El clavo ardiendo de la banca española
Las perspectivas alcistas del sector dificultan que el BCE la salve del nuevo impuesto
Los inversores en bancos españoles se agarran a un clavo ardiendo. Sus acciones subían hasta un 6% este jueves por la esperanza de que el BCE pueda obligar a modificar el nuevo impuesto sobre sus beneficios.
El BCE tiene un margen de maniobra limitado. Su mandato es garantizar la estabilidad del sistema, más que inmiscuirse en asuntos locales. Así que las entidades tendrían que argumentar con éxito que sus reservas de capital están amenazadas por una mera tasa de 3.000 millones que se repartirá por todo el sector.
Hasta ahora, bancos como Santander se han esforzado por convencer a los inversores de que tienen un amplio capital para soportar una recesión. Y aunque una recesión inminente puede aumentar el deterioro de los préstamos, Santander dijo en julio que no esperaba “ningún deterioro” de la calidad del crédito. Mientras, los tipos están subiendo, lo que significa que los márgenes de los préstamos son mayores. Estas perspectivas alcistas dificultan la búsqueda de un salvador.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías