La compra de Figma por Adobe, en la cuerda floja: Bruselas abre una investigación formal
Tiene hasta diciembre para emitir un veredicto, que resultará clave en el sector de las herramientas creativas
La Comisión Europea ha anunciado este lunes la apertura de una investigación en profundidad para determinar si la compra de Figma por Adobe cumple la regulación europea de competencia. El análisis preliminar de Bruselas habría concluido que la operación puede reducir la competencia en el mercado mundial de software de diseño interactivo de productos y de herramientas de creación de activos digitales, lo que le ha llevado a emprender una evaluación en profundidad. El ejecutivo comunitario tiene de plazo hasta diciembre para emitir su veredicto y dar luz verde o frenar la operación tras determinar si Adobe tendría una posición que le permita restringir la competencia en el sector.
Las autoridades comunitarias temen que la adquisición de Figma por Adobe provoque una subida de precios en el sector del diseño digital y merme la capacidad de innovación en este ámbito. En concreto, Bruselas tiene en cuenta que Figma es el “claro líder” del mercado y Adobe uno de sus mayores competidores y que su unión eliminaría una importante fuerza competitiva, según Europa Press.
También considera que la compra tendría efectos sobre la oferta de creación de activos digitales pues eliminaría la actual influencia limitadora de Figma sobre las herramientas de creación de activos digitales de Adobe, e impide el crecimiento potencial de Figma hasta convertirse en un competidor efectivo de Adobe.
La Comisión investigará si la transacción puede excluir a proveedores rivales de herramientas interactivas de diseño de productos al incluir Figma en el paquete Creative Cloud de Adobe. La plataforma de Figma permite a los desarrolladores y diseñadores de software colaborar de forma remota y diseñar desde diapositivas para presentaciones hasta interfaces de usuarios para aplicaciones móviles.
El Financial Times ya avanzó el pasado junio que se iba a llevar a cabo la citada investigación, que podría terminar descarrilando la operación. La decisión adoptada por la Comisión supone otro golpe para Adobe, pues el pasado febrero se conoció que el Departamento de Justicia de EE UU estaba preparando una demanda antimonopolio para bloquear la transacción, la cual iba a abonarse en acciones y efectivo. Además, en mayo Reino Unido lanzó una investigación inicial sobre el acuerdo.
Los reguladores ven con preocupación el acuerdo, pues creen que puede representar lo que se conoce como adquisición “asesina”, donde una gran empresa compra un rival más pequeño para eliminar la competencia. Figma, un competidor importante de Adobe XD, es una de las plataformas de diseño colaborativo más populares del mundo. Adobe se ha centrado desde hace algún tiempo en ofertas más accesibles basadas en la web para vender su software creativo a los consumidores, a pymes y a los influencers de las redes sociales, pero su movimiento se topó con empresas como Figma, Lightricks, Canva Inc o la española Kaleidos. Por eso, muchos expertos coincidieron en que Adobe necesitaba comprar Figma para ampliar su oferta de herramientas para los profesionales creativos y no perder peso en el sector.
El acuerdo cerrado entre Adobe y Figma supone que el gigante estadounidense iba a pagar 50 veces los ingresos recurrentes anuales de la startup. En el momento del anuncio de la operación, informaron que los ingresos de Figma se duplicarían en 2022, hasta alcanzar los 400 millones de dólares.
Aunque Adobe ha asegurado que ha mantenido “conversaciones constructivas y de cooperación con los reguladores de EE UU, Reino Unido y la UE” durante los últimos meses, parece que sus argumentos para sacar adelante la operación no han sido convincentes. Se esperaba que la operación, la mayor en la historia de Adobe, se cerrara en 2023.
Figma contaba en el momento en que se anunció la operación con clientes como Google, Microsoft, Airbnb, Twitter o Netflix, pero también empresas pequeñas y profesionales que construyen diferentes productos. Según defendió el CEO de Adobe, Shantanu Narayen, la combinación de ambas compañías iba a beneficiar “literalmente a cualquiera que sea un trabajador del conocimiento”.
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