La doble huelga en Hollywood paraliza nueve rodajes en España con una industria al alza
Los proyectos estaban en fase de preproducción y quedan a la espera del fin de los paros
España seguirá siendo tierra de regicidios y magia una temporada más. La Casa del Dragón, la precuela de Juego de Tronos, ha esquivado la doble bala que la huelga de guionistas y actores de Hollywood ha lanzado de manera conjunta, con los escritores parados desde el 1 de mayo y los intérpretes desde hace casi un mes. Trujillo (Cáceres) acogió a mediados de mayo, con el primer paro ya en marcha, el rodaje de algunas escenas clave; de haber estado programada para este verano u otoño, no habría sido posible filmarlas. Es lo que ya le ha ocurrido a nueve proyectos estadounidenses en fase de preproducción en España, que han sido suspendidos de manera temporal.
La estimación del primer efecto de la huelga sobre España proviene de la Spain Film Comission (SFC), la entidad que informa, atrae y coordina el desembarco de las estrellas de la gran o pequeña pantalla en nuestro país. Carlos Rosado, su presidente, todavía no teme por un posible golpe al sector nacional aunque en 2022 se calculó un impacto de las producciones internacionales de más de 200 millones, según otras fuentes de la industria. “Es verdad que el año pasado volvimos a los niveles previos a la pandemia y que esto puede frenar la línea ascendente, pero también puede ser una oportunidad por miedo a que otros países cercanos a EE UU se sumen a la huelga”, matiza.
Porque España es un plató para medio mundo, no solo para Hollywood. Ahí está la británica The Crown, una habitual en escoger localizaciones andaluzas que volverá a encender sus cámaras para su sexta y última temporada ya en preparación. “Lo que por otra parte demuestra que estamos haciendo las cosas mejor es que hace unos años venían muchas producciones, pero con muy pocos días, rodaban unas pocas escenas y se iban. Ahora, las jornadas de trabajo aumentan y ese es nuestro objetivo, que sigan viniendo rodajes con muchos días de planificación”, explica el representante de la SFC. Además, hay varias semanas a lo largo del año en las que hay pleno empleo en el sector audivisual “y eso demuestra la profesionalidad de la industria”.
Sin embargo, para que España pueda ser competitiva hacen falta más medios y más implicación institucional. No puede ser, apunta Rosado, que un país con miles de kilómetros de costa, no tenga una gran instalación para rodar escenas acuáticas. O que los incentivos fiscales sigan sin alcanzar su máximo potencial. En estos momentos, la ayuda entre el 25% y el 30% que reciben los proyectos internacionales de su inversión topa con un máximo de 20 millones por largometraje y 10 por episodio. Aunque este límite ya se mejoró en 2021 (y a finales de 2022 se amplió el concepto por capítulo y no a una sola obra en caso de tratarse de series), desde el sector inciden en que todos los países luchan encarnizadamente por atraer a las estrellas y sus presupuestos millonarios.
Fue también en 2021 cuando el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos lanzó su gran apuesta por la industria del rodaje: un plan cuatrienal con unos 1.600 millones de euros de inversión y que buscaba transformar a España en un hub internacional y que este mismo año ha contado con un nuevo impulso gracias a los fondos europeos.
No basta con producciones puntuales y la industria calibra sus posibilidades en un entorno en el que la competencia se ha disparado. El antes del rodaje internacional en España lo explica Juego de Tronos, que si bien ha convertido a lugares como San Juan de Gaztelugatxe (Vizcaya) en un destino turístico de primer orden (el turismo de rodaje es una de las grandes patas todavía con mucho recorrido) y a fortalezas como las cacereñas en la tramoya perfecta para que aniden sus dragones de manera recurrente, la inmensa mayoría de las escenas interiores (que a su vez son la inmensa mayoría de cualquier ficción) siguen eligiendo Irlanda u otros grandes estudios para enmarcarse.
El ahora y el después de la industria se llama Asteroid City. Wes Anderson solo quería un desierto, un gran lugar vacío para construir sus decorados y rodar tranquilo. Eligió Chinchón (Madrid), en lugar de los miles de planicies en su Texas natal. Quería rodar en Europa y escogió España por su tradición cinematográfica, ha admitido en varias entrevistas. Lo que también viene a decir que sabía de sobra que hay personal cualificado para respaldar sus planos medidos donde actúan desde Tom Hanks hasta Scarlett Johansson.
Los actores, precisamente, han dado mayor visibilidad a una huelga doble cuya primera pata, la de los guionistas, acaba de sobrepasar los 90 días que duró la de 2007. Esa cifra de los tres meses fue utilizada por California como la barrera a partir de la cual el coste sobre toda la economía (desde restaurantes a transporte de pasajeros) ascendería a 4.000 millones de dólares, según datos del Instituto Milken en un estudio encargado por el Gobierno estatal.
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