Astara enfila la salida a Bolsa por 2.000 millones con una refinanciación
La compañía prolonga vencimientos hasta entre 2025 y 2028 y pacta con siete bancos
Astara enfila el camino hacia la Bolsa. La compañía española de suscripción de coches, filial del grupo Bergé, ha acordado con la banca la refinanciación de 286 millones de su pasivo, que asciende a los 687 millones. La operación supone que el grupo allane el camino hacia un debut bursátil, que busca para la primera mitad del año con una valoración de unos 2.000 millones de euros.
La compañía –cuyo negocio está en ofrecer un modelo de suscripción de coches– ha alcanzado con siete entidades financieras un acuerdo por el que prolonga los vencimientos de su pasivo a entre 2025 y 2028. La nueva deuda se compone de un crédito revolving de 150 millones, que expira en 2025. Y dos préstamos a plazo, de 75 y 60 millones, con vencimiento en 2028. En el acuerdo han participado BBVA, Santander, BNP Paribas, CaixaBank, Citi, HSBC y Kutxabank.
La compañía contaba a cierre de 2022 con un pasivo de 687 millones, en su mayoría con un vencimiento inferior a un año, de acuerdo a su último informe anual, y 240 millones en caja. Parte de esta deuda, que un año pasó de los 201 millones a 687 millones, corresponde con un préstamo firmado en 2020 por importe de 216 millones. Este préstamo, que pilotaba el Banco Santander, contaba con garantías sobre activos de la compañía y también estaba vinculado a determinados compromisos con los bancos (lo que en la jerga se conoce como covenants) como contar con un mínimo de capital circulante.
Refinanciar la deuda permite a la compañía mejorar su perfil financiero, prolongar los vencimientos y liberarse de ataduras con los bancos. Y, finalmente, contar con un camino más allanado de cara a la Bolsa al ofrecer una imagen más atractiva de cara a los inversores.
La compañía lleva meses trabajando en un estreno en el parqué de cara a la primera mitad de año. De hecho, ya ha configurado a todo el ejército de bancos para la operación. Lazard es el asesor financiero, con BNP Paribas, HSBC y Morgan Stanley liderando la operación como coordinadores globales. En un segundo escalón, Citi, Deutsche Bank y Santander serán los bookrunner y finalmente, en el tercer escalón, trabajarán BBVA, CaixaBank y Norbolsa.
La compañía aspira a una capitalización en la OPV de unos 2.000 millones. Para ello, esperan recabar unos 500 millones del mercado en una oferta combinada de colocación de acciones (OPV) en el mercado secundario y una ampliación de capital en el primario. Actualmente está controlada por el Grupo Bergé, que tiene el 75%, junto a Mitshubisi, con un 25% que adquirió en 2019. Está previsto que ambos inversores aprovechen la ocasión y hagan caja, de modo que pase a cotizar entre el 25% y el 49% del capital.
Por el momento, la compañía ha realizado los primeros sondeos al mercado para testar el apetito de los inversores por invertir en la compañía. También está realizando el trabajo con la CNMV y BME sobre los documentos para debutar, como el ITF o el folleto. Sus pretensiones pasan por estrenarse a partir de abril, después de Semana Santa, y antes de verano.
Resultados
Astara cerró el ejercicio de 2022 con unos ingresos de 4.500 millones de euros, el 32% más que en el año anterior. Espera alcanzar una facturación de 5.500 millones en 2023. El beneficio de 2022, por su parte, fue de 80 millones de euros, un 13% menos. La compañía atribuye este incremento de los ingresos a la buena marcha del negocio de movilidad, del que dice quiere hacer crecer en el futuro, y también la adquisición de compañías en la rama de distribución tradicional de vehículos.
Su negocio se distribuye aproximadamente a partes iguales entre Europa y Latinoamérica, donde tiene presencia en Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Colombia, además de en Finlandia, Suecia, Polonia, Alemania, República Checa, Portugal, Bélgica, Austria, Suiza, Filipinas o Países Bajos, además de España, que supone apenas el 8% del negocio total del grupo. Da empleo a más de 3.000 trabajadores y unos dos millones de usuarios repartidos por 19 países.
La compañía ya ha ido preparando un posible debut en el mercado. El año pasado elevó el dividendo a cuenta de los resultados de 2022, hasta los 33 millones, a lo que se sumó un dividendo con cargo a reservas por 7 millones. En 2021 retribuyó a sus accionistas con 36,7 millones. Esto supone prometer a sus futuros inversores pagos atractivos, que hasta ahora han sido de en torno al 50% del beneficio neto, para incentivarlos a participar en la OPV, además de ofrecer la posibilidad de entrar en un negocio de futuro.
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