La operación de la SEPI presiona a STC para que desvele su plan en Telefónica
La sociedad estatal afronta una compra diez veces su inversión anual, que puede durar seis meses. Contará con un asesor financiero y un intermediario, y tratará de evitar que suba la acción
El anuncio por sorpresa de la compra de hasta el 10% del capital de Telefónica por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha elevado la presión sobre Saudi Telecom Company (STC) para que desvele sus planes en la operadora. La teleco árabe, controlada por el fondo soberano de Arabia Saudí, anunció a principios de septiembre la compra de un 9,9% del capital de Telefónica, un 4,9% directamente en acciones y un 5% en derivados, con una inversión histórica de 2.100 millones. Ahora bien, desde entonces, STC no ha protagonizado ningún movimiento. Con la legislación actual, el grupo saudí puede llegar al 5% sin condiciones, pero para alcanzar el 9,9% debe recibir autorización del Gobierno, especialmente del Ministerio de Defensa, dado el carácter estratégico de Telefónica en ámbitos como la seguridad y la defensa nacional.
El movimiento ha causado sorpresa en STC, que ahora deberá decidir si pide permiso oficialmente al Gobierno para elevar la participación. Fuentes del grupo saudí no quisieron hacer comentarios.
La última vez que STC se refirió públicamente a Telefónica fue el 30 de octubre, en la presentación de los resultados trimestrales. La cúpula saudí reiteró su confianza en el crecimiento y el potencial de Telefónica, destacando el portfolio único de la operadora española, con activos de primera clase, con plataformas tecnológicas en áreas como la inteligencia artificial, el edge computing y el internet de las cosas. De todas maneras, la operación de la SEPI es muy compleja. Si Telefónica tiene un capital de 5.750 millones de acciones, deberá adquirir 575 millones de títulos para llegar al 10%.
Según fuentes del sector, deberá ser el Gobierno el que conceda un crédito o realice una transferencia a la sociedad pública para afrontar una operación, que es diez veces su capacidad inversora en 2022, que ascendió a 213 millones de euros, importe similar al del año anterior. La SEPI obtuvo un beneficio de 43 millones en 2022, un 73% menos, con una cifra de negocio de 5.252 millones.
Fuentes de la SEPI explicaron que, a partir de la orden del Consejo de Ministros, se definirá la operación y su financiación. Con respecto al procedimiento, el consejo de administración de SEPI deberá tomar razón del contenido del acuerdo de Consejo de ministros para iniciar las actuaciones que permitan llevar a cabo dicho acuerdo y ejecutar la operación.
Asesores
Desde SEPI se indicó que se contratará, como es habitual en estas operaciones, un asesor financiero y un intermediario en Bolsa para la compra de acciones. La adquisición se realizará minimizando el impacto que pueda tener en la cotización de la compañía, y en el menor tiempo posible.
Fuentes del mercado explican que la SEPI trabaja habitualmente con cerca de una decena de bancos, entre los que reparte las operaciones, especialmente si son de gran tamaño. Entre ellos figuran las grandes entidades españoles como Santander o BBVA.
Fuentes financieras señalan que, para alcanzar una participación a través de compras en el mercado, y sin provocar fuertes subidas que incrementasen el precio encareciendo la transacción, la SEPI podría estar hasta seis meses haciendo compras. “Será un oxígeno para la acción”, dicen estas fuentes.
Otras fuentes creen que la operación se irá ejecutando a mercado, parecido a cómo se llevó la operación de STC, diseñada por Morgan Stanley, si bien, en esta ocasión, se ha anunciado previamente, al contrario que en el caso saudí. Estas fuentes apuntan la posibilidad de que algún accionista institucional quisiera salirse y aprovechara la situación para hacer una operación de bloques.
En la misma línea, fuentes del mercado no descartan la opción de una compra de los derivados de STC, si es que finalmente el grupo árabe decide no sobrepasar el 5% y llega a un acuerdo con el Gobierno.
En cualquier caso, la SEPI parece dispuesta a repetir el esquema realizado en Enagás en 2007 o en Indra el pasado año para subir del 18% al 28% del capital. Eso sí, el volumen fue inferior, puesto que la inversión en Indra rondó los 174 millones de euros. En aquella transacción, la SEPI no necesitó respaldo extra del Gobierno.
Fuentes del sector indican que la operadora registra volúmenes de negociación entre 20 y 30 millones de acciones en las semanas normales, y entre 50 y 70 millones en semanas especiales como en las que se paga dividendos. Si la acción sube su precio, la compra se encarecerá. Al cierre del precio de ayer, el valor de mercado de un 10% de la teleco supera los 2.100 millones de euros.
Con estas valoraciones, la SEPI tardaría entre 11 y 12 años en rentabilizar la inversión en Telefónica, por la vía de los dividendos. En su plan estratégico, la operadora ha comprometido un dividendo de 0,30 euros por acción en efectivo, que para la SEPI, con un 10% del capital, supondrían unos ingresos anuales cercanos a 170 millones.
Entrada en el consejo
Representantes. El movimiento de la SEPI ha acelerado los comentarios sobre cuál puede ser su presencia en el consejo de administración de Telefónica. En principio, con el número actual de 15 consejeros, para tener un representante hay que tener, al menos, un 6,7% del capital. Ahora bien, BBVA y CaixaBank, accionistas históricos, tienen cada uno un consejero, con una participación en el entorno del 5%. De hecho, hasta final de 2021, tenían dos consejeros cada una de estas entidades. Con el 10%, y bajo estos parámetros, la SEPI tendría derecho a un consejero si bien, según fuentes del sector, si el Gobierno pide dos representantes, sería difícil que Telefónica se opusiese. “Con el Gobierno es difícil negarse, si bien la teleco tendría la opción de elevar el número de consejeros”, dicen estas fuentes, que recuerdan que Telefónica renovó su consejo la pasada semana, nombrando dos nuevos independientes, en este caso dos directivos afines al grupo.
Coste. Otra de las cuestiones abiertas se centra en el coste de la financiación que el Gobierno facilite a la SEPI para ejecutar su entrada en Telefónica. En este caso, fuentes del sector creen que el Tesoro podría sufragar fácilmente sus aportaciones. En la última subasta, el tesoro pagó un tipo marginal del 3,327% en las letras a un año, y un 3,62% en las letras a seis meses. No obstante, también tendría la opción de recurrir a un crédito sindicado.
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