La Unión Europea hace un guiño a las petroleras con la introducción de los combustibles alternativos a la lista de tecnologías estratégicas
Este es el principal cambio por parte de los ministros de Industria sobre la propuesta de la Comisión Europea para contrarrestar el impacto de las ayudas verdes estadounidenses y chinas
Los Veintisiete han acordado este jueves su posición sobre la Ley para una Industria de Cero Emisiones, que añade la fisión nuclear y los combustibles alternativos sostenibles a la lista de tecnologías estratégicas que podrán beneficiarse de la aceleración de permisos y la relajación de trámites burocráticos para potenciar la fabricación doméstica de nuevas industrias bajas en carbono. Así, el listado amplía de ocho a diez las tecnologías del ámbito de aplicación de la nueva ley, de modo que se beneficiarán de ella la solar fotovoltaica, termoeléctrica y térmica; eólicas terrestres y renovables marinas; baterías y almacenamiento; bombas de calor y energía geotérmica; hidrógeno; biogás y biometano; captura y almacenamiento de carbono; redes eléctricas; energía nuclear de fisión y combustibles alternativos sostenibles.
Esto supone una buena noticia para las petroleras europeas, que llevan años reclamando que la Unión Europea no “limite” las tecnologías en pos de la descarbonización. “Europa no puede permitirse apostar por una sola solución para reducir las emisiones de los automóviles”, suelen señalar las empresas del sector. En ese sentido, afirman que la confianza en el avance de los vehículos eléctricos puede limitar el desarrollo de otras soluciones.
Más allá del transporte terrestre, que representa el 17% de las emisiones de gases contaminantes en los países de la Unión Europea, el verdadero debate está alrededor de las tecnologías para descarbonizar la aviación y el transporte marítimo. En este sentido, las energéticas españolas han avanzado rápidamente en el desarrollo de alianzas para la producción de los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Aunque actualmente no es 100 ‘verde’, ya que incluye una parte de combustibles fósiles, la expectativa es que la alternativa sintética avance rápidamente. Por su parte, las aerolíneas llevan meses demandando apoyo en este terreno para poder satisfacer sus compromisos ambientales.
Pugna entre potencias
“El Reglamento sobre la Industria de Cero Emisiones Netas reforzará nuestra autonomía estratégica y la reindustrialización con tecnología verde”, ha destacado en Bruselas el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, que ha celebrado un acuerdo que favorecerá también a las pequeñas y medianas, ya que podrán “participar y beneficiarse de las políticas europeas”.
Este es el principal cambio que los ministros de Industria de la UE han introducido sobre la propuesta que la Comisión Europea presentó en marzo en el marco de su plan para contrarrestar el impacto en la economía europea de la Ley para la Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense que llevaba aparejados 369.000 millones de dólares, y a las inversiones anunciadas por China, que superan los 280.000 millones de dólares. Asimismo, prevé una evaluación periódica de la regulación en relación con los objetivos marcados, lo que abre la puerta a incluir otras tecnologías relevantes en el futuro.
El despliegue de los combustibles alternativos en los países de la Unión Europa no ha sido nada fácil. Por ejemplo, en 2013 la Comisión Europea propuso un paquete de medidas para construir un número mínimo de estaciones de repostaje para este tipo de vectores energéticos antes de 2020. Sin embargo, esta iniciativa tuvo escaso éxito. Además, se incluyen también los diferentes criterios sobre los e-combustibles o e-gaoslinas, alternativas sintéticas a los combustibles fósiles producidas a partir de hidrógeno y CO2 que pueden utilizarse en los motores de combustión tradicionales dentro de la normativa Euro 6 vigente en la actualidad.
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