Cataluña, una gran fuente de adquisiciones para el BBVA
La compra del Sabadell situaría a la entidad presidida por Carlos Torres con un 35% de las oficinas en Cataluña tras absorber siete entidades
Hace cuatro años el BBVA hizo un gran esfuerzo para cambiar los rótulos de sus sucursales en Cataluña. Pero era más que un lavado de cara. Suponía la liquidación definitiva de la marca CatalunyaCaixa, la que fuera una de las mayores entidades financieras de la comunidad autónoma antes de que llegara la crisis financiera y con ella el ocaso de las cajas de ahorros. Cuando BBVA la adquirió al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en realidad se estaba comiendo tres antiguas entidades, las de Catalunya, Tarragona y Manresa.
Desde entonces, ese ha sido su principal modo de crecer en Cataluña. Tres años después de aquella absorción cerró la adquisición de Unnim Banc, otra fusión que representaba el antiguo poder de otras tres cajas: Sabadell, Terrassa y Manlleu. Bajo su enseña se encuentran seis de las diez antiguas cajas catalanas, un legado histórico nacido en el siglo XIX como palanca de la paz social a partir del incentivo del ahorro familiar. Este martes, como ya lo intentó en 2020, BBVA vuelve a poner el punto de mira en el territorio catalán para hacerse con otro símbolo, en este caso el histórico banco de la industria local, el Sabadell. Su séptima presa desde que inició el proceso con CatalunyaCaixa.
Hoy en Cataluña ya solo queda una caja de ahorros o, mejor dicho, la evolución de lo que fue: la Fundación Bancaria La Caixa, la propietaria del mayor banco con negocio en España, CaixaBank, y de la cartera industrial más relevante a nivel nacional, que controla a través de Criteria. CaixaBank, con una fuerte capilaridad de sucursales en su comunidad, evitó tanto como pudo las absorciones de cajas de ahorro en su mercado local. Solo se quedó una, la de Girona. Pero cuando absorbió Bankia (la antigua Caja Madrid y la entidad más voraz en lo que se refiere a cajas, ya que aglutinaba once en todo el territorio español), asumía también los negocios de la Caja del Penedès y Laietana.
CaixaBank continuaría siendo la entidad con mayor implantación de oficinas en Cataluña, según los datos de 2022 extraídos de los anuarios de Asociación Española de Banca y de la CECA, la patronal que representa a las antiguas cajas de ahorro. Contaba entonces con 848 oficinas bancarias de las 2.122 existentes en Cataluña (no incluyen las de cooperativas de crédito), casi el 40% del total. Pero BBVA daría un salto importante, al añadir a sus 400 las 355 del Sabadell. En total, 755 sucursales, el 35,5% del total, a no ser que las autoridades de competencia le obliguen a desprenderse de red comercial o, más habitual, la fusión derive en un excedente de recursos a ojos de los gestores que acabe con recorte de oficinas y de empleados. La fusión de CaixaBank y Bankia acabó con 6.452 salidas de trabajadores y el cierre de 1.839 oficinas en el conjunto de España, si bien el volumen de la fusión era mayor. Lo cierto es que todas las entidades ya han recortado su red en los últimos años, por lo que será difícil ver recortes de esa magnitud.
En todo caso, la integración del Sabadell en BBVA dejaría un mercado con mucha más concentración en Cataluña y menor posibilidad de elección entre los clientes. CaixaBank y el banco que surja de la absorción controlarían el 75,5% del mercado (teniendo en cuenta las oficinas), un porcentaje que crece hasta el 87,6% si se suma el Santander, la que se convertiría en la tercera entidad. Un estudio elaborado por la Autoridad Catalana de la Competencia en 2022 ya alertaba de los problemas por la falta de oferta. “En el caso del Estado español el incremento de la concentración bancaria ha sido más intenso que en el de la mayoría de países europeos”, afirma en un informe, para después constatar otra: “En Cataluña, el sector bancario ha experimentado un mayor incremento relativo del grado de concentración que en el conjunto del Estado”.
El análisis del organismo, con datos de 2019, sí que convertiría al BBVA en el campeón catalán, con el 38% de las oficinas (CaixaBank tendría un 33%) y un 39% del negocio de la concesión de créditos (CaixaBank: 27%). Uno de los datos más relevantes que ofrece el informe Concentración del sector bancario en Cataluña es que los tres mayores bancos presentes en Cataluña han pasado de concentrar el 54,2% de los préstamos a los hogares a un 63% entre 2013 y 2019. Ese aumento de cuota ha sido incluso más agudo en el negocio de las pymes (del 50,3% al 63,2%) y de grandes empresas (52,4% al 65,8%).
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