Nuki Smart Lock 3.0, ¿merece la pena tener esta cerradura electrónica en casa?
Este accesorio añade comodidad y seguridad a partes iguales
Es una realidad que instalar una cerradura electrónica en casa empieza a ser algo cada vez más normal. De la noche a la mañana, el pestillo y el tirador han pasado a ser objetos movidos por motores eléctricos que gracias a la conectividad han abierto un mundo de posibilidades de uso, incluso para un hogar que no tenga más pretensiones que usarla en su morada para el día a día… que es lo que hemos hecho en esta prueba. Os lo contamos
La instalación
No puede ser más sencilla, pegas o fijas un soporte que viene con la Nuki por la parte interior de tu cerradura, te aconsejamos la opción de tornillos y listo. Sobre ese soporte colocas la Nuki -ya con una llave puesta por dentro de tu cerradura- y todo preparado. Insertas la batería que viene y a configurar se ha dicho. Antes de entrar en detalles hay que comentar que lo de la autonomía de la batería no tiene nombre, en la prueba que hemos realizado estaba a un 51% y después de un mes de uso tenía el 21%... Aun así, optamos por realizar una carga al 100%. Viene con conexión USB tipo C, el usado por la mayoría de los móviles del mercado, y decir que hoy en día tiene un 89%. De verdad que es una de las cosas que más nos ha sorprendido.
Batería y autonomía, claves del producto
Para los más escépticos, entre los que nos encontrábamos nosotros, decir que la app te avisa cuando la batería baja del 20%, que no pasa nada, funciona perfectamente, pero el caso es que avisa para que estés al tanto. Nosotros además configuramos con IFTTT otro aviso al correo al 10%. La app de procesos incluye applets de Nuki y la verdad es que quedarse sin batería es muy pero muy difícil. Si eso pasa, recuerda, y esto es uno de los temas más importantes de la cerradura electrónica, que tanto por fuera, con la llave de tu casa o por fuera, girando el pomo de la propia Nuki puede abrir sin problemas. Con todo puesto nos bajamos la app y empezamos la configuración. La app está muy bien hecha, indica los pasos y demás y te da opción de conectarla por Bluetooth o además por WiFi. A partir de aquí llega la prueba de verdad.
¿Es útil?
Mucho y más aún si consideramos que la prueba la hicimos en un hogar donde una de las personas estaba totalmente en contra de su uso, una semana de uso y cayó rendida a la evidencia. Para empezar, decir que ninguno de los miembros de la familia ha vuelto a tocar las llaves, siempre con el móvil. Pero no solo para abrir cuando está bloqueada, sino cuando está solo con el pestillo, lo que vulgarmente llaman “el resbalón”. Conviene saber que al abrir con el móvil, el pestillo abre y se queda retraído los segundos que tú fijes, por lo que no tienes prisa de empujar la puerta corriendo, hay margen y resulta muy cómodo.
Basado en hechos reales
Pero vayamos con casos reales de uso. Uno de los pequeños de la casa se olvidó las llaves en el colegio… cero problemas, entró con el móvil. Más “sucesos”, la persona de la limpieza termina sus tareas y sale, avisa por WhatsApp y desde la oficina el propietario cierra su hogar. ¿Más? A la semana siguiente programamos que el día que va la persona de la limpieza se cierra a una hora fijada. ¿Son pocas las ventajas? Instalamos la aplicación en el smartphone de esa persona y así entra y sale de casa sin necesidad de estar pendiente, ni de hacerle copia de llaves alguna. Otras ventajas, todo el mundo salió por la mañana y nadie cerró la puerta bien. Cualquiera la cierra esté desde donde esté, ya que tenemos conexión WiFi. También activamos la opción de proximidad, por lo que al detectar que estábamos al lado de la Nuki, abrí la puerta automáticamente. El último caso… llegó un mensajero, nadie en casa, llama al móvil, estamos en medio de Madrid, abrimos, deja el paquete y a otra cosa. O somos muy raros o de verdad que este tipo de dispositivos nos parece un verdadero invento. Es cierto que cuando lo ves por primera vez surgen dudas, pero dista mucho de ser el típico gadget con el que deslumbrar a los amigos en una cena de fin de semana. Es y mucho, muy útil.
¿Más?
En la prueba la programamos para que todos los días a las 08:00 de la mañana y a las 22.30 se bloquease y se desbloquease de las dos vueltas de seguridad. Como al dueño de la casa le gusta tener todo controlado, el historial de actividad es una delicia, ya que te permite saber quién, cuándo y cómo ha usado cada uno de los usuarios la puerta. Ni que decir tiene que los diferentes usuarios pueden tener todos o varios privilegios, lo que abre un mundo de posibilidades no solo en este caso, sino en el mundo de las propiedades de alquiler, turístico y demás. Nosotros sin ir más lejos abrimos al fontanero que por razones de agenda solo podía ir cuándo no estábamos en casa. Importante destacar que perfectamente le podíamos hacer hecho un perfil de uso solo para esos días.
Otro detalle que está muy bien es que el código de abierto y cerrado que ves en la app, es el mismo que se ve en la cerradura físicamente en la luz LED del pomo. Este nos vale por si queremos abrir o cerrar manualmente, ya sea porque lo deseamos o porque la Nuki se haya quedado sin batería. Dicho esto, bloquear la Nuki “a mano” es tan simple como presionar en el pomo, oír un leve clic y ver cómo empieza a girar. Y por último probamos a meter la llave mal, mover la cerradura y en cierta manera similar un posible fuerce o intento de robo, fue pasarnos un poco de la raya y la Nuki dejo un aviso en rojo en el historial de actividad. Aviso que igualmente salía en el LED que tiene el pomo y que se quitó cuando la volvimos a configurar, que en este caso -no hablamos de la configuración en app- es de cinco segundos. Sacas la Nuki, la pones, metes la batería y ella sola va de un tope a otro y se regula.
Podríamos estar contando más cosas que nos han pasado con la Nuki porque la verdad es que la experiencia no ha podido ser mejor. Como todo nada es gratis en esta vida y un coste de unos 300 euros está por encima de lo que vale una cerradura al uso, pero es que esto es otro nivel.