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Competencia limita el impacto de la concentración bancaria en la escasa remuneración de los depósitos

La CNMC apunta a otros factores, como los altos costes de cambio de banco o la reducida oferta de productos, para explicar el pago por el ahorro durante las subidas de los tipos de interés

La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC), Cani Fernández.
La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC), Cani Fernández.Pedro Puente Hoyos (EFE)
Álvaro Bayón

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no cree que los niveles de concentración bancaria en el mercado español hayan sido determinantes para que las entidades españolas arrastrasen los pies en 2022 y 2023, cuando el Banco Central Europeo (BCE) subía los tipos de interés, a la hora de apenas remunerar los depósitos. El regulador, en cambio, sí lanza varios avisos a la banca en otros aspectos y les reclama ampliar su oferta de depósitos y otros productos sustitutivos, reducir los costes de movilidad entre bancos e incrementar las acciones formativas a los clientes y de transparencia para promover la educación financiera. Unas opiniones que adquieren especial relevancia después de que el Gobierno decidiese prolongar el impuesto a la banca y en pleno análisis de Competencia sobre la opa del BBVA sobre el Sabadell, que ha llevado a una segunda fase.

La CNMC, en un informe elaborado a petición del Ministerio de Economía, afirma que el nivel de concentración bancaria en España es moderado, pero superior al del resto de países del entorno. Sí aprecia un problema mayor en las provincias con la población concentrada en ciudades de pequeño tamaño, si bien matiza que el nivel de competencia es superior en algunas regiones donde las cajas rurales cuentan con una elevada presencia, donde luchan con CaixaBank, Santander o BBVA.

“Sin embargo, los indicadores de concentración no permiten por sí solos valorar la intensidad de la competencia en el mercado de depósitos”, apunta el organismo que pilota Cani Fernández en un comunicado. Según los análisis econométricos realizados por esta institución, el nivel de concentración afecta a la remuneración de los depósitos, pero tiene “un poder explicativo bajo” en la determinación de los tipos que los bancos abonan a sus clientes por sus ahorros. En cambio, cita otros elementos.

Uno de ellos son los costes asociados a cambiar de banco, a la que se añaden los compromisos de permanencia que introducen las entidades en sus ofertas comerciales, los problemas en la comparación de las ofertas entre bancos o las dificultades técnicas que en algunos casos presenta la portabilidad entre bancos. También señala la poca presión competitiva con los productos de ahorro alternativos a los depósitos, como las letras del Tesoro o los fondos de inversión. Igualmente, destaca la inferior educación financiera en España frente al resto de países europeos.

Igualmente, cita otros factores que influyeron al comportamiento comercial de los bancos, como la elevada liquidez con la que contaban en el balance (resultado de años de políticas ultraortodoxas del BCE). Este ha sido el argumento fetiche para que los propios bancos justifiquen la situación de los depósitos, pero para la CNMC tiene un efecto pequeño y considera que esta alta liquidez difícilmente puede suprimir los incentivos para los bancos de la captación de fondos. Con respecto a la aparición de nuevas entidades, como son los neobancos, Competencia dice que su presencia es limitada, si bien ejercen una presión competitiva, fundamentalmente entre los jóvenes. No obstante, apunta a que hasta el momento sus productos están más centrados en medios de pago y su cuota de mercado en depósitos suma el 5,2%. Su conclusión es que la cercanía de las oficinas bancarias sigue siendo determinante a la hora de captar pasivo.

En estos aspectos, la CNMC sí da un tirón de orejas a los bancos, a los que propone una serie de recomendaciones para mejorar esta situación. Entre ellas están promover una oferta amplia de depósitos y otros productos de ahorro; impulsar la asociación público-privada en las zonas en riesgo de exclusión financiera; facilitar el acceso directo de inversores minoristas a los mercados de capitales; reducir los problemas de transparencia y formación de los clientes reforzando las iniciativas en educación financiera; incrementar la transparencia en las ofertas de depósitos, y ofrecer información regularmente a los clientes. Igualmente, con respecto a la portabilidad entre bancos, apunta a mejorar la movilidad entre entidades y reducir la carga administrativa en los depósitos de entidades extranjeras.

El informe de la CNMC llega unos dos años y medio después de que se lo reclamase Economía —cuando los tipos de interés no solo ya han dejado de subir, sino que acumulan varias bajadas en los últimos meses— y remite a un momento de enfrentamiento directo entre el Gobierno y el sector. La por entonces vicepresidenta primera, Nadia Calviño, encargó en junio de 2023 a Competencia analizar por qué los bancos no estaban remunerando el ahorro de los clientes al ritmo en que subían los tipos de interés. El Ejecutivo se encontraba discutiendo el impuesto a la banca, que justificaba en los beneficios extraordinarios que recibía el sector por las subidas en el precio del dinero. De hecho, el Gobierno encargó a la CNMC también vigilar que los bancos no trasladasen el impuesto extraordinario a los clientes. A finales del año pasado el Gobierno aprobó ampliar esta tasa durante tres años más.

El informe analiza si el impuesto ha menoscabado la remuneración de los depósitos, pero no su traslación al cliente. Este concluye que ni en el supuesto de que se hubiese trasladado por completo al cliente el impacto sería de una magnitud pequeña con respecto a las diferencias en el pago de los depósitos entre los bancos españoles y el resto de los europeos. También indica que no ha apreciado diferencias en la remuneración del ahorro entre las entidades afectadas por la tasa y las que no.

El informe da pistas de la opinión de Competencia sobre el sector en un momento especialmente clave. La institución se encuentra analizando la opa hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell, de la que a finales del año pasado decidió llevar su estudio a una segunda fase, lo que supone un análisis más exhaustivo y prolongado. Se espera que tome una decisión sobre el asunto durante el primer trimestre de este año, una vez que aclare los tres efectos de la transacción donde ve un mayor problema de competencia: el riesgo de menoscabar el crédito a las pequeñas y medianas empresas, comprometer las condiciones comerciales a este segmento y problemas en el negocio de pagos.



Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.
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