Reino Unido cambia una crisis del coste de la vida por otra
Los pagos mensuales de 1,8 millones de hipotecas podrían pasar de 313 euros de media a 918, si los tipos suben al 5,1%
La crisis de los precios de la energía en Gran Bretaña se ha suavizado después de que el Gobierno decidiera limitar las facturas de los consumidores. Pero los planes presupuestarios de la nueva primera ministra, Liz Truss, y de su canciller (ministro) de Hacienda, Kwasi Kwarteng, pueden causar un mundo de daño a los prestatarios de hipotecas. Es poco probable que los bancos salgan indemnes.
El minipresupuesto de Kwarteng del viernes obligó a los inversores a reevaluar sus expectativas sobre la rapidez con la que el Banco de Inglaterra subirá los tipos. Ello se debe a que el desplome de la libra esterlina y el recorte de impuestos de 45.000 millones de libras (50.000 millones de euros) pueden avivar la inflación. Los precios del mercado implican que el tipo básico del Banco de Inglaterra alcanzará el 5,1% en febrero, frente a la expectativa del 4,1% del jueves pasado. El aumento de los costes de los préstamos ya está obligando a los bancos a retirar ofertas antiguas.
El momento no podría ser peor para los prestatarios de hipotecas con ofertas fijas baratas que deben refinanciarse el año que viene, o bien cambiar a una cara carga variable que contenga los tipos a corto plazo. Según la patronal UK Finance, hay 1,8 millones de préstamos de este tipo que vencen en 2023. El promedio de hipotecas fijas pendientes tiene un tipo del 2,07% y un saldo de 164.000 libras (184.000 euros), lo que significa que los intereses representan 280 libras (313 euros) de la factura mensual.
El mismo prestatario podría tener que pagar un 6% o más el año que viene, ya que los tipos hipotecarios suelen estar un punto porcentual por encima del tipo básico. Eso implica 820 libras (918 euros) de intereses mensuales. El aumento de 540 libras (604 euros) equivale a una cuarta parte del salario medio mensual después de impuestos, según datos de la Oficina Nacional de Estadística.
El aumento de los tipos de interés reducirá el gasto y perjudicará al mercado de la vivienda, socavando aún más los planes de crecimiento de Truss y Kwarteng. El efecto se verá exacerbado por el crecimiento de los préstamos hipotecarios durante las décadas de boom inmobiliario. Capital Economics considera que, con los niveles previstos el lunes, los costes hipotecarios podrían alcanzar su nivel más alto en relación con los ingresos de los prestatarios desde 1990. Los precios de la vivienda cayeron un 20% entre 1989 y 1992.
La contracción probablemente no se convierta en una crisis bancaria. Entidades crediticias como Lloyds Banking Group y NatWest tienen mayores reservas en sus balances que en el pasado, y han prestado con más prudencia. La proporción de nuevas hipotecas con una relación préstamo-valor superior al 90% lleva oscilando entre el 1% y el 5% en los últimos años, frente al 15% o el 16% de 2007. En lugar de tener que sacarlos de apuros, los reguladores y los políticos pueden presionar a los prestamistas para que ofrezcan moratorias o recorten los tipos de interés.
El Gobierno británico ha optado por absorber los costes de la subida de los precios de la energía. Le resultará igualmente difícil dejar que los prestatarios de hipotecas sufran solos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías