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El expresidente de Volkswagen niega toda responsabilidad por el escándalo del diésel: “Ni exigí, ni promoví, ni toleré”

El que fuera el directivo más poderoso de Alemania declara ante el proceso civil sobre el caso

Martin Winterkorn, former chairman of Volkswagen, appears in court as a witness in an investor lawsuit over the carmaker's diesel emissions scandal, in Braunschweig, Germany February 14, 2024. REUTERS/Fabian Bimmer
Martin Winterkorn, former chairman of Volkswagen, appears in court as a witness in an investor lawsuit over the carmaker's diesel emissions scandal, in Braunschweig, Germany February 14, 2024. REUTERS/Fabian BimmerFABIAN BIMMER (REUTERS)

Más de ocho años después de que saliera a la luz el escándalo de la manipulación de los motores diésel de Volkswagen para que parecieran menos contaminantes, todavía no está claro quién es el responsable. Todos sus exdirectivos se han mantenido fieles al discurso de que ellos no sabían nada. Qué alto directivo del poderoso grupo automotriz alemán sabía exactamente sobre el fraude millonario y cuándo se enteraron son cuestiones que aún quedan por resolver y que son clave en el proceso civil en el que declaró este miércoles el expresidente de la junta directiva de VW Martin Winterkorn.

La primera comparecencia ante un tribunal del que fuera el directivo más poderoso de Alemania había suscitado mucho revuelo en el país y muchos se preguntaban qué diría. Su última aparición importante fue en enero de 2017 ante la comisión especial de investigación del Parlamento alemán, y desde entonces había permanecido en silencio.

Sin embargo, como era de esperar, volvió a negar toda responsabilidad por los dispositivos colocados en millones de vehículos para manipular la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) nocivos de los motores cuando se realizaban los controles en los talleres, pero que se desactivaban en carretera. De esta manera los vehículos parecían menos contaminantes de lo que eran en realidad y cumplían así con la estricta normativa estadounidense sobre emisiones de motores diésel.

“Ni exigí, ni promoví esta función, ni toleré su uso”, se defendió ante el tribunal en una breve declaración en la que explicó que se enteró “tarde y de forma incompleta de los problemas con los motores diésel en Estados Unidos”.

En aquel momento supuso que VW encontraría rápidamente una solución técnica y jurídicamente perfecta para los vehículos diésel en Estados Unidos. “Así me lo aseguraron los jefes de los departamentos responsables”, dijo en el estrado de los testigos.

“Si me hubieran dado una visión completa, no habría dudado en abordar los hechos directamente y aclararlos”, apuntó. “Si hubiera sido necesario, yo mismo habría volado a Estados Unidos”, agregó sobre una época en la que VW quería expandirse en Estados Unidos.

Winterkorn siguió así la línea defensiva a la que casi todos los altos directivos de VW se han mantenido fieles hasta el día de hoy y según la cual los empleados de niveles inferiores fueron los responsables de la manipulación del software del motor, de lo que los directivos supuestamente nunca supieron nada.

La justicia alemana lleva años intentando probar lo contrario. En junio de 2023, el exdirector de Audi, filial de VW, Rupert Stadler, fue condenado por el Tribunal Regional de Múnich a libertad condicional y a una multa multimillonaria. Mientras, en Brunswick está pendiente un proceso penal contra el propio Winterkorn por manipulación de emisiones, así como por fraude del mercado. “Creo que estas acusaciones son incorrectas”, declaró este miércoles Winterkorn sobre los dos cargos pendientes en su contra.

Desde su destitución al frente de VW en septiembre de 2015, cuando salió a la luz el colosal escándalo, Winterkorn vive recluido en su casa, en un elegante barrio de Múnich. Por eso la declaración del exdirectivo de 76 años como testigo en el juicio abierto en el Tribunal Regional Superior de Brunswick acaparó todos los focos.

Hay previstas hasta cuatro fechas para interrogarlo sobre hechos que se remontan hasta 2007 cuando asumió el cargo al frente del grupo automotriz.

El proceso se centra principalmente en la cuestión de si la junta directiva de VW y su principal accionista, Porsche SE, informaron demasiado tarde a los inversores sobre la magnitud del escándalo y que les hizo perder cantidades multimillonarias en Bolsa.

En el procedimiento civil en virtud de la Ley de Casos Modelo de Mercados de Capitales (KapMug) los inversores luchan desde hace cinco años por obtener una indemnización. El demandante principal es el fondo gestor Deka Investment.

En primer lugar, el tribunal aclarará si este demandante tiene derecho a una compensación. De ser así, más de 2.000 demandas individuales de inversores se beneficiarían también de la correspondiente sentencia. Se estima que el valor total en litigio asciende a unos 4.400 millones de euros.

En 2015, bajo presión de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), VW admitió que había manipulado once millones de vehículos y dos años después se declaró culpable de fraude y obstrucción a la justicia en Estados Unidos.

El escándalo desencadenó un gran número de demandas y ha costado, hasta ahora, al Grupo VW más de 32.000 millones de euros, principalmente en multas y pagos de indemnizaciones en Estados Unidos.

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