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Talgo y Sidenor inician conversaciones y Criteria se mantiene en un compás de espera

Desde la siderúrgica dicen que “es un paso más” y que hay que seguir trabajando con discreción”

Imagen de un tren de alta velocidad de Talgo.
Imagen de un tren de alta velocidad de Talgo.Jon Nazca (REUTERS)

El consejo de administración de Talgo da un paso al frente y se pone en marcha para negociar la posible entrada, parcial o incluso total, del grupo vasco Sidenor en el accionariado de la constructora de trenes. Con el respaldo de los gobiernos central y autonómico, la última propuesta llegada desde el grupo industrial liderado por José Antonio Jainaga ya ha sido evaluada inicialmente por Talgo, según ha confirmado esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De este modo, y una vez aprobado por el consejo de administración el pasado viernes, Talgo “ha decidido, tras evaluar la propuesta presentada por grupo industrial Sidenor, iniciar negociaciones dirigidas a analizar una posible transacción que podría implicar la adquisición de un porcentaje significativo del capital social de la Sociedad o de su totalidad”. Desde la siderúrgica han declarado que la decisión del consejo de Talgo “es un paso más, hay que seguir trabajando con discreción”.

Está por ver si el movimiento precisa de incorporar un socio adicional. Ese escenario se produciría en el caso de que el plan vasco sea solo parcial o precise de una inyección de fondos adicionales para salir adelante. CriteriaCaixa, que ya mostró en el pasado su disposición a entrar en la transacción siempre y cuando fuera de la mano de un compañero de viaje industrial, es el comodín que guarda el Ejecutivo para engrasar el proceso. Fuentes al corriente de la negociación explican que, por ahora, nadie se ha puesto en contacto con el holding que preside Isidro Fainé para hacerle partícipe del proyecto. De hecho, parecería razonable cerrar inicialmente el acuerdo con Sidenor.

“El consejo de administración, en todo momento, velará por los intereses de la Sociedad y de sus accionistas. Conforme avance el proceso de negociación, se informará puntualmente al mercado de cualquier hecho relevante que deba ser comunicado, conforme a la normativa vigente”, añadió Talgo este lunes por la mañana en el breve comunicado remitido al supervisor. Aunque la noticia fue recibida con ligeras subidas de la acción en la apertura del mercado, la firma ha terminado el día con una caída del 0,79%. Talgo pierde en lo que va de año en torno al 13% de su valor, sin alcanzar los cuatro euros por título (de hecho, este lunes acabó la sesión en los 3,79 euros).

Por su parte, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha incidido en el apoyo gubernamental a la propuesta de Sidenor para convertirse en accionista de Talgo y ha asegurado que “el Gobierno va a estar ahí, apoyando y acompañando para que la operación llegue a buen puerto”. En una entrevista en Radio 4 recogida por Servimedia, aseguró que “estamos pendientes y al frente de la operación de Talgo desde el primer momento” y apuntó que tras el veto a la opa de Magiar Wagon la operación entra ahora en “la segunda parte”. Así, indicó que tras “preservar la seguridad nacional de una empresa estratégica la segunda parte es encontrar una solución a los accionistas que quieren salir”.

“Talgo necesita una solución industrial a futuro porque tiene muchos pedidos y una capacidad industrial mayor de la que tiene”, prosiguió el titular de Transportes, quien también abogó por “preservar la españolidad de Talgo si puede ser”.

Apuesta industrial

Sidenor, propiedad de un grupo de directivos liderados por el presidente José Antonio Jainaga, estaría por la labor de hacerse con un 29,9% de forma directa, pero no cierra la puerta a una opa por el 100%, tal y como se ha confirmado esta mañana por parte de Talgo pero también admitió la semana pasada, en otro breve comunicado, cuando se anunció su interés formal. Todo dependerá, explican fuentes cercanas a las conversaciones, del peso que estén dispuestos a asumir compañeros de viaje como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales o el Gobierno vasco.

Jainaga lleva años intentando la diversificación comercial de la producción de aceros especiales de Sidenor, que concentra un 70% de su negocio en el sector de automoción, con el riesgo que ello conlleva cuando la industria de las cuatro ruedas vive ciclos de demanda a la baja. Una situación que se produce ante las dudas de los consumidores sobre la compra de un coche, ya sea con motor de combustión interna, híbrido o impulsado por baterías.

El presidente de Sidenor dio el salto de directivo de alto nivel a empresario con la citada compra a Gerdau, acompañado por un equipo de media docena de ejecutivos vascos, que le siguen tanto en Sidenor como en el proyecto Mirai. José Antonio Jainaga trabajó a las órdenes de Sabino Arrieta cuando este inversor ganó el proceso de privatización de Sidenor. Posteriormente, Arrieta vendió la siderúrgica a los brasileños. Ingeniero industrial y gran conocedor del mundo del acero, Jainaga terminó haciéndose con el control absoluto de la empresa vizcaína.

Además de un déficit de capacidad de fábrica, Talgo tiene el problema de que su núcleo duro de accionistas está de salida, con un 40% del capital a través de la instrumental Pegaso. El fondo estadounidense Trilantic, con algo menos del 30% de Talgo, encabeza ese grupo, en el que también figuran Torreal, sociedad de inversión de la familia Abelló, y la familia Oriol. Hasta ahora, Trilantic ha defendido que solo aceptaría una oferta que fuera dirigida a la totalidad del capital, postura con la que podría intentar forzar el lanzamiento de una opa tras perder la baza de Ganz Mavag.

Fue en agosto cuando el Ejecutivo rechazó la opa presentada por el grupo húngaro, alegando riesgos “insalvables” para la protección de los intereses estratégicos de España. En el marco de todo este proceso, en julio Talgo confirmó que había recibido también una propuesta del grupo checo Skoda Transportation, que comprendía una combinación de negocios y de integración industrial. Sin embargo, el interés de este grupo industrial nunca pasó de ahí y no se concretó en una opa como tal, que es lo que pretendía Talgo antes de ir más allá en las negociaciones.

Talgo dispone de dos plantas de producción y varios centros de mantenimiento en España. La mayor fábrica de trenes la tiene en Rivabellosa (Álava) y cuenta con 700 trabajadores, mientras que la otra se ubica en el municipio madrileño de Las Rozas, con 500 empleados.



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