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Los banqueros centrales moverán los postes de la portería inflacionista

No quieren subir el objetivo del 2% porque dañaría su credibilidad, pero un periodo prolongado sin alcanzarlo también afecta

Supermercado Target, en San Francisco (California, EE UU).
Supermercado Target, en San Francisco (California, EE UU).JUSTIN SULLIVAN (Getty Images via AFP)

Los banqueros centrales se pasaron la década pos-2008 preocupados por la deflación. Ahora están decididos a limitar la subida a alrededor del 2%, en línea con sus objetivos. La inflación persistente puede obligarles a cambiar de meta.

La mayoría de los bancos centrales del mundo desarrollado definen la estabilidad de precios como un aumento anual del 2%: suficientemente bajo como para que la mayoría de la gente no lo note, pero dejando un margen de maniobra antes de la deflación. Tras 2008, a los economistas les preocupaba que los objetivos disuadieran a las autoridades de lanzar estímulos enérgicos. En 2010, los economistas del FMI argumentaron que un objetivo más alto daría a los bancos centrales más potencia de fuego para combatir una recesión.

Hoy, las autoridades monetarias afrontan una subida de precios que no vivían desde principios de los ochenta. Aunque la inflación estuvo bajo control durante varias décadas, el historial de los bancos centrales de alcanzar el 2% es desigual. En los noventa, la inflación en EE UU medida por el índice PCE fue igual o inferior al 2% solo 49 de 120 meses. Entre 2000 y 2010 se cumplió el objetivo apenas un tercio de los meses.

Tendría más sentido que fijaran un rango objetivo de inflación más alto, que les permitiera tolerar aumentos anuales del 3%-4%. Un estudio de la Organización Mundial del Trabajo sobre búsquedas de internet y redes sugiere que la mayoría de la gente no se preocupa por la inflación hasta que se acerca al 4%. Un objetivo revisado también permitiría acomodar las presiones inflacionistas a más largo plazo, como las fricciones comerciales, la caída de la población en edad de trabajar y el cambio climático.

Los banqueros centrales afirman que cambiar de objetivo dañaría su credibilidad. Pero los precios apenas están bajando rápidamente. Todos los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Fed prevén que la inflación seguirá sobre el 2% en 2024. Un periodo prolongado sin alcanzar el objetivo también erosiona la credibilidad. Aunque eviten decirlo, los banqueros centrales pronto tendrán que empezar a mover los postes de la portería inflacionista.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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