El Ibex se sobrepone a las caídas y sube un 2,2% semanal
El selectivo logra mantener los 7.500 puntos
La determinación de los bancos centrales por poner freno a la inflación volvió a pesar como una losa sobre los mercados. En la recta final de la semana las ventas regresaron a las Bolsas, una corriente que se moderó con la apertura alcista de Wall Street. Coincidiendo con el vencimiento mensual de los contratos de derivados en el mercado español, la volatilidad escaló un peldaño. El Ibex 35, que en niveles intradía llegó a caer más de un 2% y perder los 7.500 puntos, concluyó con una caída del 1,29%. Esta moderación unida al rally que experimentaron las Bolsas en las últimas jornadas permitió al selectivo firmar su mejor semana desde mediados de agosto tras subir un 2,21% en las últimas cinco sesiones.
Aunque el viernes Grifols (-5,16%) fue la cotizada más castigadatras conocerse que se enfrenta a una demanda millonaria en Estados Unidos, en la semana Fluidra es de lejos el valor más bajista. El fabricante de piscinas no logra sacudirse las pérdidas del 14,83% que registró el miércoles y concluye la semana con una caída del 12,27%. Junto la farmacéutica, Inditex sufrió el viernes el castigo de los inversores (-3%). El comportamiento del gigante textil se situó en línea con el registrado por el retail (-3,3%), el sector más bajista en Europa después de que Adidas (-9,53%) comunicara una revisión a la baja de beneficios.
El viernes pocos valores escaparon a las ventas. Las acereras ArcelorMittal (2,24%) y Acerinox (0,59%) junto a ACS (0,51%), Sabadell (0,38%) y Repsol (0,3%) fueron la excepción de la jornada. En la semana ArcerlorMittal (7,59%) y Sabadell (6,36%) logran colarse en el podium de valores más alcistas, un puesto que comparten con Indra (10,19%).
El Ibex 35 se movió al compás del resto de índices europeos tanto en las jornadas como en la semana. El viernes el Dax alemán bajó un 0,29%; el Cac francés, un 0,85%; el Mib italiano, un 0,62% y el Euro Stoxx 50, un 0,46%. Solo la Bolsa británica logró desmarcarse y avanzar un 0,37%. El FTSE exprime el alivio que experimentan los activos británicos tras la dimisión de Liz Truss. La primera ministra en funciones no ha logrado recuperar la confianza ni de los inversores ni de los miembros de su propio partido. Los ascensos del índice británico se vieron impulsado además por la caída de la libra, algo que cobra especial importancia en una Bolsa como la de Reino Unido en la que sus cotizadas tienen un marcado perfil exportador. Por delante quedan semanas de volatilidad en las que el baile de nombres para suceder a Truss acaparará los focos.
Aunque la encuesta de gestores de Bank of America atrasa a 2023 la recuperación de las Bolsas, los fondos de renta variable siguen registrando entradas de dinero. Según datos de la entidad, los fondos de acciones globales registraron entrada de 9.200 millones de dólares (9.344,6 millones de euros) en la semana del 19 de octubre. Con la liquidez en máximos de 2001, los fondos de efectivo recibieron 14.000 millones mientras los vehículos que invierten en deuda escapan a esta tendencia con salidas de 12.200 millones.
La mirada en los tipos
Junto a la política, el proceso de normalización monetaria marcó el rumbo de los mercados. Aunque en las últimas jornadas los datos macroeconómicos y las declaraciones de los miembros de la Reserva Federal han dejado entrever que la subida agresiva de los tipos seguirá su curso, el viernes una información publicada por The Wall Street Journal sugería que empiezan a aparecer las primeras voces que apuntan a la necesidad de moderar las alzas. Rumores aparte, lo que el mercado no cuestiona es el hecho de que en la próxima reunión el organismo que preside Jerome Powell eleva las tasas en 75 puntos básicos, el cuarto movimiento consecutivo de este tipo.
La mera posibilidad de que la Fed empiece a plantearse suavizar las subidas sirvió para contener el alza de las rentabilidades. Aunque la deuda a 10 años se mantuvo estable el viernes en el 4,23%, continúa estando en máximos 2008, nivel al que escaló el jueves cuando empezó a cundir la idea en el mercado de que los tipos podrían subir hasta el 5%. La rentabilidad del bono a 10 años de España continúa anclada en el 3,5% mientras el alemán sube al 2,4%, máximos de 2011. Por su parte, la deuda italiana recibe con alivio el nombramiento de Giancarlo Giorgetti como ministro de economía, una figura moderada y proeuropea.
El Brent se sacude los temores de recesión y sube un 2% semanal, hasta los 93,5 dólares.