La lista de los ocho directivos mejor pagados de la industria del automóvil
Al ya ex consejero delegado del grupo Stellantis, Carlos Tavares, solo le supera el dueño de Tesla, Elon Musk
Carlos Tavares, que acaba de dejar su puesto de consejero delegado en Stellantis, ganó en 2023 unos 36,5 millones de euros, según el último informe anual presentado por la empresa ante la SEC (la Comisión de Bolsa y Valores de EE UU). De esa cantidad, la inmensa mayoría, un 93%, se debía a complementos y cumplimientos de objetivos que se sumaban a los dos millones de su sueldo base, tal y como cuenta este miércoles Manu Granda en CincoDías.
El anuncio de la dimisión de Tavares, un año y medio antes de su prevista salida y con efecto inmediato, se conoció el pasado domingo y se realizó en medio de tensiones con el consejo de administración de Stellantis (Peugeot, Citroën, Opel, Fiat y Jeep), con el trasfondo de los malos resultados financieros del grupo y de la complicada situación que vive parte de las empresas del sector.
Con todo, Tavares fue el directivo del automóvil mejor pagado de Europa y el segundo del mundo. El trono es para Elon Musk, dueño de Tesla. Se estima que, solo en 2022, Musk se habría embolsado 56.000 millones de dólares, unos 53.300 millones de euros, gracias a compensaciones en función de los logros.
Por su parte, y según las últimas cifras conocidas, la máxima ejecutiva de General Motors, Mary Barra, recibió 26,8 millones de euros en 2022. Y Jim Farley, CEO de Ford, percibió una compensación de 21,06 millones de euros en 2021.
Oliver Blume, consejero delegado del grupo Volkswagen, obtuvo un sueldo el año pasado de 9,711 millones de dólares. Le sigue Oliver Zipse, CEO de BMW, con cerca de 9 millones de euros. Por su parte, Ola Källenius, CEO de Mercedes, ganó más de 6 millones. Luca de Meo, CEO del grupo Renault, se llevó 5,3 millones.
En las últimas semanas, Stellantis ha anunciado el cierre de una fábrica en Reino Unido, el despido de 1.100 empleados en una planta en Estados Unidos y un ERTE en la fábrica de Figueruelas (España) que afecta a 4.500 trabajadores, en plenas dificultades por la escasez de demanda en el mercado automovilístico occidental.