Los inversores penalizan el aumento de costes de Microsoft y Google por la inteligencia artificial
El mercado castigó a ambas ‘big tech’, obligadas a elevar sus inversiones este año para crecer en IA. Temen que sus crecimientos no sigan el ritmo de sus inversiones
Todo no fueron buenas noticias para Microsoft y Alphabet el martes cuando anunciaron sus resultados económicos. Y eso que la matriz de Google pulverizó su récord de ingresos al facturar durante 2023 un 9% más frente al año anterior, hasta los 307.394 millones de dólares (unos 283.400 millones de euros), y elevó un 23% su beneficio, hasta los 73.795 millones de dólares. También el creador de Windows dio, por su parte, señales de enorme fortaleza: aumentó un 18% su facturación entre octubre y diciembre, hasta los 62.000 millones de dólares, y situó en los 21.900 millones su beneficio neto, un 33% más, batiendo las estimaciones de los analistas.
Con esas cifras, ambas podían frotarse las manos: la publicidad digital se mantiene fuerte, el negocio de la computación en la nube sigue su impulso, y sus inversiones en inteligencia artificial están empezando a dar sus frutos. Según dijo Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, “al infundir IA en cada capa de nuestro conjunto tecnológico, estamos ganando nuevos clientes y ayudando a impulsar nuevos beneficios y ganancias de productividad en todos los sectores”. Pero el mercado les echó un jarro de agua fría. Las acciones de Alphabet cayeron el martes casi un 6% en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street y las de Microsoft, un 1%. Este miércoles, los títulos de la primera retrocedieron un 7,35%, y los de la empresa de Seattle un 2,69%.
Al gigante de las búsquedas le penalizaron sus cifras trimestrales que, pese a subir un 13% en ingresos (hasta 86.310 millones de dólares) y un 52% en beneficio (20.687 millones), decepcionaron al mercado porque los ingresos por publicidad se quedaron por debajo de las previsiones. Pero lo que penalizó a ambas es la advertencia de que elevarán sus costes este año a medida que realicen inversiones más significativas en la infraestructura tecnológica que sustenta la IA generativa y en investigación en torno a esta tecnología.
El gasto de capital de Alphabet en el último trimestre reportado se disparó un 45% a 11.000 millones de dólares, y su directora financiera, Ruth Porat, aseguró que dicho gasto será notablemente mayor este año frente a 2023. Microsoft también informó de un aumento del 69% en el gasto de capital a 11.500 millones de dólares y señaló que espera que la métrica “aumente materialmente” de forma secuencial.
Alphabet y Microsoft mantienen una dura batalla entre sí y con otras tecnológicas para desarrollar productos de IA de vanguardia, y como publicó ayer el Financial Times, los sólidos resultados de estas dos compañías no lograron persuadir a los inversores de que su crecimiento seguirá el ritmo de las enormes inversiones que planean hacer en centros de datos y servidores este año para acelerar su oferta en IA generativa.
Solo en España, Microsoft anunció hace unos meses que construirá tres centros de datos en Aragón, en los que invertirá varios cientos de millones. Esta infraestructura, que se sumará a la que están haciendo para la implantación de su región de centros de datos en Madrid, estará fundamentalmente dedicada, según fuentes del sector tecnológico, a inteligencia artificial.
El entusiasmo de los inversores en la nube y la IA ha disparado el precio de las acciones de Microsoft un 60% en el último año, elevando su valor en Bolsa a tres billones de dólares. Este mes, el gigante del software superó a Apple como la empresa más valiosa del mundo. También al calor de esos negocios, las acciones de Alphabet subieron un 58% en 2023. Pero los inversores “quieren una mayor contribución de la IA”, dijo sobre Alphabet Gene Munster, socio director de Deepwater Asset Management, según recogió este miércoles Reuters. Y Microsoft “necesitará seguir cumpliendo con su trayectoria de crecimiento para justificar un precio de las acciones aún más alto”, señaló Gil Luria, analista en D.A. Davidson.
Con ese objetivo, Alphabet está trabajando duro en la integración de su IA generativa Gemini en sus negocios de publicidad, búsqueda y nube, y Microsoft ha lanzado al mercado, entre otras cosas, Microsoft 365 Copilot, un asistente de IA generativa integrado en las aplicaciones de productividad de la empresa por 30 dólares por usuario al mes para empresas, y Copilot Pro, la versión de pago para particulares de su asistente, con un coste de 22 euros al mes por usuario. Microsoft no reveló cifras de ventas ni de usuarios de Copilot, pero Nadella aseguró que su rápida adopción recuerda a los primeros días del PC, que se convirtió en algo “estándar” tras un periodo inicial de uso por parte de los primeros usuarios.
Aunque la opinión generalizada de los expertos es que Microsoft –con su inversión de 13.000 millones de dólares en OpenAI, creadora de ChatGPT– se está moviendo más rápido para hacer negocio de la IA, Sundar Pichai, CEO de Alphabet, también indicó en un comunicado este martes que están satisfechos “con la continua fortaleza en Búsquedas y la creciente contribución de Youtube y Cloud. Cada uno de ellos ya se está beneficiando de nuestras inversiones e innovación en IA. A medida que entramos en la era Gemini, lo mejor está por llegar”. La multinacional confía en monetizar Gemini, su modelo de inteligencia artificial capaz de razonar de forma más sofisticada (su arma para competir con ChatGPT), de la que espera lanzar su nueva versión Ultra este año.
Ante la euforia de los dos directivos sobre el impacto que puede tener la inteligencia artificial, el mercado estará atento. Verán si se confirma que esa apuesta se traduce en pingües beneficios. Por ahora, los inversores siguen castigando las acciones de ambos titanes tecnológicos.
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