Las agencias de eventos creen que no abandonarán los niveles precrisis hasta junio de 2023
Prevén una buena campaña de invierno para Madrid y Barcelona. Anticipan que la demanda en el MWC y Fitur será similar a la de 2019.
La pieza que faltaba en el puzzle para certificar la recuperación total de la actividad turística ha aparecido casi a final de año. Tras una temporada alta histórica en los destinos vacacionales, en la que los hoteles han colgado el cartel de completo con cierta asiduidad y en la que han recuperado los niveles de ocupación y facturación previos a la crisis, la temporada de invierno parece confirmar el regreso del turismo de eventos, congresos e incentivos (MICE, por sus siglas en inglés) a niveles de 2019. “Parece que estamos abocados a una recesión, pero la realidad es que el sector va como un tiro desde marzo y en la actualidad está en niveles de facturación y contratación superiores a 2019. Con toda la inercia que llevamos creemos que vamos a permanecer así al menos hasta junio de 2023”, asegura Carlos Lorenzo, presidente de las Agencias de Eventos Asociadas Españolas (Aevea), patronal que representa a 65 agencias, en una entrevista con Cinco Días.
En su opinión, la demanda embalsada en los dos años anteriores ha provocado un boom de demanda desordenada en el último semestre. “Hemos recibido infinidad de peticiones para hacer congresos con apenas una semana de plazo o eventos de un día para otro. Otra de las grandes diferencias con respecto a anteriores parones es que no se ven cancelaciones ni reducciones de presupuestos puesto que la demanda sigue siendo altísima”, remarca. Si esta inercia continua en los próximos trimestres, Lorenzo considera que se podría volver a niveles anuales de actividad precrisis en 2023, frente a la previsión inicial que situaba el regreso en 2024. De esta manera, España volvería a ser el cuarto país del mundo en congresos internacionales y el segundo por número de asistentes.
Y en esa revisión al alza ha tenido un peso determinante la reactivación de la actividad en Madrid y Barcelona. “Son dos referentes mundiales en congresos, convenciones o eventos mundiales y los últimos movimientos apuntan a una recuperación vigorosa en los grandes eventos que realiza cada año”. En el caso del Mobile World Congress en Barcelona, la contratación de espacios ha vuelto a niveles de 2019 y la patronal organizadora (GSMA) ha confirmado que permanecerá en la ciudad condal hasta 2030. Al mismo tiempo, el gigante estaounidense de la comida rápida Mcdonald´s ha confirmado que su convención anual en 2024 se realizará en Barcelona, lo que supondrá la primera vez que se celebrará fuera de EE UU. En el caso de Madrid, la feria internacional de turismo Fitur también regresará a niveles precrisis de contratación.
El presidente de Aevea matiza que otras ciudades secundarias como Málaga, Sevilla, Valencia o Córdoba están despuntando con fuerza tras el verano en la contratación de eventos. “Es llamativo el caso de Málaga, con muy buenas conexiones ferroviarias y aeroportuarias que se está convirtiendo en una especie de Silicon Valley español. También destaca Córdoba, que está entendiendo muy bien el efecto tractor de la industria de congresos y eventos”.
Un peso de 12.000 millones en el PIB español
Actividad. “Generamos un impacto directo e indirecto de 12.000 millones de euros en el PIB de forma directa e indirecta y empleamos a 83.000 personas”, recalca Lorenzo para poner en valor la actividad de los eventos. “Somos un sector más reconocido tras dos años sin eventos presenciales. La capacidad de comunicar en vivo ha ganado terreno a la publicidad convencional”.
Sostenibilidad. Una de las prioridades de Aevea en el corto plazo es la apuesta por la sostenibilidad. “Nos dedicamos a la arquitectura efímera: montar un stand para desmontarla. Debemos perseguir llegar a la economía circular, a la reutilización de los materiales y a compensar la huella de carbono. Queremos que la industria se vuelva sensible con el medioambiente”.