Adobe y Figma cancelan su fusión de 20.000 millones por obstáculos regulatorios
La decisión llega tras reconocer dificultades para obtener el visto bueno de los reguladores antimonopolio de la UE y del Reino Unido
Adobe anunció este lunes que cancela la compra de Figma, una de las plataformas de diseño colaborativo más populares del mundo, tras reconocer que “no hay un camino claro” para obtener la aprobación de los reguladores antimonopolio de la Unión Europea y del Reino Unido. El presidente ejecutivo de Adobe, Shantanu Narayen, “Adobe y Figma están en total desacuerdo con las recientes conclusiones de los organismos reguladores, pero creemos que lo mejor para nuestros respectivos intereses es avanzar de forma independiente”.
El abandono se produce tras las conclusiones de la investigación exhaustiva de la Comisión Europea sobre esta transacción y el envío de un pliego de cargos a la compañía el pasado 17 de noviembre. También este lunes, antes de conocerse la decisión de Adobe, el organismo británico de control de la competencia había asegurado que esta empresa no proponía cambios para resolver las preocupaciones del regulador sobre la adquisición, lo que ponía la operación en peligro.
El regulador antimonopolio de la UE veía con preocupación el acuerdo, pues suponía, según dijo, lo que se conoce como “adquisición asesina”, donde una gran empresa compra un rival más pequeño para eliminar la competencia. “Nuestra investigación en profundidad demostró que esto [la compra] conduciría a precios más altos, menor calidad o menos opciones para los clientes”, dijo hoy la responsable de Competencia de la UE Margrethe Vestager.
En un comunicado de la CE, Vestager explicó que la cancelación marca el final de la investigación de la Comisión sobre esta transacción. La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión aclaró que Adobe y Figma son empresas de software “líderes a nivel mundial” y que ambas compiten en la actualidad en el mercado del software de diseño de productos interactivos. Un software que se utiliza para diseñar sitios web, aplicaciones móviles y otros productos digitales.
La transacción entre Adobe y Figma se anunció en septiembre del pasado año y la previsión era que se cerrara a lo largo de 2023, tras obtener las aprobaciones de reguladores y de los accionistas de Figma. Se trataba de la mayor compra en la historia de Adobe. La operación se iba a efectuar en efectivo y acciones. Con esta adquisición, Adobe buscaba ampliar su oferta de herramientas para los profesionales creativos y hacerse con una empresa que no paraba de crecer y que contaba entre sus clientes con gigantes como Google, Microsoft, Airbnb, Twitter o Netflix, y también empresas pequeñas y profesionales que construyen diferentes productos.
Adobe no parece haber sido capaz de contrarrestar las preocupaciones de los reguladores en todo este tiempo. La compañía defendía que ambas empresas operaban en mercados distintos, pues según una investigación interna solo el 10% de los usuarios de Photoshop habían usado también Figma, lo que indicaba que había muy poca superposición de usuarios.
Sin embargo, Vestager subrayó que, aunque en el futuro, Figma podría convertirse en un competidor de Adobe en la edición vectorial y rasterizada, “al combinarse ambas empresas, la adquisición propuesta habría puesto fin a toda competencia actual y habría impedido toda competencia futura entre ellas”. “Es importante en los mercados digitales, así como en las industrias tradicionales, no solo observar las superposiciones actuales, sino también proteger la competencia futura”, añadió.
Con esta adquisición, Adobe buscaba ampliar su oferta de herramientas para los profesionales creativos y hacerse con una empresa que no paraba de crecer y que contaba entre sus clientes con gigantes como Google, Microsoft, Airbnb, Twitter o Netflix, además de pequeñas empresas y profesionales que construyen diferentes productos.
Adobe, creadora también de Adobe Acrobat Reader, apostó por esta adquisición como la vía para fortalecer su oferta basada en la web para vender su software creativo a los consumidores, a pequeñas empresas y a los influencers de las redes sociales. También para hacer frente al empuje de nuevas empresas como la citada Figma, Lightricks y Canva. La cancelación de la compra puede resultar decisiva para la evolución del sector de las herramientas creativas. De momento, Adobe ha previsto que sus ingresos anuales y trimestrales se sitúen por debajo de las estimaciones, ya que la restricción del gasto de los clientes sigue siendo un lastre para su negocio.
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