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Sam Bankman-Fried carece de la protección que da el riesgo sistémico

Cuando son empresas más grandes e integradas que FTX, muchas personas, incluso cientos, pueden ser culpables

Sam Bankman-Fried, ex-CEO de FTX, en julio.
Sam Bankman-Fried, ex-CEO de FTX, en julio.FTX (via REUTERS)

No se puede culpar a Sam Bankman-Fried por mirar los escándalos financieros del pasado con envidia. El exjefe de FTX fue detenido el lunes en Bahamas a petición de la fiscalía de EE UU. Eso no les ha pasado a muchos ejecutivos de las finanzas en los últimos años. Dejando a un lado la cuestión de la culpa, la naturaleza descentralizada del producto que promocionaba SBF, las criptos, puede haber influido.

El mundo financiero es escenario de numerosos escándalos y fracasos: el caso del líbor; Jon Corzine, exgobernador de Nueva Jersey y directivo de Goldman Sachs, llevó a MF Global a la ruina en 2011, según el Congreso. Y los ejecutivos de Lehman Brothers, Bear Stearns y el banco hipotecario Countrywide Financial se vieron manchados.

Ningún alto directivo acabó enfrentándose a cargos penales, ni siquiera esposado, aunque varios traders del líbor fueron a la cárcel. El FBI investigó a Angelo Mozilo, CEO de Countrywide Financial, que también aceptó un acuerdo civil por fraude con la SEC, aunque sin admitir ni negar su responsabilidad. Anton Valukas, que redactó el informe del tribunal de quiebras sobre la de Lehman, determinó que podría haber un caso sólido contra el exjefe Dick Fuld y algunos ejecutivos. Pero tampoco llegó a ninguna parte.

Parte de la cuestión es que la ineptitud y la arrogancia por sí mismas no son contrarias a la ley. Aparte, las instituciones grandes y complejas pueden hacer más difícil rastrear con precisión quién hizo y dijo algo ilegal, incluso en una investigación relativamente forense como la de Valukas.

Las casas de criptos suelen ser relativamente pequeñas: FTX tenía 300 empleados. Eso debería de hacer más fácil para los fiscales culpar a los individuos. Por contra, cuando son empresas más grandes e integradas, muchas personas, incluso cientos, pueden ser culpables. A veces, como en la crisis de 2008, la culpa también es del sistema. Otra cosa es si los fiscales eligen los objetivos adecuados o si tienen éxito en los tribunales. Pero la historia reciente demuestra que dirigir una institución financiera de riesgo sistémico aumenta las posibilidades de evitar la cárcel.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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