Talgo se queda sola en la pugna por 20 trenes en Bulgaria ante la renuncia de CRRC en plena investigación de Bruselas
El gigante chino tenía la mejor oferta, pero elude continuar en el proceso ante las pesquisas por tener subvenciones extranjeras
La presión de la Comisión Europea (CE) ha acabado con el fabricante chino CRRC Qingdao Sifang Locomotive fuera del concurso para el suministro de 20 trenes eléctricos al Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Bulgaria. El conglomerado asiático puso sobre la mesa la mejor oferta, en competencia con la española Talgo, pero la Comisión abrió en febrero una investigación por las subvenciones públicas recibidas por la virtual ganadora en Bulgaria. Esas ayudas podrían haberla colocado en situación de ventaja, pero no ha habido lugar a concluir el análisis ante la renuncia de la filial de CRRC.
Talgo se queda sola en el proceso, aunque está por confirmarse que el Gobierno búlgaro mantenga en pie esta contratación pública ante este giro de los acontecimientos. Para la firma que preside Carlos de Palacio, sometida en estos momentos a una oferta pública de adquisición (opa) por parte del consorcio húngaro Ganz Mavag, sería nueva carga de trabajo dentro de una cartera que ya alcanza los 4.000 millones de euros.
En Bruselas se ha notificado la retirada del gigante de capital estatal chino después de que se activaran las citadas pesquisas en el marco del Reglamento de Subvenciones Exteriores. Tras la marcha de CRRC, considerado el mayor fabricante del mundo, la CE cierra la referida investigación. La propuesta de Talgo se basa en trenes con 383 asientos por un total de 623 millones de euros. Su rival estaba dispuesta a suministrar modelos de 406 plazas por 320 millones. Los 20 trenes eléctricos y su mantenimiento durante 15 años fueron valorados en 1.200 millones de levs búlgaros (unos 613 millones de euros) en el pliego del concurso.
La Comisión tenía hasta el 2 de julio para resolver este caso, en el que se debatía el posible veto a la compañía china. Esta que concluye ahora era la primera investigación a fondo sobre las potenciales distorsiones de las subvenciones extranjeras a empresas que actúan en el mercado único europeo. Antes de que la CE entrara en acción, fue la propia CRRC la que comunicó, a finales de enero, las ayudas recibidas. Y esa notificación ya condujo a un análisis preliminar. Entonces se apreció que existían indicios suficientes de que a esta filial del grupo CRRC se le había concedido una subvención extranjera que distorsiona el mercado interior.
El referido Reglamento sobre Subvenciones Extranjeras comenzó a funcionar en julio del año pasado. Se trata de un escudo normativo por el que las autoridades comunitarias pueden poner la lupa sobre el apoyo público recibido por firmas foráneas que compiten en Europa. Se busca con ello preservar las condiciones de igualdad en la competencia, lo que ha sido una demanda clave del sector industrial europeo durante años.
El propio Reglamento obliga a las empresas a notificar su presencia en concursos públicos en la UE cuando el valor estimado del contrato es superior a los 250 millones de euros y cuando estas han recibido al menos cuatro millones en subvenciones del exterior en los tres años anteriores a la licitación en cuestión.
El comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, ha afirmado, en un duro mensaje contra los intereses chinos en Europa, que “en apenas unas semanas, nuestra primera investigación en el marco del Reglamento sobre Subvenciones Extranjeras ya ha dado resultados. Nuestro Mercado Único está abierto a empresas que sean verdaderamente competitivas y jueguen limpio. Seguiremos adoptando todas las medidas necesarias para preservar la seguridad económica y la competitividad de Europa, con asertividad y rapidez”.
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