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Bulgaria se abre a pactar con Talgo el pedido de 20 trenes del que sale la china CRRC investigada por Bruselas

El gigante estatal chino renunció a su mejor oferta en plenas pesquisas de la Comisión Europea por subvenciones extranjeras

Javier F. Magariño
Trabajadores de Talgo en la fábrica que la compañía tiene en Las Rozas (Madrid)
Trabajadores de Talgo en la fábrica que la compañía tiene en Las Rozas (Madrid)Europa Press News (Europa Press via Getty Images)

Caso de imprevisible calado en Bruselas que enfrenta a la UE con China. El fabricante español de trenes Talgo se ha quedado en solitario en un concurso de más de 600 millones de euros promovido por el Gobierno de Bulgaria para el suministro de 20 trenes eléctricos. Y ello ha sido posible por la renuncia de la firma de capital estatal chino CRRC a mantener la que era la mejor oferta en el proceso. El gigante estaba bajo investigación de la Comisión Europea (CE) por ser receptor de subvenciones extranjeras, por cerca de 2.000 millones de euros, que a buen seguro lo situaban en posición de ventaja frente a conglomerados industriales europeos. Firmas europeas como Alstom, CAF o Siemens habían mostrado interés por la licitación sin llegar a presentar una oferta en firme. También habían acudido Stadler, Hyundai o Skoda.

Un portavoz oficial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones búlgaro ha confirmado a este periódico que, “por el momento, la empresa Talgo ha sido invitada a seguir negociando”. La puja de la española se basa en trenes con 383 asientos por un total de 1.220 millones de levas (unos 625 millones de euros). Su rival asiático estaba dispuesto a suministrar una veintena de modelos de 406 plazas por la mitad, 607 millones de levas (unos 311 millones de euros). El paquete de trenes eléctricos y su mantenimiento durante 15 años fueron presupuestados en 1.200 millones de levas búlgaras (unos 615 millones de euros) en el pliego del concurso.

Fuentes conocedoras de los detalles de la licitación señalan que las negociaciones entre Talgo y el departamento de Transportes podrían verse afectadas por un eventual adelanto electoral ante las dificultades para la formación de un nuevo Gobierno. Se especula con el 9 de junio para las elecciones, para lo que el presidente Rumen Radev debería emitir un decreto antes del 9 de abril.

Para la firma que preside Carlos de Palacio, sometida en estos momentos a una oferta pública de adquisición (opa) por parte del consorcio húngaro Ganz Mavag, sería nueva carga de trabajo dentro de una cartera de contratos que alcanza los 4.000 millones de euros.

La china CRRC Qingdao Sifang Locomotive, filial del grupo CRRC, considerado el mayor fabricante del mundo, estaba bajo la lupa de la CE desde febrero, pero su salida del proceso se ha dado antes que concluyera el análisis en el marco del Reglamento de Subvenciones Exteriores. La Comisión tenía hasta el 2 de julio para resolver este caso, que acaba leyéndose como un veto a la competencia china.

Protección

El comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, ha afirmado, en un duro mensaje contra los intereses chinos en la UE, que “en apenas unas semanas, nuestra primera investigación en el marco del Reglamento sobre Subvenciones Extranjeras ya ha dado resultados. Nuestro Mercado Único está abierto a empresas que sean verdaderamente competitivas y jueguen limpio. Seguiremos adoptando todas las medidas necesarias para preservar la seguridad económica y la competitividad de Europa, con asertividad y rapidez”.

Tal y como dice Breton, este que se da por concluido era el primer examen a fondo, en una licitación pública, sobre las potenciales distorsiones que generan las subvenciones extranjeras a empresas que actúan en el mercado único europeo. Antes de que la CE entrara de oficio, fue la propia CRRC la que comunicó, a finales de enero, las ayudas recibidas. Y esa notificación ya condujo a un análisis preliminar. Entonces se apreció que existían indicios suficientes de que a la citada filial del grupo CRRC se le habían concedido ayudas que condicionan el mercado interior.

El Reglamento sobre Subvenciones Extranjeras comenzó a funcionar en julio del año pasado. Se trata de un escudo normativo por el que las autoridades comunitarias pueden analizar el apoyo público recibido por firmas foráneas que trabajan en Europa. Se busca, con ello, preservar las condiciones de igualdad en la competencia, lo que ha sido una demanda clave del sector industrial europeo durante años.

El propio Reglamento obliga a las empresas a notificar su presencia en concursos públicos en la UE cuando el valor estimado del contrato es superior a los 250 millones de euros y cuando estas han recibido al menos cuatro millones en subvenciones del exterior en los tres años anteriores a la licitación en cuestión.

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Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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