Enrique Pérez-Plá (Bestinver): el hombre que ayudó a Bill Gates y a Soros a entrar en la Bolsa española en plena crisis
Este directivo ha vivido en primera persona la transformación del sistema financiero, desde la negociación de valores en corros hasta la incorporación a la escena global
Octubre de 2013. España aún vive bajo el manto de la crisis. Un año y medio antes Mariano Rajoy solicitaba 100.000 millones de euros a Bruselas para rescatar al sector financiero. Con la Bolsa española arrastrando la mácula del rescate, una sociedad de valores ubicada en la calle Velázquez de Madrid recibe una llamada de teléfono desde Seattle.
El interlocutor es uno de los gestores de fondos de la Fundación Bill y Melinda Gates, creada por el fundador de Microsoft y por su exmujer. El hombre más rico del mundo quiere comprar acciones españolas. Al otro lado del teléfono, Enrique Pérez-Plá (Madrid, 1961). “Nos contrataron para entrar en España. Querían comprar en poco tiempo y necesitaban títulos con liquidez. Nosotros sabíamos que FCC tenía autocartera disponible para la venta, y que el accionista mayoritario estaba en una posición de debilidad, por eso se lo propusimos”, explica este veterano de mil batallas, actual consejero delegado de Bestinver, la firma de inversión del grupo Acciona.
Pérez-Plá sabía que aquella operación era muy relevante y que el día siguiente abriría todos los telediarios. “Era una de nuestras especialidades, la ejecución en poco tiempo y de forma sigilosa de compras de grandes paquetes de acciones”, detalla el directivo, mientras pasea por el Palacio de la Bolsa de Madrid, donde empezó su carrera hace 38 años. La Fundación Bill y Melinda Gates adquirió el 6% del capital de FCC. Dos meses después, fue el mítico inversor George Soros quien entró en FCC. También llamó a Pérez-Plá para ejecutar la compra.
La trayectoria de Pérez-Plá ha ido pareja a la modernización del sistema financiero español. “Cuando empecé los agentes de cambio y Bolsa tenían el monopolio de la compraventa de acciones. Había un corro, en el centro del parqué, donde solo entraban ellos. Más allá estaban sus apoderados, y en los extremos había cabinas telefónicas donde llegaban las órdenes de fuera”, detalla.
Orígenes
Pérez-Plá, séptimo hijo de una familia de 10 hermanos, pertenece a una saga de constructores. Su abuelo fue el arquitecto del barrio de Heliópolis de Sevilla y la empresa familiar levantó también el pantano del Burguillo (en El Tiemblo, Ávila) y conducciones del Canal de Isabel II. “Yo siempre tuve claro que sería empresario. Eso sí, de mi familia he heredado de todo, zapatos, ropa, balones... menos dinero. Cuando estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Complutense, la empresa familiar estaba en suspensión de pagos y yo estaba encaminado al sector financiero. Vi las penurias que también pasan los empresarios y, aún así, seguía atrayéndome. Me interesé por los mercados bursátiles en 4º de carrera, con un trabajo sobre el crac del 29″, recuerda.
Este financiero empezó su carrera en 1986 en Banif, la filial de banca privada del banco Hispano Americano, asesorando a clientes ricos. En 1989 se aprobó la Ley del Mercado de Valores, que acabó con el monopolio de los agentes de cambio y Bolsa y creó las figuras de las sociedades y agencias de valores. Fue entonces cuando algunos de esos agentes crearon sus propias firmas. Francisco González fundó FG Valores (luego la vendería a Merrill Lynch y el agente acabó presidiendo BBVA); AB Asesores (fundada por los agentes Pedro Guerrero, que luego fue presidente de Bankinter, e Ignacio Garralda, actual presidente de Mutua Madrileña). En aquellos tiempos de cambio, Pérez recaló en Ibercorp, una sociedad de valores fundada por Manuel de la Concha y que acabó salpicada por un caso de corrupción que propició la caída del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio. “Yo era muy joven y no tenía ni idea de esos tejemanjes. Me encargaba de gestionar varios fondos, entre ellos uno de una firma internacional, Prudential, que nos había dado un mandato, y que llegó a tener un patrimonio de 7.000 millones de pesetas [42 millones de euros], un dineral”.
Antes de que estallara el escándalo, Pérez-Plá montó su propia empresa. Apoyado en Carnegie, un banco de inversión sueco, fundó con otros seis socios su filial española. Era una firma de brokeraje, especializada en el asesoramiento a clientes institucionales extranjeros que querían invertir en la Bolsa española. “A mi siempre me ha atraído más el lado de la venta de activos que el de la compra. Creo que como gestor de fondos o analista de compañías habría sido del montón, pero esta otra parte del negocio financiero sí que se me ha dado bien”.
A partir de ahí la carrera de Pérez-Plá fue meteórica. “Yo, cuando sea mayor, quiero ser como Quique, montar empresas y poder venderlas con éxito a los pocos años”, comenta con cierta sorna uno de los competidores del directivo de Bestinver. En el caso de Carnegie España, los problemas de la matriz sueca permitieron que Pérez-Plá y los socios españoles fueran aumentando progresivamente su participación. A las pocas horas de llegar al 100%, en 1996, se la vendieron al banco de inversión británico Schroders. La primera venta. El directivo se quedó unos años como consejero director general de Schroders en España. En 2000 el grupo inglés fue adquirido por Salomon Brothers, una filial de Citigroup, el que era el mayor banco del mundo.
Fue en 2003 cuando dejó Citigroup para volver a emprender, con la creación de Fidentiis, un grupo que tenía tanto gestora de fondos como sociedad de valores. Allí, una de las operaciones más celebradas fue la ejecución de la compra del 25% de Endesa por parte de Acciona. En aquel momento trabó una relación especial con la familia Entrecanales, máximos accionistas de Acciona.
Esa confianza hizo que en 2019 Bestinver decidiera comprarle a Pérez-Plá y sus socios su participación en Fidentiis, para fusionarlo con su brazo inversor, Bestinver, una de las gestoras más prestigiosas del país. “Querían que la gestión de inversiones estuviera al margen de la dirección de la empresa, y yo podía cumplir con ese rol. Además, el negocio de mercado de capitales de Fidentiis era muy complementario con Bestinver”, explica. Hoy el grupo gestiona activos por valor de 6.500 millones de euros.
El directivo tiene cinco hijos, de dos matrimonios. El más pequeño tiene 11 años –”es muy bueno con los deportes y juego con él los fines de semana”–. También va a ver los partidos de voley de su hija de 13 años. “Volver a ser padre ya con cierta edad, me ha dado muchísimo en la vida. Pero siempre he intentado sacar tiempo para mis hijos, también para los dos mayores”. Entre sus aficiones, se reconoce un ferviente seguidor del Atlético de Madrid –”a veces voy al campo con mi hijo mayor, que tiene 30 años y a veces con el pequeño”– y un apasionado de los libros de Historia –”aunque casi solo puede leer en verano”–.
Pérez-Plá camina por el barrio de los Jerónimos con cierta nostalgia. En los alrededores del Palacio de la Bolsa empezó a trabajar hace casi 40 años y, hasta hace unos meses, era donde tenía su despacho de Bestinver. “Ahora estamos en la sede corporativa del grupo Acciona, donde antes estaba Banesto, pero toda esta zona me sigue trayendo muchos recuerdos”.
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