locomotoras GAMA 3.0) y por hidrógeno (HEMU), el fondo PFR trata de hacer ver que la suma con Talgo, fuerte en el segmento de la alta velocidad, resulta un conglomerado con una importante pegada en el mercado. El fondo intenta hacerse querer ofreciendo soluciones a corto plazo y un plan industrial a futuro con base en España.

Otro de los terrenos que se está abonando es el diplomático, gracias a la sintonía entre los gobiernos de Pedro Sánchez y Donald Tusk. Ambos coincidieron ayer en la sesión informal del Consejo Europeo celebrada en Bruselas. Días antes, el ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, había demandado a su homólogo español, José Manuel Albares, que la pretendida opa de PFR por Talgo sea vista como amistosa y una solución para los aprietos industriales de la española. Hasta ahora es el Ministerio de Transportes de Óscar Puente el que mantiene una férrea defensa de la vasca Sidenor como potencial accionista industrial para Talgo, por encima de PFR o de la india Jupiter Wagons.

Así lo reiteró ayer el número dos de Puente, el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, en una entrevista ofrecida a Radio Euskadi, en la que dejó claro que los gobiernos de Madrid y Vitoria están por la “apuesta de país” que representa la oferta de Sidenor. Santano reiteró que “no podemos perder” una tecnología considerada estratégica como es la de eje de ancho desplazable, que permite a los trenes de alta velocidad de Talgo rodar entre distintos anchos de vía sin cambiar los ejes.

El desenlace, aventuró el alto representante de Transportes, es cuestión de días. El primer accionista de Talgo, el fondo Trilantic con el 29,9% del capital, tiene previsto abrir ofertas el día 14. Hasta ahora, esta entidad financiera y Sidenor no han logrado entenderse a la vista de que la siderúrgica quiere evitar pujar por el 100% y su propuesta por el paquete del primer partícipe es de cuatro euros por título, un 20% por debajo de los cinco euros por acción que puso sobre la mesa el consorcio húngaro Ganz Mavag. La opa de esta última fue vetada en agosto por el Gobierno en defensa de la seguridad nacional (se dieron como probados los vínculos de la compradora con intereses rusos).

En los últimos meses se ha buscado apuntalar la propuesta de Sidenor con el acompañamiento de inversores como la SEPI, el fondo vasco Finkatuz o las fundaciones del entorno de Kutxabank. A esas mismas entidades, e incluso a Sidenor, se ha abierto PFR con la intención de poner el sello español a una opa. Pero la empresa que preside José Antonio Jainaga ha declarado hasta este momento que su intención es ir como único socio industrial a por Talgo. PFR también apostaría, comentan fuentes de su entorno, por mantener producción y cotización en España, respetar la marca y el empleo de Talgo.

Un 50% de capacidad extra

En los contactos preparatorios del terreno para una oferta por el 100% del capital, en los que participan los asesores Société Générale y Baker McKenzie, PFR intenta poner en valor su intención de desarrollar una oferta integral para el sector ferroviario. Pesa tiene un plan estratégico, 2030+, en el que prevé inversiones en 2026 para ampliar en un 50% su capacidad de producción actual, medida en 500 trenes al año. Su plan, antes de lanzarse a por Talgo, es crear 500 nuevos puestos de trabajo.

Además de la búsqueda de una mayor eficiencia operativa, el desarrollo de nuevas tecnologías o su consolidación en los mercados de Europa central y del este (hoy un 80% de las ventas residen en Polonia, República Checa y Rumanía), Pesa dice querer meter la cabeza en la alta velocidad, teniendo limitada su oferta hasta ahora en 200 kilómetros por hora.

Las relaciones entre Pesa y Talgo cristalizaron el pasado septiembre en un acuerdo de colaboración para ofrecer la plataforma de alta velocidad de la española, el modelo Avril, como material rodante para equipar las futuras líneas de altas prestaciones proyectadas en Polonia y en otros países del entorno. El Ejecutivo de Tusk tiene previsto lanzar la licitación de trenes de alta velocidad el próximo otoño, al tiempo que avanza en su intención de construir una nueva línea de alta velocidad entre las ciudades de Varsovia, Lodz y Breslavia. Será la primera de una red de nuevas rutas para viajeros que debería construirse en los próximos años hasta alcanzar 2.000 kilómetros de longitud. Todo ello forma parte del proyecto Centralny Port Komunikacyjny (CPK).


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