Stellantis alerta del cierre de fábricas en Europa si las marcas chinas siguen al alza
Carlos Tavares rectifica y señala que no busca desprenderse de ninguna de sus marcas, aunque no descarta otras soluciones ante la competencia china
El actual consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, no excluye el cierre de plantas de las marcas de su grupo ante la competencia china, que consideró que no se detendrá por el alza de aranceles a nivel europeo. “No hay que excluir nada”, aseguró el consejero delegado a la pregunta de si se plantea cerrar plantas o vender alguna de la quincena de marcas que gestiona. Tavares, que será sustituido en su cargo próximamente, hizo esas declaraciones en una entrevista que publica este lunes el diario económico Les Echos, con motivo de la apertura del Salón del Automóvil de París. Sin embargo, por la tarde, en conversación con Bloomberg, ha rectificado e insistido en que la compañía no busca desprenderse de ninguna de sus icónicas marcas de coches.
Precisamente, la semana pasada el mayor fabricante de coches en España confirmó que se queda con más de 133 millones de euros del tercer Perte VEC y, por lo tanto, alcanzó la ayuda suficiente para levantar una gigafactoría en Zaragoza. Stellantis, de la mano de su socio chino CATL, invertirá 4.000 millones en este proyecto. En este sentido, ha insistido en que los problemas en Estados Unidos son “puramente operacionales” y se deben a un plan “fallido” de marketing que se implementó en Norteamérica.
Competencia china
Tavares no ha esquivado las preguntas sobre el efecto de la competencia china en Europa. “Si los chinos se hacen con el 10% del mercado en Europa al término de su ofensiva, eso son 1,5 millones de coches. Equivale a siete plantas de montaje. Los constructores europeos tendrán que cerrarlas o venderlas a los chinos. De eso no habla nadie”, aseguró, según recoge la agencia de noticias Efe. El directivo del grupo que controla marcas como Citröen, Peugeot, Fiat u Opel aseguró que “el cierre de fronteras a los productos chinos es una trampa” porque “se saltarán las barreras invirtiendo en plantas en Europa” en parte con “subvenciones estatales” de su país “a bajo coste”.
El ejecutivo ha insistido en que si los gobiernos europeos quieren elevar las ventas de vehículos eléctricos deben “ayudar a estimular la demanda”, y ha precisado que mantiene conversaciones con el nuevo gobierno británico al respecto.