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Empresas
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El PNV disputa a Junts el puente aéreo empresarial: de los impuestos a Talgo

El sector energético confía en la conexión de Iberdrola o Repsol con el Gobierno vasco para que éste ayude a suavizar el diseño del impuesto extraordinario

Reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el lehendakari Imanol Pradales, del PNV, en la Palacio de la Moncloa.
Reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el lehendakari Imanol Pradales, del PNV, en la Palacio de la Moncloa.Jaime Villanueva

No hay ninguna razón para ir a Génova a hablar con el PP. No pintan nada a la hora de aprobar leyes. O se tira de Junts o del PNV”, aseguraba, con una mezcla de realismo y resignación, un ilustre lobbista a sueldo de varias empresas del Ibex. Corrían los días posteriores al arranque de la legislatura, la aritmética parlamentaria mandaba y los núcleos de interés medían sus estrategias. No tardaron en florecer iniciativas y las musas en hacerse teatro. Meses después, la patronal catalana Foment del Treball desembarcaba en Madrid, de la mano de Josep Sánchez-Llibre, con un nueva sede para acoger su servicio de estudios. Era solo la punta del iceberg institucional de una actividad más desconocida, en la que conseguidores varios, en ilustres cenas en hoteles o en sus casas de Madrid, vendían de forma más o menos velada sus buenos oficios y capacidad de llegada ante Carles Puigdemont.

Medio año después de aquel flamante acto de presentación de Foment en la capital, el carácter imprevisible de Junts ante cualquier votación parlamentaria y, en especial, su veto a unos Presupuestos Generales del Estado en apariencia condicionados a la implementación real de la amnistía, parecen haber desviado el afán de estabilidad empresarial hacia un imaginario puente aéreo Madrid-Bilbao, con el PNV como un socio más fiable en los asuntos corporativos. Por ejemplo, aunque ambas formaciones son necesarias para sumar en el Congreso de los Diputados, el sector energético pone en las últimas semanas toda su fe en la presión que pueda ejercer sobre el Ejecutivo el nacionalismo vasco para, al menos, atemperar el impacto de los los impuestos extraordinarios aprobados a finales del año 2022 a la banca y las eléctricas. Así lo atestiguan al menos media docena de fuentes. En su prórroga -se consignaron por espacio de dos años- trabaja a toda máquina en estos días el ministerio de María Jesús Montero.

“Antes de verano existía la convicción en el sector energético de que podían decaer. A excepción de algunos países muy puntuales, las tasas que se crearon para responder a la excepcional subida de tipos y a los precios del gas ya no están en vigor en el resto de Europa. Sin embargo, a la vuelta de vacaciones se recuperó el tema, según se nos dice desde Moncloa por la presión de Podemos”, expone un ejecutivo de una de las firmas afectadas, al corriente de los encuentros mantenidos en la avenida Puerta de Hierro para tratar el diseño de unos tributos que bien podrían convertirse en permanentes. Otras fuentes empresariales que han tenido acceso a los borradores señalan que las empresas se conformarían con una cláusula que permitieran que las inversiones renovables se pudieran desgravar a la hora de abonar el tributo. Es en ese punto donde se espera que la histórica conexión vasca con las Iberdrola, Repsol o Petronor juegue un papel, incluso con BBVA en lo tocante al gravamen al sector financiero.

Esta semana, de hecho, la sombra vasca se ha extendido hasta jugar en un terreno de juego que parecía reservado a Criteria, el poderoso holding industrial cabecera de La Caixa, pasando de los reales decretos a las operaciones corporativas de altos vuelos. La posibilidad de que la siderúrgica Sidenor entre en el accionariado de Talgo, e incluso encabece una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% de la compañía, modifica sutilmente el mapa de calor de las querencias del Ejecutivo. No parece casualidad que el Gobierno de Euskadi, a través del fondo público Finkatuz, se plantee formar parte de la transacción, cubriendo un hueco de financiación pública que en las operaciones industriales sensibles para el Gobierno central hasta ahora habían asumido ora la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ora CriteriaCaixa, o bien ambas en buena sintonía. Es más, el embrión de una solución para el caso Talgo llega cuando el expediente empieza a quemar de verdad en las manos del Ministerio de Transportes que encabeza Óscar Puente. No en vano, el rechazo a la opa presentada por la firma húngara Ganz-Mavag, sustentando en la salvaguarda de la seguridad nacional por los presuntos vínculos de la sociedad magiar con la Rusia de Putin, dejaba a la compañía española en una situación industrial delicada, con un retraso considerable en la entrega de pedidos y una acuciante falta de planta industrial para acometerlos.

Fuentes al corriente de la operación, muy próximas a la Lehendakaritza, explican que, en todo caso, lo normal es que CriteriaCaixa también forme parte del conglomerado que entraría en el capital de Talgo, en tanto la condición que siempre han puesto desde las huestes de Ángel Simón para sumarse a la operación de salvamento es la presencia de un socio industrial, eventualidad que Sidenor salva de sobra. Del mismo modo, recuerdan que el movimiento constituye el plan D, después de los acercamientos fallidos a CAF -que para muchos ha perdido una oportunidad de oro para hacerse fuerte en el sector-, la suiza Stadler y la checa Skoda, que en ningún momento planteó una oferta económica concreta. El paso adelante de Sidenor también otorga al Gobierno vasco la excusa perfecta para tirar de chequera en la defensa de una industria emblemática, un mantra que figura en el frontispicio del programa económico del PNV. “No hubiera sido mala opción que otras empresas locales se hubieran implicado en la transacción, pero no ha sido fácil atraerlas. Una vez que se convence Sidenor, el Gobierno vasco, aunque sea desde un punto de vista simbólico, está en la obligación de aportar su granito de arena”, subrayan estas fuentes.

Cual as en la manga, la vía vasca para Talgo sacaría a Pedro Sánchez de un callejón que parecía no tener salida. Seguiría la senda de Criteria, al quite cuando la saudí STC irrumpía en Telefónica. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, acusaba este verano al PNV de ser la misma cosa que Bildu. “Torpe, que eres un torpe”, le replicaba su contraparte nacionalista, Aitor Esteban. Una forma un tanto brusca de recordar a los populares qué puentes aéreos conviene no perder.


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