Las grandes constructoras reeditan en Madrid el pulso de Montcada
Ferrovial, Sacyr y ACS repiten ‘UTEs’ en busca de los 514 millones por construir la estación pasante de Atocha proyectada por Adif
La rivalidad por la mayor obra contratada por Adif en lo que va de año, el soterramiento del ferrocarril en la localidad barcelonesa de Montcada i Reixac (540 millones), vuelve a repetirse prácticamente en los mismos términos en otro concurso millonario, el de la construcción de la estación pasante de Madrid-Puerta de Atocha, con 514 millones de presupuesto.
La infraestructura es determinante para conectar los distintos ejes de alta velocidad. La intención de Adif es contar con una gran estación ferroviaria en Madrid con dos terminales, las actuales de Atocha y Chamartín. En el primer consorcio aspirante figuran Ferrovial, FCC y Comsa, trío que se impuso en el proceso de Montcada tras los recursos de sus rivales, que merecieron la contratación de una ingeniería externa para determinar si sus ofertas eran temerarias.
Frente al grupo de Ferrovial presenta oferta para la estación pasante un consorcio formado por Dragados, Tecsa, San José y Puentes. La novedad respecto al proceso de Montcada es la entrada del grupo gallego Puentes en lugar de Acsa (del grupo Sorigué). Y una tercera alianza tiene a Sacyr, Acciona y OHLA sumando sus fuerzas, exactamente como en la anterior gran licitación de Adif a falta de Rubau.
La batalla por la validez de las ofertas para soterrar las vías a su paso por Montcada se produjo en pleno traslado de la sede social de Ferrovial rumbo a Países Bajos. Los referidos recursos y los meses que Adif se tomó para formalizar la adjudicación hicieron que se atenuara el ruido en torno a la entrega de un voluminoso proyecto de inversión pública a una empresa que estaba haciendo las maletas.
En el caso de la estación pasante de Madrid-Atocha, la infraestructura subterránea contará con cuatro vías y dos andenes, situándose bajo la actual estación de alta velocidad y de la calle Méndez Álvaro. Ese enclave conectará el conocido como túnel de la risa, que llega desde Chamartín, con el acceso sur de alta velocidad, en operación desde julio de 2022.
El proyecto favorecerá que los trenes puedan parar en ambas estaciones madrileñas, conectando la mitad norte de la red ferroviaria con la mitad sur. El desafío para Adif es mantener la circulación mientras se ejecutan unas obras de gran complejidad técnica.
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