El botón nuclear de la industria de los chips: el as en la manga en caso de una invasión china de Taiwán
ASML, el productor de las máquinas de chips más punteras y TSMC, el principal fabricante del mundo en lo que a chips avanzados se refiere, tienen una vía de inutilizar sus equipos de forma remota
El mundo tal y como lo conocemos depende más de lo que parece de la isla de Taiwán. Objeto de deseo y de retórica belicista más o menos recurrente por parte de Pekín, que aspira a la reunificación del territorio bajo su bandera, allí se produce, según datos de la agencia de inteligencia de mercado TrendForce, el 68% de todos los chips avanzados que se fabrican en el planeta. En hacer realidad estos elementos fundamentales para tecnologías tan omnipresentes como la inteligencia artificial generativa, tienen un papel fundamental dos empresas. Una holandesa, ASML, dedicada a producir las máquinas, y la taiwanesa TSMC, que fabrica los chips como tal. Según ha publicado Bloomberg este martes, tanto la una como la otra tienen un poderoso as en la manga para evitar que esta tecnología caiga en las manos equivocadas: una suerte de “botón nuclear” que puede activarse de forma remota para dejar inservibles las máquinas más punteras.
Los chips son un punto caliente en la geopolítica internacional. La agencia de noticias estadounidense explica que, según dos fuentes conocedoras de esta posibilidad que han accedido a hablar bajo la condición de anonimato, las autoridades estadounidenses habían expresado de forma privada a ASML y a TSMC sus preocupaciones sobre qué ocurriría en el caso de que China finalmente decidiera invadir la isla.
ASML desveló su habilidad para inutilizar de forma remota los equipos de fabricación de chips cuando el Gobierno neerlandés les preguntó también por esa posibilidad. Países Bajos ha hecho simulaciones de qué pasaría en el supuesto de una invasión china sobre Taiwán para gestionar mejor los riesgos. Bloomberg explica que ninguna de las partes conocedoras de este particular botón del pánico se prestó a hablar de ello. Ni las empresas relacionadas con ello, ni los Gobiernos estadounidense ni neerlandés.
Según las fuentes, la desactivación remota tiene efecto en las máquinas de ASML de la conocida como línea ultravioleta extrema, llamadas en la jerga EUV. Estas máquinas utilizan ondas de luz de alta frecuencia para forjar los chips de menor tamaño y mayor capacidad que existen en la actualidad, que son los que la IA generativa emplea, así como los que se destinan a los usos militares más delicados.
Con el tamaño de un microbús urbano, una EUV necesita actualizaciones y ajustes regularmente. Es aprovechando ese mecanismo como la empresa puede forzar un apagado remoto que actuaría de facto como un botón de autodestrucción, según estas fuentes. ASML es la única empresa capaz de producir este equipamiento y cada una de ellas vale más de 200 millones de euros.
China lleva años reclamando Taiwán como parte de su territorio, con el presidente Xi Jinping habiendo defendido una unificación pacífica, pero sin haber descartado por completo la vía de una intervención militar. Entre tanto, Estados Unidos ha advertido que China está preparándose para tener la capacidad de acometer la invasión para 2027, algo que el Gobierno taiwanés ha descartado por ser demasiado inminente y a lo que Pekín argumenta que no tiene ninguna base. El ejército popular no ha concentrado tropas en la costa y Xi Jinping ha estado ocupado intentando contener las grietas que van a apareciendo en la economía del gigante asiático.
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