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Sidenor se planta en un precio por Talgo un 20% inferior al de la opa húngara

La siderúrgica pretende hacerse con el 29,9% del capital a cuatro euros por acción tras la confirmación de que Renfe reclama 116 millones al fabricante

Entrada principal de la fábrica de Talgo en Las Matas (Madrid).
Entrada principal de la fábrica de Talgo en Las Matas (Madrid).Violeta Santos Moura (REUTERS)

El inversor vasco que aspira al papel de primer accionista de Talgo, la siderúrgica Sidenor, ha fijado una línea roja en el precio al que está dispuesto a hacerse con un 29,9% del capital. Insiste, según fuentes cercanas a las negociaciones, en la propuesta de cuatro euros por acción, un 20% por debajo de la contraprestación que incluyó el consorcio húngaro Ganz-Mavag en la opa registrada el pasado mes de marzo y que fue vetada por el Gobierno a finales de agosto.

La oferta liderada por el empresario José Antonio Jainaga está lejos de las pretensiones del primer accionista de Talgo, el fondo Trilantic, pero es la única opción en efectivo que ha llegado desde el verano. En contra de una mejora por parte de Sidenor pesa la confirmación, desde Renfe, de la penalización de 116 millones contra Talgo por el retraso de casi dos años en la entrega de 30 trenes de alta velocidad del nuevo modelo Avril. Esa sanción, contemplada en los contratos firmados en 2016 y 2017, podría aún engordar en 50 millones por el lucro cesante derivado de la falta de trenes para que Renfe atendiera a una demanda en fuerte crecimiento.

Además de los cuatro euros por título, Jainaga llega con un plan industrial y disposición para ponerse al frente de la gestión, como ya hizo en Sidenor cuando la adquirió a la multinacional brasileña Gerdau por 155 millones. Talgo cerró este miércoles en Bolsa por debajo de los cuatro euros por título, con una cotización de 3,54 euro por acción, un 1,39% menos que en la jornada anterior. Este nivel de cotización valora el 29,9% en 131,10 millones, menos que los 148,13 millones que ofrecen Jainaga y su equipo.

La oferta de Sidenor tiene en cuenta la losa de la compensación pretendida por Renfe, que Talgo no ha llevado a su balance como provisión al tener la intención de defenderse en los tribunales. El proveedor de Renfe sostiene que el incumplimiento en el plazo de entrega de los Avril tuvo que ver con causas de fuerza mayor, como fueron el estallido de la pandemia o los cuellos de botella en la cadena de suministros motivada por la invasión rusa de Ucrania.

Acompañantes

Sidenor cuenta con el apoyo del Ejecutivo de Pedro Sánchez y también del Gobierno vasco, lo que allana su operación. Incluso podrían movilizarse fondos públicos, de la SEPI y el fondo público vasco Finkatuz, para su entrada en el capital. Y hay fabricantes, como la polaca Pesa, con interés en acompañar la operación y dar solución al déficit de planta de Talgo. La cartera de contratos tiene un volumen de 4.000 millones que son atendidos desde las fábricas de Rivabellosa (Álava) y Las Matas (Madrid), buscándose desde hace meses posibles subcontrataciones para la agilización de los trabajos.

Las fuentes consultadas aseguran que el Gobierno está exigiendo a Trilantic que facilite una revisión a fondo por parte de los potenciales compradores para agilizar un cambio de manos de Talgo. En La Moncloa se esperaba un acuerdo definitivo en noviembre.

La intervención del Ejecutivo, frenando una primera oferta por el 100% del capital, fue justificada por el riesgo que entrañaba dejar tecnología ferroviaria de vanguardia en manos de inversores cercanos a Rusia. Y el empeño desde entonces es que Talgo continúe en manos españolas. Con la irrupción de Sidenor tomó fuerza el proyecto de formar un consorcio vasco que se haga con el control de la icónica firma con raíces en Álava. El respaldo deseado es el de las fundaciones BBK y Vital, relacionadas con Kutxabank. La primera de ellas tiene entre sus prioridades reforzar una cartera industrial en la que ya figuran empresas de Euskadi, como CAF, Iberdrola y Arteche.

Con estos nombres sobre la mesa se aleja la posibilidad de que CriteriaCaixa se coloque en Talgo junto a un inversor de perfil industrial. De momento parece que no es necesario utilizar esa opción, que el Ejecutivo llegó a tener comprometida mientras buscaba inversores por toda Europa.

Además del precio, el tira y afloja entre Sidenor y el núcleo duro de Talgo está en el alcance de la propia operación. Los planes industriales de la siderúrgica convencen, pero solo una opa por el 100% cubriría las expectativas de unos accionistas de Talgo que ya acariciaron los cinco euros por acción de la opa de Ganz-Mavag. Trilantic ha tenido hasta ahora su proyecto de desinversión asociado a que la oferta alcanzara también a sus socios en la instrumental Pegaso (40% de Talgo), las familias Abelló y Oriol.


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