La turca Limak se lleva la reforma de 900 millones del Camp Nou para el FC Barcelona
La junta directiva ha adjudicado esta mañana el proyecto
El FC Barcelona ha seleccionado constructora para la remodelación de su estadio, el Spotify Camp Nou, y no ha sido ni Ferrovial ni FCC ni ninguna otra referencia española con experiencia en la construcción de este tipo de instalaciones. El club catalán ha confiado la obra a la turca Limak Construction por un “coste máximo garantizado” de 900 millones de euros, según ha confirmado este lunes la vicepresidenta del área institucional del club, Elena Fort.
El calendario de la reforma prevé el inicio de los trabajos el próximo mes de junio, con la temporada ya finalizada para el primer equipo masculino. Este jugará sus partidos de la siguiente campaña, la 2023-2024, en el Estadio de Montjuic para acelerar los trabajos. Desde el club se justificó la adjudicación a Limak en su experiencia en obra civil y las garantías de que la obra estará finalizada antes de junio de 2026.
La decisión fue tomada este lunes por unanimidad por la Junta Directiva que encabeza Joan Laporta. El Camp Nou es considerado el pilar esencial del Espai Barça, el proyecto de remodelación de las infraestructuras del club azulgrana diseñado durante la presidencia de Josep María Bartomeu, con la apertura del proceso de precalificación en noviembre de 2017.
Para acceder al concurso había que haber levantado al menos un estadio de más de 40.000 espectadores en los últimos diez años; tener como referencia al menos dos edificios en España, uno de ellos con un presupuesto superior a los 150 millones en la última década, o tener una cifra anual de negocios de más de 1.000 millones, entre otros parámetros. El único estadio levantado por Limak es el Mersin Arena de Ankara, ejecutado en 2013 con capacidad para 25.000 espectadores.
Respecto a esa escasa experiencia en la ejecución de instalaciones deportivas, Fort ha señalado que “el estadio es una obra de ingeniería, tener experiencia en estadios no siempre es necesario. La empresa es constructora del aeropuerto de Estambul, el mejor del mundo. El requisito de experiencia en estadios no era el principal o esencial en lo técnico”.
El FC Barcelona tiene fijado endeudamiento máximo de 1.500 millones de euros para financiar las obras del Espai Barça. Además de la remodelación del Camp Nou y de su entorno, incluye la construcción de un nuevo pabellón multiusos y un campus.
Sin embargo, el club todavía no tiene cerrado el crédito con el que sufragará las obras. Goldman Sachs, su entidad financiera de cabecera, amplió en 2022 un préstamo puente de 180 millones con vencimiento hasta 2023, como paso previo a un acuerdo mayor por el Espai Barça que aún no se ha cerrado. En su última memoria financiera, el club decía negociar “una financiación a un tipo de interés de mercado a través de operadores internacionales expertos en la financiación de estadios e instalaciones deportivas”.
Solo los trabajos en el estadio, de los que se encargará Limak, costarán 900 millones. Una primera parte se inició durante el parón del último Mundial, con el derribo de parte del tercer anfiteatro del fondo sur, aunque el grueso de los trabajos comenzará el próximo verano.
Limak Construction fue fundada en 1976 por un hombre del fútbol como es Nihat Özdemir, quien fue vicepresidente del club Fenerbahçe y presidente de la federación turca de fútbol. La compañía tiene presencia en la obra civil y residencial, pero también en la energía, el turismo o la aviación comercial. Con fuerte presencia en Oriente Medio, Limak ha estado presente en la construcción del aeropuerto internacional de Kuwait, entre otras referencias.
El Espai Barça es considerado por la junta directiva de Joan Laporta como un elemento imprescindible para la recuperación económica del club, que arrastra una deuda neta de 608 millones de euros. El club ha tenido que vender patrimonio por 700 millones para recuperar el equilibrio patrimonial, tras acumular unas pérdidas cercanas a 600 millones en las dos temporadas más afectadas por la pandemia.
El club estima en 200 millones los ingresos anuales adicionales que generarán sus nuevas infraestructuras, y con los que confía en devolver el crédito con el que ejecutará las obras durante los 35 años con los que aspira a cerrar la financiación.