Un Murillo, un hotel en Lepe y los pocos activos de la matriz de Abengoa valen 23 millones
EY remite al juzgado su plan de liquidación y los valora en 23 millones
La matriz que en su día agrupó todo el ingente negocio de Abengoa exhala sus últimos estertores. Vaciada de activos productivos desde 2020, Abengoa SA enfila su liquidación con un puñado de bienes de diversa índole que ahora puede hacer dinero contante y sonante. Algunos son tan pintorescos como un cuadro de Murillo, un hotel en la localidad onubense de Huelva, alfombras, una cubertería y un amarre en el puerto de Sotogrande.
Los acreedores instaron al concurso de acreedores de Abengoa en 2021, cuando la Junta de Andalucía se negó a aportar los 20 millones comprometidos en el enésimo intento de rescate del grupo andaluz. Su plan era concursar la matriz, pero tratar de salvar la mayor parte de activos productivos con una operación de salvamento de la SEPI y el fondo Terramar a sus filiales. El organismo público dijo no y más de una veintena de esas filiales entraron primero en preconcurso y después en concurso de acreedores. Ahora pugnan por ellas y por salvar los 9.000 puestos de trabajo Cox Energy, Terramar, Urbas, RCP y Ultramar, además de un buen grupo que quieren hacerse con activos concretos.
Paralelamente, el concurso de la matriz ha seguido su propio camino. Pese a los intentos de su expresidente, Clemente Fernández, por evitarlo y salvar así al grupo, entró en liquidación en julio. Y ahora afronta la fase final. El administrador concursal, EY, ha remitido para ello al juez su plan de liquidación, al que ha tenido acceso CincoDías. De acuerdo a este documento, ofrece una valoración de los activos que asciende a apenas 23 millones. EY recibirá ofertas durante dos meses para después organizar una subasta y, si esta queda desierta, intentar su venta en el año y medio siguiente.
El activo más controvertido de todos ellos es un cuadro de Murillo, San Pedro de los Venerables. Esta obra pictórica, que Abengoa valora en seis millones, se encuentra expuesta en la Fundación Focus de Sevilla. Es garantía de una deuda de la compañía con la Seguridad Social por 8 millones de euros y, además, fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 2021, lo que complica que el cuadro sea adquirido por un particular. Por ello, EY reduce su valor a apenas 600.000 euros.
El otro gran bien en liquidación es un inmueble en la localidad de Lepe, utilizada como residencia vacacional para los empleados de Abengoa hasta su cierre en 2017. Con un campo de fútbol, una pista de pádel y 136 habitaciones dobles, la compañía arroja un valor de 5,8 millones. El administrador concursal, no obstante, objeta que la finca es presa de un embargo decretado por el juez por un proceso penal contra Abengoa SA y Abengoa Agua y reduce el valor de esta a los 586.000 euros. Suma a este otros 10.000 euros por el mobiliario.
La sociedad es dueña de una nave industrial en Alcalá de Henares, alquilada a la sociedad Inabensa, sobre que pesa una garantía por una deuda a la Seguridad Social de 5,2 millones. EY la valora en otros 586.000 euros. También cuenta con un derecho de uso para el amarre de un barco en el puerto de Sotogrande hasta 2057, valorado en 36.000 euros. Y con una concesión hasta 2033 de una parcela en el centro tecnológico de la Cartuja de Sevilla, con un valor de 666.000 euros. A ello se suman otros 45.000 euros en alfombras, cubertería, mesas y mobiliario diverso de la sede de la compañía en Palmas Altas (Sevilla).
Abengoa SA es dueña de las filiales con los activos productivos a través de Abenewco 2, de la que tiene el 100% de las acciones. EY le da un valor de cero euros, al considerar que la situación de la compañía hace que los acreedores puedan convertir en capital unos instrumentos convertibles y quitar la propiedad de todas esas filiales a la sociedad matriz