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Iberia Express perderá seis aviones nuevos si sus pilotos no votan el plan de flota

Los sindicatos Sepla y UPPA se niegan a llevar a la asamblea la propuesta del grupo, con dos aparatos para la matriz y seis para la ‘low cost’

Una imagen de aviones de Iberia e Iberia Express en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas, en 2022.
Una imagen de aviones de Iberia e Iberia Express en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas, en 2022.Isabel Infantes (REUTERS)
Javier F. Magariño

Sorpresa en Iberia. Los dos sindicatos de pilotos de Iberia Express han rechazado el plan de refuerzo de flota de corto radio ofrecido por la dirección del grupo tanto a la matriz Iberia como a la filial de bajo coste. La propuesta, tal y como avanzó CincoDías, pasa por destinar dos aviones a la primera y seis a la segunda, con entrada hasta 2028.

La negativa de los sindicatos UPPA y Sepla a llevar el programa de flota a una asamblea de Iberia Express, en la que tienen voz sus 200 pilotos, ha roto cualquier pronóstico inicial. De hecho, la sección sindical del Sepla en Iberia sí debatió el asunto el pasado miércoles y sus 1.600 pilotos están por la labor de someter el acuerdo a las urnas. Pero la compañía busca que el refrendo a su oferta sea lo más fuerte posible y llegue desde ambas aerolíneas. De no aceptarse, según fuentes cercanas a la negociación, Iberia Express se quedará sin los seis aviones que le entregaría el grupo, mientras que Iberia pasaría de los dos previstos a cuatro.

El hecho de que Iberia aumente su escuadra de corto radio ya es un hito después de años de congelación. Y más aún cuando el desarrollo de Iberia Express fue limitado en 2014, supeditándose al crecimiento de Iberia en una relación de un avión nuevo en la low cost por cada aparato entrante en la matriz. Esta regla fue consagrada en el convenio de los pilotos a través del Anexo X, que también pone techo a la capacidad de Iberia Express en un 15% de los asientos por kilómetro operados por Iberia.

La dirección de Iberia ha tenido que pedir flexibilidad a sus pilotos para levantar esas garantías, por las que el colectivo se aseguró que la low cost creada en 2012 no acabaría copando la actividad de corta distancia en detrimento de la casa madre. Dejar al margen esas cláusulas, aunque sea de forma temporal, había sido misión imposible para cada uno de los presidentes que han pasado por Iberia desde la etapa de Luis Gallego. Pero es ahora la representación sindical de Iberia Express la que muestra frontal oposición.

La intención es que, a la vuelta de cuatro años, Iberia opere el 61% de los aviones de corto y medio radio del grupo (actualmente tiene el 65%), por el 39% de Iberia Express (hoy opera el 35%), que ofrece ventaja en costes. La matriz pasaría de 48 a 50 aparatos de corto y medio radio, y la filial saltaría de 26 a 32 unidades. Pero en el escenario actual de rechazo en Express, la previsión es que Iberia llegue a 52 aviones y que la firma de bajo coste se quede en los 26 actuales, cortándose en parte la proyección de su personal.

Suena a medida de presión, pero IAG, grupo en el que Iberia convive con British Airways, Vueling y Aer Lingus, es inflexible en estos casos: si no hay acuerdo no hay nuevos aviones, como ha sucedido en la catalana Vueling. Y ello a pesar de que considera a Iberia Express un brazo esencial para la pugna en precios con Ryanair, Easyjet, Transavia, Wizz o Jet 2. Se trata de avanzar en el desarrollo de sus marcas, pero garantizándose la paz social.

Para evitar confrontación en Iberia, el programa de flota de corto radio prevé que Express no tendrá nunca más aviones que ella, salvo que esté en riesgo la viabilidad del grupo. Incluso si se diera una caída en picado de la producción y se retiraran de aviones, se mantendría la relación 60%-40% entre las flotas de ambas marcas. La ratio de un avión nuevo en la low cost por cada unidad añadida a la matriz se restauraría en 2029.

El paquete de medidas fue negociado con la sección sindical del Sepla en Iberia, que es donde se esperaba mayor resistencia y la que debe flexibilizar el Anexo X. Las fuentes consultadas creen que ese diálogo preferente podría haber puesto a la contra al Sepla en Iberia Express y al mayoritario UPPA.

En el paquete de medidas se incluyen cambios en la política de sueltas de copiloto a comandante, con dos en Iberia Express por cada tres en Iberia (actualmente una por cada cuatro); la creación de un único sistema de entrada en la compañía a través de un centro de selección de Grupo Iberia, o la apertura de áreas técnicas y administrativas, como las de inspección e instrucción, a los pilotos con más de un año en la empresa.

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Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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